Anoche apenas versaba
una oración para tí
y canté también “Por ti”
y creí que te abrazaba.
Y en cierto modo libraba
esta pena de perderte,
sabía que volver a verte
iba a ser casi imposible
fue un mal presagio, indecible
pero tú sabes…la muerte.
A los ochenta cinco años
te has ido Caifán mayor
en nuestra trova hay dolor
en nuestro canto de hogaños.
Se vacían nuestros escaños,
ya cantaremos “Por ti”
mientras sigamos aquí
encontraremos consuelo
sin volver la vista al suelo
sabremos que esta aquí.
Remolinos de recuerdos
te escucho cantar al fondo
encadenado a Macondo
y a su belleza: Remedios.
Nos arrebata en asedios
mariposa liberadas
de alguna trampa libradas
que urdiste en la soledad
cien años de libertad
y nuestras voces atadas.
Tu niña de Guatemala
la que se murió de amor
ahora vivirá en tu honor
y hace espera en la antesala
de la eternidad, e instala
una caricia a tu voz
profunda, que supo dar
olas como lo hizo el mar
en plegarias a una izquierda
que no dejaremos pierda
tu enseñanza, tu cantar.
Ochenta y cinco son tantos
como quieras tu pensar
más no quiero imaginar
de Macondo sus encantos
si esos aires como espantos
nos vienen a dar las llaves,
vuelve y canta como sabes
mi afecto Caifán mayor
que todo sea un pormenor
es la muerte, mi Oscar Chávez.
@JosAntonioParg2
JOSÉ ANTONIO PARGA / Décimas del Tapabocas / San Luis Potosí, S.L.P. / Mayo 1 de 2020.
Be the first to comment