“Cuando soplan vientos de cambio, unos buscan refugio o se ponen a salvo, pero otros, construyen molinos y se hacen ricos”.
Calas Moller.
Querétaro ha sido la sede del Encuentro Empresarial de este año, en donde por parte del sector productivo se trataron temas principalmente que nos duelen en cuestión de salud social, pero también en el ámbito legal. La historia de las autoridades, sigue siendo la misma, triunfalista y electorera.
En la inauguración, a cargo del Gobernador del Estado de esa entidad federativa, al dirigir su mensaje a la comunidad empresarial destacó los avances que han tenido en los logros alcanzados en economía, educación, salud, fuentes de empleo etcétera. Aquello, igual que el mensaje del presidente municipal, parecía no el masaje que se busca en reuniones donde se congregan los sectores de la productividad y fuentes de empleo principalmente, sino un resumen informativo muy apretado de logros y metas alcanzados, los cuales de paso, no son logros de una persona, tampoco de un equipo en particular y si de la sociedad que brinda su mejor trabajo cotidiano.
Desde luego que el triunfalismo, en todo su esplendor se respiraba en el Centro de Congresos de Querétaro, como lo llaman los queretanos. Personas encargadas de la seguridad se veían ir y venir, cuidando a sus jefes, de lo que luego se niega, la brutal realidad de la violencia que vivimos, pero para los políticos, la mayoría, es necesario estar cuidados. Desde luego no se habló en esta inauguración, nada del tema que convocaba a la reunión y las mesas de trabajo, donde sin cortapisas, se abordaron las ideas, planes y proyectos de componer nuestra Nación.
2018 – 2024, compromisos y exigencias impostergables, fue el tema de la convocatoria. Las propuestas que sirvan a nuestra Patria, emanadas de parte de quienes tomaron la palabra, privilegiando el debate de las ideas, este que en el tema de nuestro México, puede iniciar la refundación total de nuestra Patria, queriendo salir del lugar, no solo para autoridades, también para la población civil, de lo que nos lastima y por todos lados esta, la impunidad y la corrupción.
Este es el reflejo de las maquinarias electorales de cada partido político, los mensajes que intentan quedarse con la necesidad el pueblo y, a través de ella, el voto, rumbo a las elecciones del 2018.
El hartazgo, la desilusión, el enojo, la pérdida de confianza, no sólo en las personas, también en las instituciones, pronto quedará olvidada para dar paso al triunfalismo y, lo importante que es y, seguirá siendo nuestra “fiesta electoral”; la más reñida, en una competencia sin precedentes pero, la más cara de nuestra insípida democracia.
Las mentiras, los infundios, los insultos, las justificaciones y, la creación de pro mujeres y prohombres, abrirá el paso al olvido para enfocarse en la o, las personas que pueden salvarnos de las tragedias que nos ocasionaron los mismos que estarán pidiendo que votemos por ellos.
128 senadores, 500 diputados, 30 entidades federales, más de 2700 representaciones, estarán en juego para que los afortunados que logren ganar, al llegar a su pequeña parte de poder, se sientan tocados por algún dios materialista y sucumban ante el pecado de robar, aparte de los elegantes sueldos que se auto asignan. Así será la guerra auténticamente por el poder de los mexicanos.
Apostar al desplazamiento social, con firmeza y, en búsqueda del bien común, es el camino.
@jaimechalita
JAIME CHALITA ZARUR / Espacio de reflexión / San Luis Potosí, S.L.P. / Noviembre 13 de 2017.
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