La Cueva del Diablo de la Cañada del Lobo

La cueva del diablo

En los años 70 en Tierra Blanca, San Luis Potosí, un grupo de tres muchachos se juntaban en la Cañada del Lobo para realizar rituales de magia negra, pues es bien sabido que en ese lugar han ocurrido cosas y que se han avistado brujas volando como luces o simplemente seres extraños.

Los jóvenes solían hacer sus ritos al atardecer, pues antes la gente solía meterse a sus casas inmediatamente, cuando comenzaba a obscurecer, porque sabían que cosas malas sucedían, pero los muchachos retaban la noche y esperaban que eso que viene por las noches se les manifestará para transmitirles algo de poder.

Sus ritos los llevaban a cabo en una profunda cueva, la cual se encontraba en las partes más lejanas de La Cañada de Lobo, la cueva solía tener una profundidad de unos 30 metros y ahí se escondían para realizar sus rituales y sacrificios. Un día uno de los muchachos mientras todos hacían sus aquelarres, comenzó a sentirse muy mal y de un momento a otro su comportamiento comenzó a distorsionarse, poniéndose nervioso y agresivo al punto de que comenzó a atacar a sus compañeros. Estos salieron corriendo de la cueva dejándolo a su suerte.

Al día siguiente el joven llegó a su casa, su madre estaba muy preocupada por su ausencia y aunque ella sabía que él solía desaparecerse algunas noches para acampar, notó que su hijo tenía un aspecto diferente. El joven comenzó a tener comportamientos extraños cada vez más frecuentes, hasta que finalmente sus amigos esperando que se pudiera hacer algo por él confesaron todo.

Los médicos no encontraban cual era el motivo de su condición mental y claramente todos creían que el diablo se les había metido por haberlo invocado en aquella cueva, así que decidieron llamar a un sacerdote para que “le sacará el demonio”, pero poco pudo hacer el hombre de la Iglesia por él.

La mamá del muchacho no tuvo más remedio que seguir cuidando de él, pero para evitar que su comportamiento dañara a su familia o a extraños, lo amarró a un palo en el patio de su casa.

La fama del muchacho poseído corrió como pólvora por toda la región y decenas de curiosos decidieron acudir a admirar al muchacho amarrado y poseído. Finalmente eran tantos, que la madre decidió cobrar a la gente para poder entrar a verlo. Incluso la televisora local hizo un reportaje sobre el caso.

Algunos dicen que el pobre muchacho tan sólo tenía un trastorno mental, otros que fue poseído en castigo por aquellos rituales.

Lo cierto es que el lugar que tras los hechos fue bautizado como La Cueva del Diablo existe, aunque no se puede acceder ya tan fácilmente porque se intentó cerrarla, pero de que está ahí, está, siendo parte una de las tantas cosas sobrenaturales de la Cañada del Lobo… Información del Muro de Comunidad de San Juan de Guadalupe en Resistencia.