El proceso electoral actual en San Luis Potosí es risible y preocupante, y no solo por algunos o la mayoría de los que contienden por un puesto público, si no también por como es que la ciudadanía ha ido respondiendo a este proceso desde que se llevaron a cabo los comicios internos de los partidos políticos y como los partidos políticos, olvidaron hasta el más ínfimo significado de lo que son, como se detalla en la real academia de la lengua Española, partido: organización política formada por un grupo de personas que comparten y defienden las mismas ideas y que toman parte en la política de un país.
Es imperdible, como lo es una novela o una serie de televisión, el papel de los partidos en esta contienda electoral.
Nos encontramos con superhéroes que al hacer “Alianzas por México” supuestamente salvarán nuestro país de una Venezuela que desde mi perspectiva, jamás existió ni existirá; y lo digo así, porque ese es el extremo que se menciona, más no porque piense que todo esté bien en nuestro país.
Tenemos los bribones, que son los cascarrabias de la elección, los antagonistas de la novela que hacen rabietas de todo lo que hacen los punteros, pero siempre terminan perdiendo en el episodio final.
Tenemos a los extras, aquellos que aparecieron de pronto dicen una línea que les da sus 5 minutos de fama y buscan con ello aparecer siempre en el cuadro principal.
Tenemos a los protagonistas, aquellos que sufren de despecho, de engaños y ataques constantes, envidias y traiciones y que no siempre son felices, que hacen sacrificios que a veces son insoportables por la audiencia y rayan en lo ingenuo.
Y tenemos por otro lado a la audiencia, un público que por momentos favorece al partido pensando en un voto en cascada sin importar si el candidato está o no preparado o es o no un buen líder, gestor, y ciudadano integro, y por momentos favorece al candidato, sin pensar en las consecuencias de votar por coaliciones o partidos que no representan sus intereses o ideologías.
Es irónico pensar que en estas elecciones aún sin terminar ya ha habido mil y un desenlaces de los actos 1 y 2 de la obra, y faltando nada del tercer acto, ya muchos se han dado por ganadores.
He podido observar y platicar en los últimos días con personas de distintas ideologías, edades, círculos sociales y zonas de San Luis Potosí, y me doy cuenta de la incongruencia y el desconocimiento de las propuestas que existe en general al razonar o justificar el voto, pero sé que no es culpa nuestra, es culpa de los partidos, de los candidatos y de la obra en general. ¿Quiénes son los directores de esta novela? ¿Qué más que novela parece sátira…
Porque ahora ya no importa nada de los estatutos partidistas y aunque sea de manera políticamente correcta no se busca justificar las candidaturas de los mismos ?
¿Es acaso el apocalípsis de la era partidista? ¿O será un punto de quiebre para las coaliciones inverosímiles que resultará en un partidismo más radical no antes visto en los últimos años ?
Me no entender, diría el gringo, estamos expectantes, se siente el aire denso, de hartazgo, de secretismo y complicidad, de chisme de pasillo y traición, de una generación de electores nada convencidos por el proceso, faltantes de explicaciones y con ganas de abstencionismo. ¿Hace falta regresar a lo básico? ¿O mejor cambiarlo todo ? Un parteaguas en este país está por comenzar, y si no me creen veamos que pasa el 7 de junio, cuando los resultados salgan a la luz, pero más aún, en 3 años, cuando los logros y atropellos de las administraciones se puedan palpar y no solo platicar, el término o el punto medio de la carne en el asador. Ánimo electores falta poco y lo que si creo firmemente es que para podernos quejar o glorificar hay que ir a ser parte de esta contienda, a expresar lo que desde nuestros adentros pensamos y creemos fielmente y no lo que se nos indica en nuestra familia o círculo de amistades como lo más apto.
Este 6 de junio, se hará historia… Juntos o no.
@roxaniutz
ROXANA EUNICE OLVERA ROSILLO / cara o cruz / 26 de mayo de 2021.
