Era una apuesta arriesgada: Forzar en esta elección de junio la inclusión del popular presidente en la boleta por lo de la revocación de mandato, o incluso meter la polarizante pregunta de si se enjuicia o no a los expresidentes “neoliberales”. Nada lograron y eso pasaría al año próximo, aunque sí se aprecia un referéndum sobre López Obrador y su emproblemado gobierno morenista, lo que ya no les resulta tan positivo porque no presenta logros significativos y las perspectivas del país son fatídicas.
Más que a personalidades locales en estados y municipios, esto debería afectar en mayor medida los casos de diputados federales que interesan tanto al presidente para encauzar sus inclinaciones autoritarias y mesiánicas, al igual que a las crecientes oposiciones para tratar de detenerlo. Mientras, fíjense, se producen distorsiones e incongruencias, que nada bueno aportan.
Veamos. La debilidad de la oposición partidista, junto con los errores de un partido en el poder que ya genera menos esperanzas, traen confusiones y sobresaltos. Pero los riesgos vienen más de la actual mafia en el poder, que de la oposición unida o coaligada.
Las cuestionadas prácticas con tarjetas para entrega de efectivo se han ubicado especialmente en Jalisco (Morena: Guadalajara y Puerto Vallarta); Yucatán (PRI: Mérida); CdMx (Morena: alcaldías Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza); Nuevo León (PRI y Morena, para la gubernatura); San Luis Potosí (Verde-PT, en la gubernatura), y Baja California Sur (PAN, para gobernador). Tal como él mismo lo ha aceptado, el tabasqueño se ha metido en el proceso electoral: por ejemplo, al denunciar a dos candidatos que superan en las encuestas a la candidata de Morena.
Pero, ojo, el partido oficial usa con amplitud esas prácticas y, de hecho, es su líder real quien las ha introducido e impulsado a lo largo de años en México: repartos de dinero con tarjetas, así como promesas desmedidas tan usuales en el populismo, todo lo cual tiende a ser copiado ahora por otros partidos para estar en posibilidad de competir. Desesperado porque su gobierno y su movimiento se ven lejos de lo que él esperaba, se lanza contra adversarios y, en la emergencia, no le importa arremeter contra el INE y la Constitución o en contra de Estados Unidos, pues también busca distraernos del desastre del Metro que afecta directamente a sus protegidos Ebrard y Sheinbaum.
El poderoso mandatario se altera y, según señalan, se preocupa demasiado por el pasado y por su imagen hacia una evaluación implícita en las elecciones, a la vez que las complicaciones lo afectan cada día más. ¿Qué significa todo ello?
Es tal su irritación y ofuscamiento, que un sabio y curtido correligionario, el morenista Porfirio Muñoz Ledo, le dice a AMLO: “Párale ya, ponte en razón, y no te dejes influir por los mentecatos”. Esto no parece afectar a millones de feligreses del ‘pueblo bueno’ ni a algunos de sus amigos conocedores del Derecho, pero fortalece la oposición de la sociedad y nutre las peores perspectivas del país.
Mucho va a suceder después de las elecciones, con una tendencia a agravar las desatendidas áreas de economía, pobreza, desempleo, falta de inversión, salud, inseguridad, corrupción e impunidad; sobre todo, si el iluminado presidente no tiene remedio ni acepta ciertos resultados que no le favorezcan. Hasta hoy no me he equivocado… pero, créanme, ahora sí espero que el optimismo me derrote. Habrá que volver y enderezar esas áreas en medio de la inestabilidad.
* HAY ESTADOS QUE HAN mostrado mayores vicisitudes en los procesos hacia la elección de gobernador, lo cual se asocia a las peculiaridades de los precandidatos o a algunas equivocaciones y revelaciones. En conjunto, la información tan cambiante nos puede sugerir ya que, de las 15 gubernaturas en juego, el partido oficial va a obtener al menos 5, y a lo más 10 de ellas… eso sí, muchos de los resultados serán diferentes de los del 2018.
Algo queda de los ímpetus de aquel año, pero igual vemos casos en que ya no se sabe bien quiénes son candidatos de qué partido, y eso podrá afectar al votante junto con malas decisiones del presidente de Morena, que finalmente han traído candidatos impresentables. Bueno, nada más que afronten los efectos.
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