Cada vez que termino de rezar el Ave María, pongo mucha atención a mis palabas cuando le pido a la Virgen… “ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte… Amén” Las últimas palabras de rezar el Ave María, siempre me han traído un gran consuelo, una gran consolación, que me hace tener la esperanza de dos cosas principalmente.
La primera haber permanecido en gracia de Dios desde mi última Comunión, y segundo, es que tengo la seguridad de que ella, la Virgen María estará ahí conmigo acompañándome siempre, pero de manera especial a la hora de mi muerte, que maravillosos es tener esa fe que Dios nos da para encontrar a nuestra madre María al vivir la Pascua de la Resurrección, que es pasar de este mundo al Padre a través de Jesús. Siempre buscamos en Dios, y en nuestra madre la Virgen las cosas que no tuvimos, confianza, cariño, libertad.
De igual manera y parafraseando el sentimiento del párrafo anterior, siempre buscamos en nuestra pareja aquello que no tuvimos, perdimos o echamos de menos: padre, madre, amigos, seguridad, confianza, cariño, libertad. Todo depende del sentimiento de carencia de la persona. Buscamos aquello con lo que complementarnos, ya que hay un vacío, una parte de nosotros que creemos que necesitamos llenar, y lo buscamos fuera.
Cuando la persona se siente completa se siente feliz, dice Rafael Santamaria que lo que sucede es que el tiempo y la vida nos va enseñando que una persona nunca pueden llenar tu vacío más que por un lapso de tiempo que viene determinado por el grado de desconexión consigo mismo que tiene esa persona. El verdadero Amor surge cuando no necesitas que tu pareja supla ningún tipo de carencia o vacío porque te haces cargo de ellas.
Es tu ego el que te hace sentir carente, vacío, e incompleto. Por eso es tu ego el que te hace elegir de entre todas las personas que vas conociendo en la vida aquella que según su criterio mejor puede llenar tu vacío. Dos personas conscientes y responsables de su carencia no se buscan, se encuentran. Y no necesitan hacerse felices, ya lo son. Tan sólo viven compartiendo su felicidad.
Durante la graduación de una generación de SEALS, personal de Elite de la Marina de los Estados Unidos un Oficial que se graduaba, expresó una serie de reflexiones que vivo en carne propia durante su entrenamiento con los SEALS, y que tenía que ver con LA ESPERANZA, y decía: Si quieren cambiar al mundo comiencen tendiendo su cama, si tienden tu cama cada mañana, habrán completado la primera tarea del día, eso les dará una leve sensación de orgullo, y eso les animará a hacer una nueva tarea y otra más, y otra, y al final del día , esa primera tarea cumplida se habrá convertido en muchas tareas cumplidas.
Tender su cama, además, reforzará el hecho de que las pequeñas cosas de la vida importan. Si no puedes hacer bien las cosas pequeñas, nunca podrás ser capaz de hacer bien las cosas grandes. Y, si por casualidad tuviste un día miserable. Legarás a tu casa y, tendrás tu cama tendida, que TÙ tendiste. Y una cama tendida te da el ánimo para que mañana sea mejor.
Para aprobar en entrenamiento, continuaba diciendo el marino graduando, hay varios trayectos que nadar, uno de ellos es el “Desafío Nocturno” antes de la prueba, el instructor describe alegremente a los estudiantes, todas las especies de tiburones que moran las aguas de San Clemente, allá en California, les aseguran, sin embargo, que ningún estudiante ha sido devorado por algún tiburón, bueno, al menos, no que ellos recuerden.
Pero también les enseñan, que si un tiburón empieza a circundarte, quédate en tu sitio, no te muevas, no entres en pánico, y si el tiburón, con ganas de comerse un bocadillo nocturno, se te acerca, entonces, con toda tu fuerza le das un puñetazo en el hocico, entonces, se dará vuelta y seguirá su camino. El marino en una primera reflexión concluye con lo siguiente: Hay muchos tiburones en el mundo, si quieres completar el desafío vas a tener que vértelas con ellos, de manera que, si quieres cambiar el mundo, no huyan de los tiburones.
Después de pocas semanas de entrenamiento arduo, continúa compartiendo Oficial que se graduaba, mi promoción de los SEALS que había comenzado con 150 hombres, se redujo a solo 42. Añade que había ahora solo 6 botes tripulados, cada uno por 7 hombres, yo estaba en el bote de los chicos altos. Pero el mejor equipo que tuvimos, era el de los más pequeños, nos cuenta que les llamábamos el “Equipo Munchkin” ninguno media más de 1.65 cm, el bote del Equipo Munchkin tenía un indio americano, un afroamericano, un polaco americano, un griego americano, un italoamericano y dos tipos duros del centro peste de EEUU, ellos nos vencieron en remo, nos vencieron corriendo, y nos vencieron nadando a todos los equipos.
Los hombres altos de los otros equipos siempre sacaban a broma, las sandalias pequeñitas que los Munchkin ponían en sus piececitos antes de cada prueba, pero de algún modo, estos pequeños hombres, con orígenes en cada rincón del mundo, siempre rieron al último, nadaban más rápido, y llegando a la orilla mucho antes que los demás, El entrenamiento SEALS fue un gran ecualizador. Nada importaba más que tus ganas de lograrlo. Ni tu color, etnia, educación o nivel social. Si quieres cambiar el mundo, mide a la gente por el tamaño de tu corazón, no por sus sandalias.
La novena semana de entrenamiento es conocida como la “Semana Infernal” cuenta el Oficial que se graduaba, son seis días sin dormir, abuso físico y mental constante, y un día especial, en las llanuras fangosas. Las llanuras fangosas son un área entre San Diego en California y Tijuana en México, donde el agua se retira y crea el lodazal de Tijuana, es un terreno pantanoso donde el fango te puede atrapar. Es en un miércoles de la semana infernal que encallas en los lodazales y tratas de sobrevivir 15 horas de frío extremo, de viento hostil, y la presión que hacen los instructores para que abandones.
Mientras se ocultaba el sol, esa tarde del miércoles, a mi clase, habiendo infringido flagrantemente algunas reglas, se nos ordenó meternos al fango. Nos hundimos en el fango hasta que solo quedaron visibles nuestras cabezas, los instructores, nos permitirían salir del fango solo si, 5 hombres abandonaban, te imaginas, 5 hombres, solo 5 hombres y podíamos liberarnos del frío inclemente. Viendo alrededor, era aparente que algunos estudiantes se rendirían, pues faltaban todavía 8 horas para que saliera era el sol, 8 horas más de un frío que congelaba los huesos.
El castañeo de los dientes y los gemidos de frio de los alumnos eran tan fuertes, que era difícil poder escuchar algo. Y, luego, una voz resonó en la noche, una voz que se alzó y cantaba. La canción estaba muy desafinada, pro era cantada con mucho entusiasmo, una voz se hizo dos, y dos se hicieron tres, y muy pronto toda la clase estaba cantando. Los instructores nos amenazaron con más tiempo en el fango si seguíamos cantando, pero el canto siguió, y de alguna forma, el lodo empezó a sentirse más tibio, y el viento más manso y el alba no tan lejana, si algo aprendí, en tanto tiempo viajando por todo el mundo, es EL PODER DE LA ESPERANZA, el poder de una sola persona, un Washington, Lincoln, King, Mandela e incluso una niña joven en Paquistán: Malala.
Una persona puede cambiar el mundo con DARLE ESPERANZA A LA GENTE. Así que, si quieren cambiar el mundo, comiencen cada día con una tarea cumplida, encuentren a alguien que los apoye en la vida, respeten a todos, sepan que la vida no es justa y que fallarán muy seguido, pero si se arriesgan, se incorporan cuando parezca el peor momento se enfrentarán a los intimidadores, alza a los oprimidos y nunca se rindan. Si hacen estas cosas, la siguiente generación, y las demás generaciones, vivirán en un mundo mucho mejor al que tenemos hoy, y lo que empezó aquí, habrá, en efecto, cambiado el mundo para mejor.
Existen otras formas de darle ESPERANZA a la gente, la afirmación de que la muerte no es más que un desprendimiento del cuerpo físico, como la mariposa de su capullo. Resulta ser una experiencia muy parecida a la de nacer, que no es el final, es el principio de una nueva vida. (Doctora Elisabeth Kübler-Ross (Zúrich, 8 de julio de 1926–Scottsdale, Arizona, 24 de agosto de 2004). fue una psiquiatra y escritora suizo–estadounidense, una de las mayores expertas mundiales en la muerte, personas moribundas y los cuidados paliativos.
En su libro Sobre la muerte y los moribundos (1969) expone su conocido modelo de Kübler-Ross por primera vez. En esa y otras doce obras, sentó las bases de los modernos cuidados paliativos, cuyo objetivo es que el enfermo afronte la muerte con serenidad y hasta con alegría. A todos nos gustaría saber que existe más allá de la muerte, la doctora Elisabeth Kübler-Ross trabajó con miles de pacientes terminales por más de 30 años, acompañó y documento 20, 000 casos de personas que se les declaró clínicamente muertos y regresaron a la vida.
De acuerdo con las conclusiones de su trabajo nos explica su punto de vista de la muerte, la muerte no es más que un desprendimiento del cuerpo físico, como la mariposa de su capullo. Resulta ser que es una experiencia muy parecida a la de nacer, que no es el final, es el principio de una nueva vida. Ella explica que morir no debería ser triste, pero, ¿Qué sucede al momento de morir? Existen tres etapas al momento de la muerte.
Primera etapa: el fallecimiento del cuerpo humano, lo equivalente a salir del capullo de la mariposa; Segunda etapa: cuando el alma deja el cuerpo, empiezas a percibir todo lo que sucede en el lugar donde falleciste, puedes escuchar lo que dicen o piensan y ver cómo actúan los que están ahí, además, te sentirás completamente sano, personas ciegas pueden ver, paralíticos, pueden moverse, los sordos pueden escuchar.
Nadie muere solo, la mayoría de las personas documentadas en este estudio, afirmaron haber sido recibidos por un ser querido que había fallecido y otros afirmaron haber encontrado algún guía espiritual. Tercera etapa: encuentras el cielo que te imaginaste, ya sea cruzando un túnel, flotando o pasando un puente. Al cruzar ese túnel te encuentras con una luz blanca que te envuelve y te hace sentir el más grande, indescriptible e incondicional amor que hayas podido imaginar.
Después de ver la luz, nadie quiere regresar, es aquí, envuelto por esa luz cuando toda tu vida pasa por tu mente, recordando cada detalle vivido, y revisando las consecuencias de cada uno de tus actos. Y entiendes que la vida es solo un lugar donde venimos a aprender lecciones, y que una vez aprendidas estás listo para regresar a ese paraíso. La vida es solo un pedacito de toda nuestra maravillosa existencia, hay que aprovecharla mientras la tenemos.
Su interés por la muerte comenzó en su época de estudiante, cuando visitó algunos de los campos de exterminio nazi tras la guerra. Allí se sorprendió al ver que las paredes de los barracones estaban llenas de dibujos de mariposas. Esos dibujos afectaron profundamente a Elisabeth, que a partir de entonces se dedicó en cuerpo y alma a crear una nueva cultura sobre la muerte. Convirtió el símbolo de la mariposa en un emblema de su trabajo, ya que para ella la muerte era un renacimiento a un estado de vida superior.
El rol de la enfermería en la Etapa de duelo. Elisabeth Kübler Ross enfocó su investigación en cinco etapas de duelo, y la misma consiste principalmente en la adaptación emocional a estas, si bien se trata de una experiencia compleja que engloba también factores fisiológicos, cognitivos y entre otros. Estas cinco etapas: Negación, Ira, Negociación, Depresión y Aceptación, se utilizan para afrontar situaciones muy difíciles como mecanismo de defensa ante el problema.
Según Elisabeth KüblerRoss las mismas las pueden enfrentar los pacientes con enfermedades terminales, pero también aquellos que tienen que afrontar una pérdida repentina, ya sea un empleo, un divorcio, o la partida de un ser querido. Son cinco etapas de duelo, pero no necesariamente la persona tiene que pasar por todas incluso puede tener sentimientos de varias etapas a la vez. Su duración también puede ser variable, pero lo que generalmente comparten todas las fases ES LA ESPERANZA, hasta en los momentos más complicados hay una tendencia a pensar que aparecerá un medicamento nuevo o alguna posibilidad de curación, por más mínima que sea. (Kübler-Ross y Kessler, 2007).
Resultados Como primer objetivo se identificaron las etapas de duelo, las mismas son: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. (Vega, 2013; Hernández, 2017; Braganza, 2014 y Álvarez, 2016). En el segundo objetivo se clasificaron las intervenciones de enfermería de acuerdo a cada una de las etapas de duelo en la que se encuentra el paciente.
En la etapa de negación la intervención de enfermería consiste en dar apoyo verbal al paciente sin reforzar su negación, durante la ira la enfermera no debe tomarse la misma como algo personal, durante la negociación la intervención se enfoca en escuchar con atención para aliviar sentimientos de culpa y el miedo irracional, durante la depresión la enfermera debe permitir que el familiar exprese esta tristeza y en comunicarse correctamente de forma no verbal, durante la aceptación la enfermera debe proveer apoyo emocional a los familiares.
Las intervenciones dirigidas al paciente mayormente se enfocaron en brindar cuidados paliativos que influyeron en la comodidad y la calidad de vida. La empatía y el apoyo emocional a los familiares del paciente fueron las intervenciones más importantes (García y Rivas, 2013; Contreras, 2016; Sánchez, 2016; Raitio, 2015; Mullen, 2015 y Méndes, 2017).
Cada vez que termino de rezar el Ave María, pongo mucha atención a mis palabas cuando le pido a la Virgen… “ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte… Amen” Las últimas palabras de rezar el Ave María, siempre me han traído un gran consuelo, una gran consolación, que me hace tener la Esperanza de estar en gracia de Dios al morir y de que tengo la seguridad de que ella, la Virgen María estará ahí conmigo acompañándome siempre, pero de manera especial a la hora de mi muerte, para vivir la Pascua de la Resurrección, que es pasar de este mundo al Padre a través de Jesús.
Monterrey, Nuevo León
Febrero 10, 2020
ENTRE GRIEGOS Y TROYANOS
Mtro. QFB. Fernando De la Fuente García
E-Mail: ferdelafuenteg@gmail.com
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UNO CRECE CUANDO NO HAY VACÍO DE ESPERANZA
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