Vivamos, pues

¡Viva México! insistimos año tras año. ¡Viva! le contestan no pocos al presidente. Pero ¿cómo podemos darle contenido a esa espléndida arenga y hacerla realidad? O ¿acaso sólo se trata de un arrebato patriotero?

Y, claro, que vivan los héroes que nos dieron patria. No los olvidemos y honrémoslos al tenerlos muy presentes, ya que nos pueden inspirar. Aunque, ojo, interesa mucho más el presente, para construir el relevante futuro.

Acabamos de festejar más de dos siglos de la proclamación de nuestra independencia, y este 27 de septiembre serán dos centurias de su consumación.

El día 16 los discursos fueron compartidos con un mandatario extranjero, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, lo cual provocó severas críticas sobre todo de quienes tal vez tienen más elementos para opinar. Si bien de adolescente fui un fervoroso simpatizante de la Revolución Cubana en sus orígenes, con el tiempo maduré (a diferencia de otros) y me decepcioné frente a su involución (retrocesos) en la realidad, ya sea con o sin sus conflictos internacionales.

A mí no me preocupa que este dirigente pueda ser comunista (de hecho, no creo que su agenda lo sea hoy), sino que como sus antecesores el representante es claramente autoritario, no democrático y muy represivo. Cuba habrá sufrido por mantener su independencia ante la potencia estadounidense, pero no resulta un ejemplo útil en los tiempos actuales. Además, recordemos lo que Ricardo Anaya dijo en aquel debate del 2018: AMLO no entiende el mundo.

Miren, ni Cuba ni México han aprovechado sus afanes independentistas para lograr una amplia prosperidad en vez de pobreza; en nuestro caso, con más libertad y democracia hacia cierto crecimiento económico, que incluso reconoce el papel y la importancia de la economía de Estados Unidos. El fin del “bloqueo” norteamericano a Cuba nunca será suficiente para cambiar esas limitantes, aparte de que tendrá que atender demandas que se le plantearon al establecerse el embargo comercial.

Sí: ¡Que viva la amistad México-Cuba! Nuestra relación ha sido muy especial y solidaria a lo largo de más de seis décadas, aunque desde hace muchos años la viabilidad del régimen cubano sólo se puede sostener con duras restricciones a las libertades, graves violaciones a los derechos humanos, abiertas represiones a la población y diversos apoyos internacionales que, en períodos anteriores, estuvieron a cargo de la extinta Unión Soviética o de la hoy quebrada Venezuela. Y a todos nos debe quedar claro que México no podrá sustituir a esos países.

Cuba va a vivir, por supuesto, pero eso difícilmente se logrará a partir de sus fracasos y sin cambios en la economía y su sistema político con más libertades. Para México, digamos, estas iniciativas en apoyo a autocracias nunca le significarán vida o perspectivas de progreso (si acaso actuarán como distractores internos y acciones populacheras). Aunque de dignidad no come la gente allá ni acá, ¡Que viva Cuba!

¡Que viva México, cabrones (hombres y mujeres, desde luego)! En fin, que apreciemos y reafirmemos la vida ante tantos homicidios o demasiadas muertes por una pandemia tan mal gestionada. “Viva la vida”, tal como anotó Frida Kahlo en su última pintura, unas sandías, ocho días antes de morir en su casa de Coyoacán el verano de 1954. Era su adiós a la vida, señalan los especialistas: colorido y optimista, como intentaba ser ella, a pesar de los reveses que le dio la vida.

Viva, México, sí. Vivamos más y mejor al impulsar gobiernos mucho más aptos y atinados, que tengan menos defectos como la corrupción y la impunidad.

En todo caso, no celebremos tanto la muerte, sino más bien la vida: una mejor vida para más mexicanos. Vivamos.

* QUEDAN CUATRO DÍAS PARA conocer la resolución definitiva del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre la gubernatura de San Luis Potosí (2021-2027). A su vez, restan siete días para ver si la Fiscalía General de la República (FGR) hace algo a partir de viejas y nuevas acusaciones en contra del gobernador electo, ahora con elementos adicionales que le ha aportado la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).

Aunque Ricardo Gallardo Cardona ha dicho en su “narrativa” que no queda nada pendiente e incluso actúa como si ya hubiera tomado posición, igual deberá celebrar que finalmente el TEPJF emita su sentencia, y que —según acostumbra— la FGR archive todo eso y hasta lo exonere. De ser así, oigan, que gobierne bien.

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CARLOS PÉREZ GARCÍA / Opinión / Ciudad de México / Septiembre 18 de 2021.