NORBERTO AMAYA A. / Voces a debate / Ciudad de México a 10 de julio de 2016.
“Los partidos políticos triunfan o son destruidos por sus conductores. Cuando un partido político se viene abajo, no es el partido político quien tiene la culpa, sino el conductor”. Juan Domingo Perón.
En los actuales momentos en que se debate el país, cada quien tiene que hacer su balance, análisis y planteamientos. Sabemos que hay un fuerte descontento social u una gran embestida de la derecha y los medios de comunicación contra todo aquello que se oponga a las reformas impulsadas por Enrique Peña Nieto y sus aliados. La propaganda y la desinformación son parte central de la lucha desigual en la política. Bueno, nunca ha habido peleas parejas.
Después de la elección del cinco de junio y pasadas las elecciones locales en doce estados y la parte constituyente en la Ciudad de México, se han dado especulaciones, evaluaciones serias, renuncias y declaraciones de “triunfos o derrotas”. Cada actor lo hace en función de lo que tiene y lo que viene, pero algunos exageran los resultados obtenidos y otros minimizan las pérdidas evidentes. La política y sus actores están en movimiento permanente y hay posiciones que se fijan hacía afuera y otras que se dan de forma soterrada al interior de las formaciones, corrientes, partidos y grupos.
Según dice la derecha panista y sus voceros, ellos fueron los ganadores de la contienda y la presumen ostentosamente en todos lados, la cúpula del PAN recupera la soberbia y busca que se olvide su pasado lleno de fracasos, corrupción y violencia. Los viejos y los nuevos-viejos (Ricardo Anaya y juniors o mirreyes que le acompañan) del partido de la derecha hipócrita se ostentan hoy como la reencarnación misma del renacimiento de México. ¡Que poca memoria tienen! Pero el cinismo les brota a flor de piel.
Del lado del PRI, sus renuncias, ausencias y sustituciones (Enrique Ochoa Reza) son parte de un gran fracaso y una caída inevitable. La conducción del país es un desastre y la actuación del gabinete federal y de sus gobernadores (los que están y los que se van) cargan con una gran cantidad de errores, pero sobre todo de afrentas, corrupción e ineptitud. El PRI, no puede renovarse poniendo una máscara y quitando otra. Las mil caras del PRI son las mismas y como tal, dicho partido va dejando pedazos de cuerpo en regiones y estados. El fracaso de Peña Nieto es brutal y arrastra al PRI a un abismo sin fondo. Perdieron esencia e ideología. Así es.
Una cuestión relevante es el gran abstencionismo, al cual habría que medirlo en proporciones diferentes por estado, pero lo que se manifiesta es un hartazgo social contra el sistema político y los partidos y la mentira o el engaño. Los movimientos van emergiendo de nuevo con más fuerza, pero de forma espontanea y desorganizada, cada cual defiende lo que considera justo y con razones se manifiestan de mil formas en contra del régimen tri-azul y su cuerpo deforme de manos y pies sucios y deformes, o sea, la cabeza y el cuerpo deformes de cómplices y atracadores. La respuesta a las justas demandas es la violencia, la imposición y la generación del miedo. Debemos recordar que el miedo impone decisiones y forma parte de la esencia autoritaria. Toda rebeldía o disidencia es castigada. Para eso están sus medios de propaganda, llámese como se llamen
Proyecto nacional sí hay y debe reivindicarse de forma cotidiana y en todos los frentes, debe reconocerse el esfuerzo que realizan actores sociales y políticos en varias regiones o sectores, no puede desconocerse que existen formas de pensar y actuar que tienen sus raíces propias. Analizar el cinco de junio y los errores o aciertos, pensando en lo inmediato y en el 2018 es una tarea fundamental si es que se quiere arribar a un escenario de cambio real y en beneficio de nuestros compatriotas. No puede negarse que las acciones individuales y colectivas influyeron en resultados, quiero decir que hubo un antes, un durante y hay un después. Actuemos en consecuencia.
Morena es la fuerza progresista y democrática en ascenso, debe revisar el trabajo de su dirección política en sus distintos niveles, así como las postulaciones realizadas y el trabajo y compromiso de postulados y dirigentes, no hacerlo sería engañoso. También debe revisar su relación con la sociedad en general y con actores políticos no partidarios. Llegar al 2018 con fuerza en todos los frentes (remember aduana de Edomex.) requiere de acumulación y suma de fuerzas, pero también de renovación donde sea necesario. Ignorar eso sería una grave equivocación. López Obrador enfrenta un gran reto Al tiempo.
Reflexiones. Para algunos los tiempos que vienen son aciagos, para otros es la oportunidad de enfrentar con tareas, tiempos y días los retos que vienen. ¡Hasta pronto!
Correo: norbertoamaya21@gmail.com
Twitter: @Amaya5M
