Ficciones electorales ¿Voto libre y secreto?

La incorporación del sistema de Código QR en las credenciales de elector, que ha sido anunciada por integrantes del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) ha generado cierta expectación, pues además de que debe reconocerse como adelantos en el sistema, nunca falta quien incurra en el sospechosismo y de rienda suelta a las hipótesis que ya circulan sobre el uso de esa tecnología, como que se puede violentar la secrecía del voto y ejercer alguna suerte de manipulación de la voluntad popular a partir del supuesto conocimiento que dará a alguna siniestra (o diestra) cúpula o mafia, el sentido de cada decisión con su autor y dueño de la credencial del INE, hora, sección, distrito, etc. y que además tal información será conocida en el momento mismo de sufragar, como si el Código QR funcionara cual diabólico chip que además controla y vigila cada boleta utilizada, aunque éstas no cuenten con el mentado código; o como si se pudiera escanear el ADN vertido con  un simple contacto entre el acreditado y el voto que deposita en las urnas. Ni Ray Bradbury en sus “Crónicas Marcianas”, ni Aldous Huxley en “Un mundo Feliz” o el propio “Julio Verne”  en cualquiera de sus novelas, habrían tenido tales atrevimientos de imaginativa y ficción. Aunque…ahora que lo pienso, ¿cuántos de los hechos imaginados por esos genios de la literatura que conocí (leí, no es para tanto) en diversas épocas de la vida han sido alcanzados y superados por la realidad? Acaso lo único que sigue “virgen” sea Marte, el planeta con el nombre del Dios de la Guerra al que quizá por ello le han pensado en acercarse, aunque se dice que ya le hacen cosquillas con una casi mítica sonda. Pues no vaya a ser y terminemos pecando de ingenuos, veamos hasta dónde puede afectar la democracia el tal Código.

Cuando hablamos de que el voto es libre y secreto, referimos dos propiedades que nuestro sistema jurídico político le reconoce a ese instrumento y las consagra para que nuestra voluntad y la de todos pueda definir el rumbo y categoría de nuestra democracia, el proyecto de nación que deseamos o hasta “el candidato que nos cae mejor”, con toda libertad y sin que nadie pueda manipular o influenciar nuestra elección. Lo secreto del voto, no se refiere a que sea clandestino o a que nunca se pueda saber a quién beneficia, sino al secreto e intimidad en que cada quien debe tomar su decisión, contrario a lo que sucede por ejemplo en una asamblea en la que se vota de forma económica o si usted quiere a mano alzada, de tal manera que el sentido del voto y de quien lo emite pueda ser supervisado y en consecuencia controlado bajo cualquier tipo de presión o amenaza. Cuando se emite con el único conocimiento de su sentido o dirección por quien lo hace, se garantiza que tal emisión es libre. De ahí que los conceptos de libertad y secreto coexisten normalmente.

En la actualidad donde el ahorrar tiempo es una de las cosas que más buscamos para constatar, revisar o consultar cierta información podemos encontrar que accesorios de uso cotidiano como perfumes, ropa, relojes, coches, revistas, diarios, teléfonos y hasta informes de gobierno llevan impresos en una parte visible una figura cuadrada con algunas figuras, sin forma exacta a simple vista, pero que con un celular o cualquier lector nos conectan con un sitio web, un mapa de localización, una aplicación en internet o un perfil de alguna red social. Esto  es lo que ha venido a suplir los códigos de barras, pero con muchos mayores alcances, concretamente el código QR que en 1994 fue creado por la compañía japonesa Denso Wave y que presenta tres cuadros dentro de otro cuadro en las esquinas que permiten detectar la posición del código al lector. Según Wikipedia es un código de barras bidimensional cuadrada que puede almacenar los datos codificados. La mayoría del tiempo es un enlace a un sitio web. Es un módulo para almacenar información en una matriz de puntos o en un código de barras bidimensional.

Pues bien,  esta tecnología estará llegando hasta las Credenciales para votar pues a partir de diciembre el Instituto Nacional Electoral incluirá en las nuevas identificaciones un código bidimensional QR para mejorar los mecanismos de seguridad de los datos personales de los ciudadanos al interior del código se encontrará información como el nombre, la clave única de Registro de Población (CURP), el estado, municipio y localidad de origen además de la vigencia de la credencial y una fotografía en blanco y negro con una marca de agua además del lugar de expedición. Pero el código no es un escáner o mágico buscador que pueda detectar hacia donde fue direccionado cada voto y, por el contrario, será útil para ocultar a los ojos de ladrones o estafadores nuestra información personal pues la credencial no podrá ser escaneada en cualquier sitio y contendrá llaves que el Instituto pueda supervisar en su utilización.

Dejemos pues las crónicas marcianas venusinas de algunos paranoicos y, cómo reza el clásico, agoreros de la desunión. Bienvenidas la discreción y la protección.

PEDRO OLVERA / Retruécanos / San Luis Potosí, S.L.P. / Noviembre 23 de 2019.

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