Daniel Rodríguez / Casa de cartas San Luis Potosí, S.L.P.
La política y las matemáticas comparten un rasgo que a las dos, en sus respectivos campos, las vuelve únicas; todo aquello que no está del todo bien, se encuentra completamente incorrecto, esto parafraseando a Edward Kennedy, y en la comunicación política y estratégica pasa exactamente lo mismo.
Como parte esencial de la vida política nunca se sabe por dónde vendrá en siguiente escándalo que pueda hacer palidecer a cualquiera de los actores que busquen algún encargo o favor político.
En momentos así es cuando se entra en crisis, cuando sale a la luz algo que no enorgullece del todo al personaje, algo de lo que aún no se encuentra dispuesto a hablar, ni mucho menos a afrontar. En la actualidad es necesario tener un equipo que pueda contrarrestar y dar una salida digna a lo que se enfrenta, es necesario conocer pros y contras de cada situación.
Actualmente vivimos en la era de la información, por lo cual, es necesario tomar en cuenta que cada cosa que sale a la luz será conocida por miles en cuestión de minutos, los medios de comunicación, cada vez con una mayor presencia ante el público, son más incisivos, las reglas han cambiado y la hipercomunicación nos rodea, en especial al mundo político.
Al tener un daño, es necesario considerar una serie de factores antes de dar una respuesta, desarrollar líneas de acción que permitan amortiguar, o bien, transformar la ejecución de la crisis en algo positivo para la persona; para tal motivo, es preciso buscar descifrar quien es la fuente, el motivo, medir el daño y el beneficio (todo lo malo tiene un poco de bueno, también funciona la viceversa) de dar a conocer tal o cual información.
Una estrategia efectiva jamás será desarrollada de manera visceral, al hacer esto deja de ser una estrategia y en lugar de amortiguar, aumenta la tensión. Una vez valorados los puntos y tomando decisiones se establece la estrategia, jamás se logra a partir de creencias, siempre se deberá de hacer a partir de un recuento de los daños.
La comunicación política estratégica tiene recursos tan diversos, que es necesario realizar una rápida valoración para tener en control la mejor arma a usar; los silencios a veces hablan más que las palabras, un statement dependerá de la situación, algunas veces la contestación se retrasará (sólo la situación lo definirá), el profesional de asesorar en los temas de comunicación política deberá de escoger entre un único boletín o una rueda de prensa; siempre previendo los mejores resultados, evitando la confrontación.
La comunicación política es muy diferente a la comunicación social, la primera se nutre del marketing, de la estrategia, de la comunicación social, usa herramientas de la psicología, del diseño gráfico y de la publicidad, aprovecha oportunidades y resuelve las situaciones comunicativas que resultan adversas.
Un profesional de la comunicación política deberá de estar presente en los equipos de campaña, de gobierno, de partidos…
Para jugar a las cartas habrá de conocer los trucos que se puedan dar en la mesa, la apuesta es alta.
Twitter: @LDanielRV
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