¡No son formas!

“Esas no son formas” dicen aquellos que desde su televisor/celular ven a la ciudad prepararse a gritar bien fuerte y marchar bien firme portando morado.

¿Qué no son formas? Díselo a todos los padres que por años han buscado a sus hijas desaparecidas. Díselo a tantas familias que han tenido que reconocer los cuerpos ultrajados, violentados, vejados y humillados; cuerpos de mujeres que perecieron en las peores condiciones sólo por el hecho de ser mujeres. Díselo a las niñas que han sido violadas, apartadas de sus padres, acalladas bajo el peso de la impunidad. Díselo a todas las que han sido rebajadas a menos que nada, satisfaciendo las necesidades de sus agresores, por no sentirse merecedoras de su libertad. Díselo a tantas mujeres que cargan sobre sus hombros el peso de la responsabilidad, bajo la frase de “La mujer es el pilar de la familia”. Díselo a todas aquellas que han sido discriminadas por ejercer su feminidad en su máximo esplendor. Díselo a todas las chicas trans, que han sido violentadas durante años, impidiéndoles SIMPLEMENTE SER QUIENES ELLAS SON. Díselo a cada mujer que durante años ha percibido un menor salario, en condiciones desiguales simplemente porque el sistema así lo exige. Díselo a cada mujer que ha sido llamada PUTA por ejercer libre su sexualidad. Díselo a las muertas, violadas antes o después de su último aliento, a quienes se les revictimiza, haciéndolas culpables de su destino por la manera en la que vestían. Díselo a quien bajo el yugo del matrimonio, tiemblan de miedo al escuchar a sus maridos cruzar la puerta; presas del pánico que no les permite irse por tener normalizada la violencia. Díselo a todas aquellas que no querían ser madres, y que han sido obligadas a parir porque “se lo merecen por calientes”. Díselo a todas las mujeres que en labor de parto han sido maltratadas, menospreciando su miedo y su dolor, en violencia obstétrica con comentarios como “¿Pero qué tal abriste la piernas?”. Díselo a aquella mujer que no tiene decisión sobre su cuerpo, porque alguien más decide por ella. Díselo a aquella chica que dijo “ya no” envuelta en llanto, soportando vejaciones porque su voz no se escuchó. Díselo a las madres de familia, que tienen responsabilidad económica, emocional y mental. Cargando el peso de las actividades del día a día porque son “las mujeres del hogar”. Díselo a la niña panameña de 8 años, que la semana pasada tuvo que ser sometida a una cesárea, porque fue abusada sexualmente por un hombre de su familia. Díselo a aquella mujer prostituta que ha sido tratada peor que basura, porque su trabajo implica el acto sexual. Díselo a todas las chavas que, en un acto de inocencia y amor, han compartido una foto desnudas, para después ser chantajeada, humilladas y presionadas, muchas veces hasta el borde del suicidio. Díselo a ex esposas que, con humillaciones, se conforman con migajas de pensiones ridículas como pago a años de dedicación. Díselo a todas las madres que han sido apartadas de lado de sus hij@s, en una asquerosa alienación parental, cobijada por la más espantosa corrupción. Díselo a quien en un poblado lejano, ha sido obligada a parir hij@ tras hij@, cómo símbolo de fertilidad, viviendo en condiciones de pobreza extrema. Díselo a aquella chica universitaria, que tenía otros planes en la vida, y que le falló el método. Díselo a los miles de niños a los que “se les dio la oportunidad de nacer” bajo el argumento del derecho a la vida. Niños abandonados en un búnker del DIF, niños que viven violencia inimaginable, por haber llegado a este mundo bajo la presión social. Niños que nadie quiere voltear a ver. Vidas de niños que se defienden en el vientre, pero una vez nacidos, son olvidados por la sociedad y les deja a su suerte.  Díselo a las muertas de Juárez. Díselo a las miles de desaparecidas en nuestro país. Díselo a las mujeres asesinadas en las más horribles condiciones y de las maneras más inhumanas. Díselo a cada mujer en tu vida que tiene una historia de acoso que contar. Díselo a la que ha sido toqueteada en el metro. Díselo a la que camina insegura en la calle, mirando siempre hacia atrás. Díselo a quien vive aislada y alejada de sus seres queridos bajo la premisa del amor.  Díselo a quien dijo NO y su voz no fue escuchada ni su decisión respetada. ¡DÍNOSLO! A TODAS AQUELLAS QUE POR AÑOS HEMOS GRITADO, CLAMADO, IMPLORADO POR JUSTICIA Y SEGURIDAD Y AÚN ASI NO HEMOS SIDO ESCUCHADAS. Este mes,  se conmemora. Este mes se llora,  se guarda un minuto de silencio en honor a todas y cada una de las que nos hacen falta. Este mes también se grita, desgarradas de dolor, en un desesperado rugido de guerra. Se clama por la vida, por la maternidad deseada, consciente y responsable. Se canta “SIN MIEDO”

Por todas las compas marchando en Reforma

Por todas las morras peleando en Sonora

Por las comandantas luchando por Chiapas

Por todas las madres buscando en Tijuana

Este mes más que nunca nos pintamos de morado, florecemos cuál jacarandas, aullamos en una manada de sororidad y amor. Por las que ya no están, por las que quedamos, por las que vienen detrás…Este mes…ESTE MES SE LUCHA. Con amor, con coraje, con convicción

JOSS ESPINO / Tu voz mi voz / Ciudad de México / Marzo 1 de 2023.