Covid-19 y se retiraron a su tierra por otro camino

Voy a comentar con ustedes algo que últimamente ha llegado a niveles muy peligrosos, la incidencia de las personas que se han contagiado de Covid-19  y que han puesto en semáforo rojo y que por tal motivo se han comenzado tomar nuevamente medidas de confinamiento un tanto draconianas con el fin de evitar los contagios. Cuando uno sobrevive a cualquier enfermedad o cualquier situación fortuita uno entiende que siempre es posible volver a empezar, que es una oportunidad que Dios regala, que siempre se puede volver por otro camino.

Lo del evangelio, es un nuevo nacimiento, yo lo llamo resurrección, Dios sabe sacar la vida de la muerte, ese es su estilo, y uno no puede desaprovechar esta posibilidad que Dios realiza en nosotros. Ojalá que este año que comenzamos lo podamos vivir con conciencia, somos muy irresponsables, antes de enfermarme yo también creí que no me iba a dar, y me dio, y grave, y no todos tenemos la fortuna de salir, porque mi vecino no salió, yo si salí en medio de aplausos, pero no todos salen, hace unos días fui yo, pero hoy puedes ser tú, vivir y vivir no hay otra salida. Volvamos a casa por otro camino.

Pero vayamos a mi relato que deseo compartirles.

Seguramente han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado a favor de ustedes.

Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus apóstoles y profe­tas: que también los otros pueblos comparten la misma heren­cia, son miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa en Jesucristo, por medio del Evangelio.

Mt 2, 1-12: “Vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron”

Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusa­lén preguntando:

— «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo».

Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.

Ellos le contestaron:

— «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel”».

Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:

— «Vayan y averigüen cuidadosamente acerca del niño y, cuan­do lo encuentren, avísenme, para ir yo también a adorarlo».

Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pron­to la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño.

Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

Y habiendo sido advertidos en sueños, para que no volvieran adonde estaba Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.

Pero continuemos con mi relato que deseo compartirles. Toca ahora comentar con ustedes ahora, algo que me dejo en una profunda reflexión para el resto de mi vida, y me estoy refiriendo al testimonio de un sacerdote que sobrevivo a Covid-19, después de que sus médicos dijeron, ya no hay nada que hacer por él, he aquí el testimonio que dice asi:  Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, los Magos de Oriente  se retiraron a su tierra por otro camino.

Con esta frase con la que termina a el relato del evangelio, y que la iglesia nos invita a meditar en esta solemnidad de la epifanía del Señor, de su manifestación a todos los pueblos de la tierra. Yo he querido compartir con ustedes algunas reflexiones de la vida, a propósito de la experiencia que he vivido en los últimos días. Desde siempre, esa frase “Se retiraron por otro camino” me ha golpeado el corazón. Y ahora que he tenido la oportunidad de conocer en carne propia, lo hondo de ser humano, pero con ustedes que son mi familia y mis amigos, compartía algunas cosas que escribía en estos días de convalecencia.

Todo lo que he podido vivir en profunda comunión con miles de personas, que padeces este virus del Covid-19, no todos tienen la fortuna de sobrevivir de él, y no todos tienen la fortuna de aprender algo, porque lo más fácil sería sobrevivir, pero lo más difícil es aprender algo, para no volver a recorrer los mismos caminos. Para que como decía a propósito de los Magos, vayamos por otro camino. Son ocho aprendizajes que nos deja este testimonio.

El primero de ellos lo compartía también el 31 de diciembre, en una cama de hospital, con pronósticos inciertos, cuando los médicos te dicen, que no tienes esperanza de vivir, reconoces que eres humano, radicalmente humano, fácil, débil, vulnerable, enfermable y mortal. En ese hospital se pronunció para mí la palabra muerte, una palabra que nadie quiere escuchar, y ahí entendí que eso soy, un humano mortal, y que la vida se desvanece fácilmente. Pero también entendí, porque mi momento más grave fue el 24 de diciembre, que lo que decía la palabra era cierto.

Dios se hizo carne, el Verbo se hizo carne, esa carne mía que se moría, y Dios asumió la carne, eso es lo que se estaba celebrando en ese tiempo de navidad, y los Magos de Oriente lo que vieron fue que la carne de un niño pequeño en brazos de su madre, pero con todo esto, es hermoso ser humano, tan bello y tan grande, que Dios se hizo hombre, el texto de Juan que leían, y que escuchaban el 25 de diciembre, lo decía como una belleza poética inigualable, y la palabra se hizo carne y puso su casa entre nosotros. No somos súper humanos, somos humanos mortales, amaneces, pero no siempre anocheces.

El segundo aprendizaje. En la vida hay una cantidad de valores esenciales y otros que n lo son, uno descubre cuando está en un hospital, que hay cosas que valen la pena y otras que no, que son accidentales, secundarias, pasajeras; la infelicidad y la ansiedad radican en no saber en dónde está lo importante, ¿Que es esencial?, la vida, la salud, la familia, los buenos amigos, de ahí para allá, nada, absolutamente nada, ni siquiera la plata del multimillonario más poderoso del mundo, pude comprar un minuto más de la vida.

Tercer aprendizaje. En momentos de crisis solo se quedan las personas que a uno lo quieren, se derrumban las apariencias, los intereses, las necesidades, solo queda lugar para el corazón que sabe amar con una capacidad extraordinaria, allí descubre uno lo importante del afecto, pero la pequeñez del afecto termina siendo medicina para uno, la familia, los amigos, en mi caso ustedes como comunidad parroquial, sus gestos, se convirtieron para mí en la salvación que necesitaba. Lo que se ha llamado la revolución de las cosas pequeñas, porque junto con todo el tratamiento está su oración y su amor.

Cuarto aprendizaje. En las crisis, los relatos, los discursos, las explicaciones, las lógicas, los sistemas se desvanecen, solo queda estar. La vida es un acontecimiento hermoso que sucede entre el nacimiento y la muerte, y en la vida uno aprende que único que sirve es una palabra discreta, una lagrima, una oración, el sufrimiento compartido, una sonrisa, un deseo, una promesa, cosas muy simples, pero sobre todo yo sentí que lo único que me servía era que alguien estuviera, nada más.

Quinto aprendizaje. Solo Dios basta, sin fe, uno se muere, aunque no se muera, la fe es portadora de sentido en el momento más crítico, si no crees, ya te moriste, porque cuando todo está perdido humanamente, solo queda ALGUIEN que te llevo en sus brazos, y ese alguien es PAPÁ, es Padre con corazón de Madre, yo se los digo y doy testimonio hoy, Dios actuó en todo momento,  a través de todo, a través de todos.

mi recuperación es un milagro, quien quiera, vaya a la clínica y pregúntenle al médico, y la única respuesta que él tiene es  Padre, yo no sé qué le pasó, pero usted no tenía ninguna esperanza, ese es Dios manifestándose con todo el poder de su amor, Dios es medicina, Dios es el tratamiento, Dios es el médico, Dios es la terapia, y Dios actuó sutilmente pero fuerte en mí todo el problema. Por eso yo quiero que con el hoy lo adoremos porque es fiel, el amor y la oración son la medicina.

Sexto aprendizaje. Cuando uno está enfermo, todo puede ser postergado, aplazado, cancelado, menos vivir; vivir es inaplazable, y se vive HOY, porque tantas veces lo escuche, en un diagnóstico, a las seis de la mañana te dicen que todo está bien, y a las diez que todo está mal, lo bueno, lo bello, lo verdadero, no puede aplazarse, ustedes, no aplacen nada, estrénense la camisa hoy, cómanse la comida rica hoy, dense el abrazo hoy, porque cuando uno escucha que no tiene mañana, es cuando entiende que la vida es HOY, no hay sino domingo.

ninguno de nosotros tiene el lunes asegurado, y no existe solo el  Covid-19, hay cáncer, hay aneurismas, hay accidentes, cuando uno está enfermo entiende que se trata de vivir o morir, no hay otra alternativa, no hay punto medio, así es la realidad, o vives o mueres, sobrevivir es para mediocres, eso se entiende en un hospital.

Séptimo aprendizaje. Todo pierde valor, dinero, ¿Para qué plata?, no sirve, apariencia, yo les contaba el 31 de diciembre, un cura en pelota, aporreado, vulnerado, usado por todas partes, con sus carnes colgadas, haciendo sus necesidades en una bolsa, esperando que una enfermera lo limpie. Somos carne de gusanos o de crematorio, para que cirugías crema, apariencias, cuando salgan de un hospital se van a dar cuenta que todo eso sirve poco.

¿Para qué títulos académicos? ¿Para qué puestos sociales? ¿Para qué status económico? ¿Para qué ser cura? Cuando al igual todos los de ese piso nos estamos muriendo, verse así como me veía yo desnudo, agujereado, conectado a un oxígeno, a cables, a una medicina que no servía, no hay nada que sirva sino intentar vivir, y todos somos iguales, somos un rebaño para la muerte. Para que tanta soberbia si la bofetada de la enfermedad nos hace despertar.

Octavo aprendizaje. Cuando uno sobrevive a cualquier enfermedad o cualquier situación fortuita, uno entiende que siempre es posible volver a empezar, que es una oportunidad que Dios regala, que siempre se puede volver por otro camino. Lo del evangelio, es un nuevo nacimiento, yo lo llamo resurrección, Dios sabe sacar la vida de la muerte, ese es su estilo, y uno no puede desaprovechar esta posibilidad que Dios realiza en nosotros, hermanos y hermanas, tomen conciencia, aprovechen, aprendan, agarren este caídos de Dios, de eso merece la vida con sentido o la vida que se agota en la simple biología.

Aprender a vivir con los ojos abiertos, el corazón palpitando, eso se aprende cuando uno está enfermo. Yo tuve que extender mis brazos a mi compañero agonizante, los dos enfermos de lo mismo, y me toco como sacerdote poderlo despedir, yo creo que ha sido el momento más duro de los quince años de sacerdocio, así como estaba yo, ahogado, desesperado, y en mis manos se me murió el compañero.

Pero pude ser sacerdote, ahí celebre con el mi eucaristía, pude ser para èl un pastor en su momento más duro. Ojalá que este año que comenzamos lo podamos vivir con conciencia, somos muy irresponsables, antes de enfermarme yo también creí que no me iba a dar, y me dio, y grave, y no todos tenemos la fortuna de salir, porque mi vecino no salió, yo si salí en medio de aplausos, pero no todos salen, hace unos días fui yo, pero hoy puedes ser tú, vivir y vivir no hay otra salida. Volvamos a casa por otro camino.

Pero continuemos con la parte final de mi relato que deseo compartirles. Probablemente ustedes ya has de estar enterados que Santiago-Paulo André Chenso es médico y profesor en Londrina, Brasil.y que èl  Creó un “Manual Para La Vida” que vale la pena leer y poner en práctica. En los siguientes aspectos:

EN LA SALUD:

  1. Beba mucha agua;
  2. Coma más lo que nace en los árboles y plantas;
  3. Viva con las 3 E’s: Energía, Entusiasmo y Empatía;
  4. Tome 30 minutos por día para ORAR  a solas;
  5. Realice actividades que activen su cerebro;
  6. Lea más libros;
  7. Siéntese en silencio, por lo menos 10 minutos cada día;
  8. Duerma 8 horas por día;
  9. Haga caminatas de 20 a 60 minutos por día y mientras camina, sonría.

 

EN LA PERSONALIDAD:

  1. No compare su vida con la de otros;No tenga pensamientos negativos;No se exceda;
  2. No se vuelva demasiado serio;
  3. No desperdicie su energía con disparates;
  4. Sonría más;
  5. La envidia es una pérdida de tiempo. Agradezca a DIOS por lo que Ud. posee.
  6. Olvide cosas del pasado. Jesús ya lanzó al mar del olvido, haga Ud. lo mismo;
  7. La vida es muy corta para odiar a alguien. PERDONE;
  8. Haga las paces con su PASADO para no echar a perder su PRESENTE;
  9. Nadie dirige su felicidad solo usted;
  10. La vida es una escuela y usted está en ella para aprender. No se quede repitiendo el año;
  11. Sonría y ría más;
  12. No necesita ganar todas las discusiones. Sepa perder.

 

EN LA SOCIEDAD:

  1. Póngase más en contacto con su familia;
  2. Cada día dé algo bueno a los demás;
  3. Perdone todo a todos;
  4. Pase buen tiempo con personas mayores de 70 años y menores de 6 años;
  5. Intente hacer sonreír, por lo menos a tres personas por día;
  6. Que no le importe lo que otros piensen de usted;
  7. En su trabajo no tomarán en cuenta cuando estuvo enfermo. No se estrese.

 

EN SU VIDA DIARIA:

  1. Haga lo que es correcto;
  2. Deshágase de lo que no es útil;
  3. Recuerde: DIOS lo cura todo;
  4. Por buena o mala que sea su situación… ésta cambiará… todo pasa;
  5. No importa cómo Ud. se sienta, levántese, arréglese y salga;
  6. Lo mejor aún está por venir;
  7. Cuando despierte en la mañana, agradezca a DIOS por la gracia de estar vivo;
  8. Mantenga su corazón siempre feliz.
  9. Comparte este mensaje con las personas que usted quiere y aprecia?

Los convido a todos para que seamos más responsables en cada una de nuestras acciones y que traen como consecuencia el bienestar de la sociedad en que vivimos, no seamos una sociedad importamadrista, por que dependemos unos de otros para poder sobrevivir decentemente y alejados de la posibilidad un eventual contagio del Covid-19

 

Monterrey, Nuevo León. México

Enero 18, 2021

ENTRE GRIEGOS Y TROYANOS

Mtro. QFB. Fernando De la Fuente García

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COVID -19 Y SE RETIRARON A SU TIERRA POR OTRO CAMINO.