¿Qué tipo de instantes y arte estamos creando?

La vida es como mi gato, un paciente cazador de  instantes, de ese silencio que podría ser habitado por música, de ese color y ese viento que debería ser una pintura, del movimiento del polvo que es danza.

La vida es arte, son instantes, y los seres humanos debemos saber mirarla para entender. Antes de siquiera aprender cualquier otra cosa, debemos aprender a ver la vida, a escucharla, a sentirla y describirla. Amando el valor y la pronunciación de las palabras podemos amar la poesía; atestiguando nuestra voluble e impredecible naturaleza, gozaremos del teatro; y buscando los sonidos de nuestro cuerpo, nuestra voz y pasos, sabremos para qué inventamos la música.

La vida no es especulación retórica, no es la ociosidad mezquina  de las obras que carecen de factura, creación, talento, que se sostienen en la especulación económica y en las calles que recorren la ciudad . Tomar a una persona  cualquiera y destinarla cómo influencer, es  como hacer de la memorabilia y el chantaje social o emocional el pretexto de una inspiración o sueño por alcanzar, no es observar la realidad, es repudiar nuestra capacidad de comprenderla y transformarla.

La decadente y estulta imagen del contenido que nos desborda al encender el televisor o hurgar en redes, su acumulación de ideas y objetos, demuestra que una parte de la sociedad se empeña en que dejemos de comprender para en cambio imitar, y sumar personas incapaces de crear, lo que las obliga a obedecer. El que imita y no puede aportar, obedece, es proclive a la manipulación, se suma a un pensamiento cómodamente masificado.

La más violenta y contestataria actitud, el acto más arriesgado de valentía es observar la realidad, comprenderla y transformarla, en una obra, es el acto de libertad que da sentido a nuestra  condición humana. Esas obras son nuestra propia vida, cada gesto de nuestra existencia está guiado a la trasformación de la misma. Hemos crecido y sobrevivido con ese impulso, y con él sumamos conocimiento. Dejar de cambiar lo que vivimos, de admirar la naturaleza en la que habitamos, nos haría desaparecer como individuos y como especie. La vida y el arte son esos pasos fundaménteles en nuestra supervivencia que le dan espacio al espíritu, y que me dan espacio para mirar a mi gato en la azotea.

@joss_espinoo