Respeto hacia los adultos mayores

FERNANDO DE LA FUENTE GARCÍA / “Entre Griegos y Troyanos” / San Luis Potosí, S.L.P.

  • Amor con amor se paga adultos mayores.

Uno de los mayores honores que existen para nosotros como seres humanos, es poder cuidar de aquellos adultos mayores que alguna vez nos cuidaron también, nuestros padres, y todos esos ancianos que sacrificaron sus vidas, con todo su tiempo, dinero y esfuerzo por nosotros, merecen nuestro máximo respeto.

Fernando de la Fuente Garcia-entre-griegos-y-troyanos-600x¿A quién se consideramos un adulto mayor?
La Catedrática Marcia Morales de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala que en la actualidad, con la ayuda de los avances de la ciencia médica, la esperanza de vida en México se ha incrementado de manera considerable: en 1900 era de 37 años, en 1960 de 58, en 1995 de 69, y en 2005 sea entre 75 y 78 años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas de 60 a 74 años son consideradas de edad avanzada, de 75 a 90 viejas o ancianos, y las que sobrepasan los 90 se les denomina grandes viejos o grandes longevos. A todo individuo mayor de 60 años se le llamará de forma indistinta persona de la tercera edad.
El envejecer es fisiológicamente considerado como un progresivo declive de las funciones orgánicas y psicológicas como una pérdida de las capacidades sensoriales y cognitivas, estas pérdidas son bastante diferentes para cada individuo, evidentemente, las personas de la tercera edad requieren de mayor atención medica que personas de corta edad porque son más vulnerables a enfermedades, no olvidemos que también existen casos en que los ancianos viven una larga vida sana hasta prácticamente su muerte. Las personas de la tercera edad tiene la misma oportunidad de crecimiento, desarrollo, aprendizaje y el tener nuevas experiencias como cualquier otra etapa de la vida, continuamente nos olvidamos precisamente de eso, que es otra etapa de la vida, así que debemos vivirla y respetarla como tal.
Si le preguntamos a una persona de 65 ò 70 años su definición de vejez, lo más seguro es que se definirá a sí mismo o tal vez a su cónyuge o alguna amistad. Si le preguntáramos a alguien de entre 40 y 55 años, nos respondería pensando en sus padres. Si le preguntáramos a alguien entre los 15 y 30 años nos respondería pensando en sus abuelos o tal vez bisabuelos. La sociedad los describe de acuerdo a su experiencia, es por eso que para alguien la vejez, la puede describir como una etapa feliz y satisfactoria de la vida, pero tal vez, alguien más, incluso de la misma edad, puede responder que es una etapa de sufrimiento, enfermedad, padecimientos, etc. Es por eso que además de las múltiples definiciones y descripciones que pueda haber de la vejez, debemos considerar las familiares y sociales y la de los mismos ancianos.
Derechos delas personas de la tercera edad
Las personas mayores dicen “se ha perdido el respeto”, cuando en realidad se ha violado alguno de sus derechos”, manifestó la psicogerontóloga argentina Nora Pochtar, coordinadora de la comisión Adultos Mayores y sus Derechos de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).Varios son los derechos humanos de las personas mayores que no se respetan en distintos ámbitos. El derecho al domicilio, a la salud de una medicina prepaga, a seguir trabajando mientras uno lo desee, son algunos de ellos, y conocerlos es importante para exigir su cumplimiento.”
Los derechos de las personas mayores no son otros que los derechos humanos que tenemos todos los seres humanos, pero ocurre que al llegar a la vejez hay una discriminación por edad”, a lo que se denomina “edaísmo”, explicó la profesional. Asimismo remarcó que las mujeres mayores sufren “una triple discriminación: la de género, que arrastran desde chicas; de edad; y de posición económica”. En este marco, sostuvo que “si bien es cierto que no debería haber derechos humanos para niños y las niñas o para adultos mayores, sino derechos humanos para todos, cuando uno va envejeciendo hay derechos que no se respetan”.
También agregó que “el derecho a una sexualidad plena” es otro de los “derechos perdidos” durante el proceso del envejecimiento, que se debe recuperar y respetar. Así como el derecho al trabajo “mientras la persona lo desee y pueda hacerlo”, aclaró, y agregó: “En las empresas familiares, a las nuevas generaciones es como que el adulto mayor le molesta, lo quieren jubilar, pero no tienen en cuenta que esa empresa existe porque esa persona trabajó toda su vida y su experiencia es muy importante”.

Dignidad para el Adulto Mayor
Cuando nuestros padres envejecen, y junto con ellos los tíos, y sus primos y las personas mayores amigos de nuestros familiares, con las que tengamos contacto, a todos ellos, necesitamos demostrarles más amor que nunca, por todo ese amor que nos dieron cando niños, en el caso concreto de los padres, como dice una canción mexicana, “Amor Con Amor Se Paga”; y debemos a nuestros padres, déjalos envejecer con dignidad, con el mismo amor que ellos te dejaron crecer, se les debe dejar hablar y contar repetidas veces historias con la misma paciencia e interés que ellos escucharon las de nosotros cuando éramos niños.
En los juegos de mesa, déjalos vencer, como tantas veces ellos te dejaron ganar, déjalos disfrutar de sus amigos, de todos aquellos de los que tú te acuerdes que lo fueron, platícales de ellos, para que recuerden y hagan ejercicios de memoria contigo, has un inventario de cada uno en charlas con ellos cuando les dediques tu tiempo, yo lo hice muchas veces con mi suegro, que falleció de cien años, que fue la única imagen de un padre muy anciano que tuve la experiencia de tener en él, más que mi esposa y mis cuñados paciencia le tenía, porque además era mi tres veces compadre, y los compadres, son los compadres y el compromiso es real, al menos para mi.
Hay que dejarlos que charlen con sus nietos, que vuelvan a ser esos superhéroes que fueron para nosotros, no hay que criticar sus pertenencias, déjalos gozar viviendo entre los objetos que lo han acompañado por mucho tiempo, pues sufren sintiendo que le arrancas pedazos de su vida…
Hay que dejarlos equivocarse, como tantas veces nos equivocamos nosotros, finalmente hay que dejar que vivan y mientras lo hacen procurarlos hacerlos felices el último tramo del camino que les falta por recorrer, del mismo modo en que ellos con todo su amor y su cariño, nos dieron su mano cuando iniciamos el nuestro, en pocas palabras hay que AMARLOS mucho, se sienten los últimos de su generación, ya han sepultado a sus hermanos, compadres, amigos, y viven en un mundo que a veces los asusta.

No puedo dejar de hacer mención especial y mostrar mi admiración y respeto a dos de mis hermanas, Leonor y Lupina, que se desvivieron con la Tía Carmen mientras vivió hasta su fallecimiento, y lo hacen hoy día con la Tía Aloha (ambas hermanas de mi madre), y Los Tíos Alfa y Juan Antonio (hermano de mi Padre) demostrándoles más amor que nunca, por todo ese amor que nos dieron cando niños. Un día les dije a este ejemplo de hermanas, que así como fuimos nosotros por los Tíos Juan Antonio y Alfa para llevarlos a comer por un aniversario y un sobrino de la Tía Aloha vino junto con sus esposa por ella para llevarla a la boda de un familiar por parte de su difunto esposo, les dije a mis hermanas, cuando nosotros tengamos 85 años o más, seguramente iremos a donde nuestros sobrinos nos lleven a la cena de navidad o de cumpleaños, pues hoy, estamos haciendo que se cumpla aquella conocida frase que dice: si las palabras convencen, el ejemplo que demos a nuestros hijos, sobrinos y familiares menores arrastra.

Amor con amor se paga

Finalmente les voy a compartir un cuentito muy interesante y muy para reflexionar que se llama “Amor con amor se paga”, es un testimonio viviente ocurrido en un concurrido restaurante:

Un hijo llevó a su padre a un restaurante para disfrutar de una deliciosa cena. Su padre ya era bastante anciano, y por lo tanto, un poco débil también. Mientras comía, un poco de los alimentos caía de cuando en cuando sobre su camisa y su pantalón. Los demás comensales observaban al anciano con sus rostros distorsionados por el disgusto, pero su hijo permanecía en total calma.
Una vez que ambos terminaron de comer, el hijo, sin mostrarse ni remotamente avergonzado, ayudó con absoluta tranquilidad a su padre y lo llevó al sanitario. Limpió las sobras de comida de su arrugado rostro, e intentó lavar las manchas de comida de su ropa; amorosamente peinó su cabello gris y finalmente le acomodó los anteojos. Al salir del sanitario, un profundo silencio reinaba en el restaurante. Nadie podía entender cómo es que alguien podía hacer el ridículo de tal manera. El hijo se dispuso a pagar la cuenta, pero antes de partir, un hombre, también de avanzada edad, se levantó de entre los comensales, y le preguntó al hijo del anciano:

“¿No te parece que has dejado algo aquí? “ El joven respondió: “No, no he dejado nada”. Entonces el extraño le dijo: “Sí, has dejado algo! ¡Haz dejado aquí una lección para cada hijo, y una esperanza para cada padre!”
El restaurante entero estaba tan silencioso, que se podía escuchar caer un alfiler. Uno de los mayores honores que existen, es poder cuidar de aquellos adultos mayores que alguna vez nos cuidaron también. Nuestros padres, y todos esos ancianos que sacrificaron sus vidas, con todo su tiempo, dinero y esfuerzo por nosotros, merecen nuestro máximo respeto.

Una lección para todos los hijos, para que aprendan a tenerle paciencia a sus padres y no se avergüencen de ellos, pues cuando ellos eran niños sus padres nunca se avergonzaron de ellos cuando comían y ensuciaban su ropa y el lugar donde ellos comían. Los padres siempre brindan amor.

Si también sientes respeto hacia los adultos mayores, comparte esta historia con tus amigos. Seamos agradecidos, para no andar después Entre Griegos y Troyanos con tanta ansiedad, inquietud, angustia, y sobre todo remordimiento “Todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso ténganlo en cuenta ” a la hora de darle dignidad a los adultos mayores.
Bibliografìa
La Catedrática Marcia Morales de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
Los derechos humanos de la tercera edad
http://weblog.maimonides.edu/gerontologia2007/2008/05/los_derechos_humanos_en_la_ter.html
Blogspot Dulce amanecer 31
http://dulcerenacer31.blogspot.mx/2016/01/amor-con-amor-se-paga.html?m=1

“Entre Griegos y Troyanos”

Mtro y QFB. Fernando De la Fuente García
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