RENÉ SÁNCHEZ JUÁREZ / Praxis Política / Puebla, Pue.
La semana pasada se dieron a conocer los ganadores de los premios Nobel, entre ellos destacó el del presidente colombiano Juan Manuel Santos por sus esfuerzos por lograr la paz en el país sudamericano, que lleva más de 50 años de conflicto armado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El premio Nobel de la Paz, se le entrega justo a una semana de haber perdido por una mínima diferencia el plebiscito donde los ciudadanos colombianos decidieron no dar inmunidad a los miembros de las FARC y comenzaran un armisticio entre el gobierno y la guerrilla.
El conflicto en Colombia es el más extenso del mundo occidental, con más de 50 años, ha tenido varios intentos de acuerdos de paz; sin embargo, ninguno había tenido tanta disposición de ambas partes como en esta ocasión, que durante tres años se han mantenido negociando los acuerdos y han obtenido un cese al fuego de ambas partes.
El origen se remonta a diferencias entre liberales y conservadores, donde los primeros optaron por guarecerse en las montañas y selvas colombianas, y se agruparon como grupos de autodefensa, con el tiempo adoptaron ideologías marxistas y con ello radicalizando sus posturas. Es en 1966 cuando nace formalmente las FARC, en medio del conflicto entre EEUU y la URSS.
La pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades, fue lo que aumentó la fuerza del movimiento guerrillero, que fue en los años 80 cuando se recrudeció la violencia, secuestros, narcotráfico, trata de personas fueron métodos para financiar estos grupos. Así como el surgimiento de grupos paramilitares, que surgen a consecuencia de la fuerza de la guerrilla, paradójicamente, del mismo modo que surgió la guerrilla.
La guerra en Colombia se luchaba entre cuatro bandos: el gobierno, las FARC, los grupos paramilitares y los carteles de narcotraficantes, el saldo hasta hoy son más de 260.000 muertos, decenas de miles de desaparecidos, casi siete millones de desplazados, violaciones, secuestros e incontables tragedias personales.
A pesar de que los colombianos decidieron por el “NO” al proceso de paz, se mantiene el acuerdo del cese al fuego. La comunidad internacional le ha dado un espaldarazo al Presidente Santos para continuar buscando la paz en Colombia y el comité del Premio Nobel ha sido el primero en otorgárselo. Incluso el expresidente Uribe quien era un promotor del NO, lo ha reconocido.
¿Qué sigue para Colombia? De acuerdo a Natalio Cosoy de la BBC,existen cinco posibles escenarios para el gobierno colombiano y las FARC: renegociar; formar una Asamblea Constituyente; el Congreso implementa lo acordado de forma autónoma; dilatar o volver a la guerra. Al tiempo sabremos si optaron por lo más sano, que es renegociar el acuerdo de paz y no esperar a politizarlo para las elecciones de 2018.
Lo que se vivió en Colombia ha sido un ejercicio claro de una democracia, donde se ha respetado la decisión de la mayoría, pero también obliga al gobierno a buscar alternativas para solucionar el conflicto buscando soluciones pacíficas sin detrimento de la decisión de los ciudadanos colombianos. Y como lo dijo Gandhi “no existe un camino hacia la paz, la paz es el camino”.
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