Los daños

NORBERTO AMAYAPor Norberto Amaya / Voces a Debate / México, D.F.

“No, no, nos moverán, no no nos moverán y el que no crea que haga la prueba….” ( Inti Illimani, Chile )

Hacer recuento de vida o de historias, implica regresar al pasado, saber el presente y definir el futuro. Por eso sabe uno de lo que habla, son los daños, los hechos, lo vivido. Nadie puede hablar de lo que no es. La historia la hacen los hombres, los nombres son memoria, cualquiera que está sea.

Los momentos de vida, son lo que nos hace reflexionar, comprendes que te equivocaste, que no debiste militar en partido alguno o mucho menos, convivir con quien no sabe comprender tu forma e pensamiento, que a final de cuentas, también equivocaste ruta y decisiones. Por eso es el recuento de daños, de lo mejor y de lo peor.

Cambiar a un país, implica que también tú cambies, que seas otro, que le digas a los demás que hay otra forma de vida, que te arriesgues a vivir otra vida. Así es con la economía, debes decirle a los otros, a aquellos que comparten vida, que otra opción es posible.

El miedo al cambio es fuerte, casi nadie se arriesga, mucho menos en la empresa o en la bolsa de valores. Todos quieren certeza y seguridad. La vida es distinta. En el capital y en la economía de mercado, hay que arriesgar. Es el costo, el precio y la ganancia o la pérdida.

El sistema político mexicano está en una grave crisis, pocos lo reconocen, la gente, el pueblo si lo sabe, los analistas se esmeran en presentar un rostros distinto. Sin embargo, es un rostro desfigurado, dañado, con heridas y con dolores. Es el México de los que no tienen nada, es el México profundo, aquel del que nos hablo Guillermo Bonfil Batalla. Es el México de los sin voz y sin respeto al voto. De los que quieren ganar, pero no los dejan.

Vamos juntos dicen los amigos, vamos hoy a conquistar una victoria. Son frases que se acaban en la crudeza de las sinrazones. Llevamos varias acciones, de vanguardia, personal y colectiva, les hablas a los de ayer para convocarlos a otra batalla, te dicen que sí, pero te dejan sólo, ya no quieren pelear, son los daños, la edad y la economía.

Voy, con ustedes, a pensar de manera positiva, a comentar con otros que si se pueden cambiar las reglas del juego, voy a ser optimista, a entender que los daños y los años nos volvieron “rejegos”, que la experiencia no se cobra en un día, por el contrario, la experiencia nos enseña a pensar y a analizar mejor las decisiones .

No hay futuro, sin historia, no hay vida sin memoria. En nuestro andar, dejamos heridos y adversarios, pero también ganamos amigos y tenemos confianza de los que nos quieren,  en lo que viene. Hoy otras empresas nos reclaman. Yo soy parte de una sociedad desigual. De una sociedad que la hicieron a su forma los poderosos. Nuestra tarea es cambiarla.

Pienso que los nuestros deben entenderlo, el tiempo se acorta, los daños son fuertes, los años también. Somos resultado de lo que hicimos, pero también de lo que nos hicieron. Somos parte de un sistema económico injusto y de un sistema político que únicamente sirve a los de siempre, tal parece que no hubo reforma o revolución.

Vamos a cambiar, hay que hacer que los daños se vuelvan beneficios. No nos vamos a dejar. Los conservadores deben dejar el poder. Debemos construir una República de iguales. Se puede, se debe.

P.D. Hoy escribo con pasión, tengo que dar algo mío, que los demás sepan que hay razones y que entiendan que soy humano, que necesito cariño y por supuesto, que sepan que hay futuro digno para todos. ¡Amor, con amor se paga!

Mail. nor.amaya@live.com.mx  , Twitter, @AmayaSI.

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