El COVID-19 El Señor (Emaús) se aparece en medio de nosotros

¿Qué llevabas conversando? Me dijiste buen amigo, y me detuve asombrado a la vera del camino. ¿No sabes lo que ha pasado ayer en Jerusalén? De Jesús de Nazaret, a quien clavaron en la cruz. Por eso me vuelvo en pena a mi aldea de Emaús… “Por la calzada de Emaús. Un peregrino iba conmigo. No le conocí al caminar. Ahora sí, en la fracción del pan. Es muy probable que la conversación de los peregrinos de Emaús si hubieran vivido la experiencia del COVID-19 fuera como el siguiente dialogo:

Amigo mío, asumamos nuestra propia conducta, nuestra propia responsabilidad, y nuestra libertad interior, martirial como los primeros cristianos, martirial, uno tiene que decir lo que se tenga que decir aunque cueste lo que cueste. Amigo, acuérdate que México está bajo el manto de la Virgen de Guadalupe, Madre de Dios y que jamás puede ser servil a un gobierno demoniaco y anticristiano, no puede serlo, no puede serlo como cristiano, no puede aceptar esas pautas siendo un cristiano bautizado.

Bien sabes amigo mío que Jesús nuestro Señor, no murió para que tengamos esta conducta vil como esa, ¿no es cierto?, pero espero que el pueblo de México conserve su raíz Mariana, recordad como la Virgen de Guadalupe es la virgen que forjo una Patria, la Patria Mexicana, nada más, ni nada menos, por eso se ganó los tres colores de nuestra bandera en su imagen, así se gestó nuestra Patria, con todos los entreveres y contradicciones, pero somos de la Virgen Santísima de Guadalupe.

Y sabes algo más amigo mío, ningún hijo de la Virgen puede ser esclavo del demonio, yo creo que es así, estoy convencido que cada uno debe conservar la libertad interior, y actuar de acuerdo a esa libertad interior, y mucho más si nos quieren dar, con el pretexto del COVID-19 medicinas y nos quieren poner chips que contravenga nuestra libertad interior y sobre todo nuestra libertad de conciencia.

Oh captain! My captain!, aquí aplica muy bien esta frase, ¡No te parece amigo?, te acuerdas, esa frase la decían aquellos alumnos de aquella universidad, ante su maestro líder de Literatura en la película “La Sociedad de los Poetas Muertos”, Oh captain! My captain!, Por eso me vuelvo en pena a mi aldea de Emaùs…

Los judíos estaban sorprendidos por el milagro que había sucedido y corrieron detrás de Pedro y Juan. Parece que ya habían olvidado a Jesús, habían olvidado que, no hace muchos días, un hombre hacía grandes señales y prodigios y que ellos mismos habían pedido crucificarlo prefiriendo la libertad de un ladrón.

Pedro, en este segundo discurso irrumpe con una fuerza nueva. Atrás quedaron sus dudas, sus miedos. La fe en la resurrección ha sido para él una experiencia nueva. A la luz del Resucitado descubre el sentido de la historia de su pueblo y el sentido de la historia de su vida. A la luz del Resucitado ¿nosotros/as…?

¿Por qué surgen dudas en vuestro interior? Mientras estaban contando la extraordinaria experiencia de su encuentro con el Señor (Emaús) Jesús se aparece en medio de ellos. El evangelista Lucas se dirige a una comunidad en la que surgen dudas acerca de la resurrección de Jesús, ¿es realmente Jesús el que ha resucitado? ¿No será más bien una ilusión, un espíritu, un fantasma? ¿Es una realidad espiritual y/o física? En la medida que estas críticas iban surgiendo los apóstoles comenzarán a recordar las apariciones de Jesús.

Lucas describe la reacción inicial de sorpresa y miedo, creen estar ante un fantasma. Leemos en el texto evangélico “estaban hablando de estas cosas cuando se presentó Jesús en medio de ellos…” ¿y si nos sentamos entre los apóstoles, como uno o una más y escuchamos lo que nos dice Jesús?, ¿Por qué surgen dudas en vuestro interior?, ¿Dudas? Si, dudas. Muchas veces necesitamos pruebas, ver, tocar, comer, es decir, pruebas.

Llevar un discurso lógico, utilizar argumentos razonables. Jesús se hace cargo de nuestra debilidad y aporta señales para disipar las dudas de su interior, de nuestro interior. Era muy fuerte lo que los discípulos habían vivido, la decepción y el fracaso de su muerte, necesitaban sentir la cercanía y la fuerza de su Maestro resucitado. ¿Por qué os asustáis? Es un bueno momento para confrontar nuestros miedos, para tomar el pulso a nuestra fe. Una fe que no nos desvincula de lo humano, porque el Jesús-Cristo de nuestra fe es el mismo que ha experimentado su condición humana con todas sus consecuencias.

Entonces les abrió el entendimiento para comprender las escrituras Lucas pone en relación toda la historia del pueblo judío con el hecho de la Resurrección y “esto os lo dije, que era necesario se cumpliese toda la ley de Moisés, en los profetas y en los Salmos acerca de mí”. Es el mismo que había sido anunciado tiempo atrás por los profetas, el mismo que ha alentado la vida de muchos creyentes, que, creyendo y experimentado la fuerza transformadora de la Resurrección han visto las llagas, el sufrimiento de tantos hombre y mujeres y han reconocido en sus llagas, el rostro de Jesús presente en ellos, han comprometido su vida en la edificación de su Reino.

Nos dejamos sorprender por el Resucitado, dejamos que confirme nuestra fe débil. Escribe J.A. Pagola “si no experimentamos por dentro la paz y la alegría que Jesús infunde, es difícil que encontremos “por fuera” pruebas de la Resurrección. Pedimos al Señor nos abra el entendimiento para comprender las escrituras y el corazón para experimentar la gracia de la Resurrección.

Vosotros sois testigos de todo esto. La misión que se encomienda a los once y a toda la comunidad significada en ellos, es la de ser testigos de la muerte y resurrección de Jesús. De su Presencia en nuestra vida. Toda la historia anterior al resucitado se concibe como un proceso que culmina en este Resucitado y a partir de Él se expande al mundo entero, no solo a los judíos. Testigos de un Dios cercano al sufrimiento humano que ofrece su amor a todos los hombres que nos acoge e invita a la conversión y al perdón de los pecados.

La Hna. Mariví Sánchez Urrutia de Congregación de Dominicas de La Anunciata en una de sus reflexiones nos dice: Hoy ningún cristiano creo que dude del mandato de Jesús, vosotros sois testigos. Testigos no sólo con la palabra sino con la vida. Creer en el Resucitado y vivir la experiencia de resurrección. ¿Cómo ser testigos hoy? Dice Benedicto XVI “en la sociedad actual, el discípulo de Jesús es un testigo de la solidaridad, la transcendencia, de la dimensión espiritual del hombre como reivindicación de la raíz última de la dignidad humana” En las relaciones humanas y sociales se rige por la lógica del don y de la gratuidad.” (De La caridad en la verdad). Señor fortalece mi testimonio.

Creer en el Resucitado y vivir la experiencia de resurrección, trae a mi cabeza el recuerdo de aquel Evangelio de San Juan, en que esa noche en aquel día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa encerrados por miedo a los judíos, seguramente lo recordaran ustedes, cuando Jesús entra y en medio de la habitación, les dijo “la Paz sea con vosotros” Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.

Jesús repitió: “la Paz sea con vosotros” Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor. Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: “la Paz sea con vosotros” Luego dijo a Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Contestó Tomás: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto.

Muchos otros signos, que no están escritos en éste libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre. Palabra del Señor. Toda la palabra del Señor es preciosa, cada una de sus palabras tiene resonancia universal y es tan grandiosa en su infinita sabiduría que no se le puede ni agregar nada a lo que el señor no dice porque lo dice para toda la eternidad, todo está divinamente establecido; con exactitud milimétrica que jamás se va a equivocar.

Por eso debemos valorar a nuestra IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA porque es un milagro perpetuo de la Misericordia de Dios. Por eso sabiéndonos pecadores inconstantes, volubles y cuántas cosas más El Señor establece el Sacramento de la Confesión. En este Evangelio de Juan al que me he referido, estando con los discípulos les dice: soplando sobre ellos y les dijo: “Recibido El Espíritu Santo a quienes les perdonéis los Pecados, les quedan perdonados y a quienes se los retengáis les quedan retenidos” o sea que cuando lleguemos a la presencia de Dios con los pecados retenidos es como si al presentarnos al tribunal del Señor, llegáramos amargados y no tenemos disculpas, que el Señor pueda aceptar.

No aceptar la confesión, es no admitir que hemos pecado, y con soberbia inaudita nos apartamos de la única Iglesia que es nuestra salvación. El magisterio de la Iglesia es sabio en su jerarquía, y por eso debemos seguir sus instrucciones con total fidelidad. No podemos obrar a nuestro cómodo, por eso el Señor pone a Pedro cómo la Cabeza visible de la Santa Iglesia Católica, para que el Papa, que es la cabeza visible del señor, y todos unidos en el amor establecido en su Santa Comunión; y que todos unidos con el señor somos uno sólo; uno solo en la comunión de fieles y que obedecemos únicamente a Dios. No importa que tanto daño nos quiera hacer, desde que sigamos obedeciendo directamente al señor.

Él nos previene con siglos de antigüedad que aunque descienda un ángel del Cielo no le podemos quitar ni una coma a las Verdades establecidas por Dios. Y que por más ángel que se crea descendido del cielo por la autoridad de Dios que otro Papa no establecido legítimamente por Dios. El Señor Dice: “Cielo y tierra pasarán pero mis Palabras no Pasaran”. Nosotros seguimos solamente al Señor como lo dice El Credo: Creador de todo lo Visible y lo invisible; porque el Papado lo disperso Bergoglio en cada uno de los Obispos del mundo, a los que les dio todo potestad, de obrar de acuerdo al libre albedrío y autoridad.

¿Qué llevabas conversando? Me dijiste buen amigo, y me detuve asombrado a la vera del camino. ¿No sabes lo que ha pasado ayer en Jerusalén? De Jesús de Nazaret, a quien clavaron en la cruz. Por eso me vuelvo en pena a mi aldea de Emaús… “Por la calzada de Emaús. Un peregrino iba conmigo. No le conocí al caminar. Ahora sí, en la fracción del pan…

ENTRE GRIEGOS Y TROYANOS
Mtro. QFB. Fernando De la Fuente García
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EL COVID-19 EL SEÑOR (EMAÚS) SE APARECE EN MEDIO DE NOSOTROS

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