El sector hotelero en San Luis Potosí, comenzó a incorporarse a la nueva normalidad, una vez que se elevó el estatus en semáforo color naranja, de acuerdo a la información de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, los espacios operan con un máximo de capacidad del 50 por ciento.
Las áreas comunes como gimnasios, restaurantes y albercas de los hoteles permanecen abiertas al público, aunque deben acatarse las recomendaciones de salud como sana distancia y uso de gel antibacterial y sanitización frecuente del lugar.
En entrevista, el presidente de esta organización, Rafael Armendáriz Blázquez, indicó que para garantizar la seguridad de los huéspedes y los propios trabajadores, se han implementado protocolos de higiene y seguridad mismos que fueron avalados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Salud.
Actualmente son cerca de nueve hoteles los que permanecen cerrados y aún trabajan en la implementación de las medidas sanitarias y que en próximos días podrían estar abriendo sus puertas al público.
En la capital potosina la ocupación hotelera que permanecía en 4 puntos, logró subir hasta un 11 por ciento principalmente con turismo de negocios tras la reactivación de empresas de la zona industrial.
De forma general los hoteles deben realizar la sanitización de las recámaras y áreas comunes, además de tomar la temperatura a huéspedes y trabajadores, conservar la sana distancia y uso de cubrebocas obligatorio.
