Desde el comienzo de las campañas a la gubernatura han circulado un sin fin de encuestas y sondeos de medición, que lejos de fungir como ejercicios para clarificar el panorama electoral han servido a las y los candidatos como herramientas de propaganda a favor de su proyecto.
Algunas descabelladas con “ventajas” exorbitantes, unas más reservadas que otras, pero igual de inconsistentes dadas las contradicciones de sus resultados y las metodologías utilizadas. Porque hay que decirlo, en San Luis no ha habido tantas encuestas realizadas casa por casa, las que ha habido en su mayoría son telefónicas o electrónicas.
En lo que sí hay certeza y han coincidido todas las mediciones es que el porcentaje de electores indecisos sigue siendo muy alto en número.
Hasta el momento las campañas se han enfocado en recorridos y reuniones con sus bases – votos duros – esto tiene sentido, ya que en política como en la vida es un error dar las cosas por hecho, y como esperan ir por el voto y respaldo de los demás sin antes garantizar el de la gente de casa.
Sin embargo, otra apreciación es que a estas alturas, en teoría ese respaldo ya lo tienen garantizado, entonces esta decisión representa un error de logística y estrategia al no ir desde el primer momento en la búsqueda de convencer a través de las ideas, el dialogo, las propuestas y los compromisos a esos electores indecisos y los desertores que en su momento apoyaron al gobierno federal y estatal en turno.
Tal parece ser que algunos de los integrantes de los equipos de las y los candidatos están más interesados en andar a tras de ellos tomándose fotos y acompañándolos a todos los eventos, exponiéndose ellos y a sus familias, así como a sus posibles votantes, en vez de delegar y repartir tareas que sean más efectivas y representativas electoralmente hablando. Como me dijo un amigo una vez pasados los arranques de campaña: “los candidatos no necesitan rivales, con esos aliados que sacan más fotos que votos tienen…”
En una elección tan cerrada como la que atravesamos todo cuenta y mucho. Desde luego el perfil, el carisma, las habilidades, la experiencia, los positivos y negativos de las y los candidatos, son relevantes. Pero la conformación de los equipos y su coordinación adquieren mayor relevancia, ya que complementan y llenan los vacíos de quienes encabezan los proyectos, es su deber marcar la agenda – y no que se las impongan sus contrincantes – además de diseñar la estrategia electoral y de activismo, entre las muchas otras tareas del día a día.
El reto está ahí, ojalá las y los candidatos con sus respectivos equipos se atrevan a innovar y le entren a la difícil pero no imposible labor de tratar de convencer a ese electorado que aún está indeciso. O no será que como dicen; el enemigo esté en casa y todo sea deliberadamente a propósito.
@15HugoGuerrero
HUGO ALBERTO GUERRERO LOREDO / Matices / San Luis Potosí, S.L.P. / Marzo 25 de 2021.
