Calificación: 10 (pero mintió)

Marcela Zapata Suárez del Real

Mentir últimamente se hace desde el estrado máximo de nuestro país, he de decir que requiere de talento y lo tienen. Han logrado que personas les crean, y que crean sus mentiras hasta defenderlas como ciertas, aunque la ciencia, la ley y la historia demuestre lo contrario.

Son capaces de proclamar que la tierra es plana e iniciar una cruzada por ello; idea que tampoco han desechado, sus ataques premeditados a las instituciones demuestra la narrativa que tomarán, en las próximas elecciones cosa que no hizo Trump, pero sí Andrés Manuel.

Los gatilleros de Claudia trataron de dar un golpe mortal a Xóchitl, dando en el lado delicado, el de ser madre, ese donde duele, le apuntaron directo al corazón, tiraron a matar.

Publicar el vídeo de Juan Pablo Sánchez Gálvez días previos al debate, desestabilizar a la candidata.

Las emociones como madres juegan un rol importante, Xóchitl atendió escucho y empatizó. Mostró su lado de madre, faceta política que pocos conocíamos, nunca se responsabiliza el hombre, el político que está haciendo política, si los hijos fallan, es prácticamente culpa de la madre no del padre. A esa narrativa tratan de apegarse. Cuando un hijo cae a un bache lo difícil es entenderlo, estar presente, atender, conectar emocionalmente, ver y aprender es difícil en circunstancias adversas. Escogió el camino difícil, el que toma tiempo, el que requiere de esfuerzo y de mucho mucho amor.

Esa faceta de Xóchitl era desconocida hasta que los gatilleros generaron la empatía, no hacia la candidata, sino hacia una madre de familia, una mujer comprometida con sus hijos, a sacarlos adelante, como cualquier mujer mexicana.

En el debate se expuso a una mujer nerviosa, que le faltó agilidad de ataque, le faltó estómago para herir a quien tiró a matar.

Se proclama ganadora a quien mintió, a quien en televisión abierta dijo mentiras tan grandes que ni siquiera son comprobables.

No se inmutó, actuó fría, no se movió de su centro. Iba preparada. Eso es lo que la calificó para ganar.

Pero al final del día, lo que hizo fue mentir y eso para los analistas les bastó para proclamarla ganadora.

Eso le dice a la ciudadanía que mentir se vale, siempre y cuando lo hagas bien. Eso me lleva a un si. Fin de cuestionamientos. ¿Estamos acostumbrados a ver políticos corruptos? ¿Estamos acostumbrados a vivir bajo sus mentiras? ¿Los seguidores fielmente creen todo lo que sus líderes dicen? ¿No cuestionan nada?

Al final les aplaudimos la mentira y condenamos el nerviosismo.

MARCELA ZAPATA / Opinión / San Luis Potosí, S.L.P. / Abril 12 de 2024.