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Magisterio en Tensión

 

  • ** Entre la doble obediencia sindical y el reloj fiscal del ISSSTEZAC.
  • ** La pugna SNTE–CNTE, la disputa nacional por el control sindical y el deterioro estructural del ISSSTEZAC revelan un reacomodo político profundo en el sistema educativo estatal.
  • ** La dualidad zacatecana: SNTE de nombre, CNTE de espíritu.
  • ** Un ambiente político que se está develando.

En Zacatecas, los acontecimientos recientes alrededor del magisterio estatal no son hechos aislados. Son la expresión visible de un reacomodo político y sindical que viene gestándose desde años atrás, pero que hoy, con la federalización en la mesa, la transición de dirigencias y la crisis financiera del ISSSTEZAC, empieza a revelarse con claridad quirúrgica. Detrás de marchas, paros, comunicados y negociaciones, lo que está en juego es el alma política del magisterio, su capacidad de cohesión y su futuro como fuerza social organizada.

SNTE y CNTE: dos caras de una misma estructura fracturada

Para entender la tensión actual, hay que volver al origen.
El SNTE, fundado en 1943 como el sindicato “oficial” de los trabajadores de la educación en México, es el sindicato nacional oficial, el más grande de América Latina, construido a partir del viejo modelo corporativo mexicano: monolítico, disciplinado hacia el centro, tradicionalmente alineado al poder político.
La CNTE, nació en 1979 como una corriente disidente del SNTE, por su parte, surge como una disidencia interna dentro del mismo SNTE. Es un movimiento magisterial opositor, anti-corporativo, crítico del Estado y profundamente participativo. No es un sindicato aparte, sino una corriente interna con agenda propia, radicalidad ideológica y una narrativa histórica de lucha contra las estructuras oficiales.

Ese doble ADN —institucional y disidente— ha coexistido durante décadas. La diferencia hoy es que la CNTE ya no vive solo en los márgenes: dirige secciones, marca la agenda y ha logrado penetrar estructuras que antes eran territorio exclusivo del SNTE. En Zacatecas, esto se expresa con claridad.

La dualidad zacatecana: SNTE de nombre, CNTE de espíritu

Las secciones 34 y 58 del SNTE operan formalmente dentro del sindicato nacional. Sin embargo, sus dirigencias recientes se identifican políticamente con la CNTE.
Esto coloca al magisterio estatal en una posición híbrida y explosiva: somos SNTE en el papel, pero CNTE en la acción.

Por eso vemos huelgas, paros, plantones y discursos radicalizados que no corresponden al viejo SNTE institucional, sino a la lógica de presión y movilización que la CNTE domina desde hace décadas. Y esto ocurre justo cuando el gobierno federal impulsa el proceso de federalización del magisterio estatal, un movimiento que para el SNTE representa orden y control, pero que para la CNTE huele a centralización, pérdida de derechos y riesgo de desaparición de conquistas.

Lo que ocurre hoy en Zacatecas es una disputa por la legitimidad:
¿Quién representa realmente al magisterio?
¿Quién negocia?
¿El SNTE nacional?
¿Las dirigencias locales?
¿La CNTE como corriente dominante?
La confusión no es menor: afecta la gobernabilidad educativa.

El nuevo tablero: CNTE local vs SNTE nacional

Mientras las bases estatales se mueven en clave CNTE, el SNTE nacional mantiene una línea política distinta, más institucional, más negociadora, más cercana al gobierno federal. Ahí está la raíz de la tensión:
La agenda nacional no coincide con la agenda local.
Las rutas de negociación no se alinean.
La narrativa de la federalización tampoco es la misma.

Para el SNTE nacional, centralizar al magisterio estatal representa estabilidad administrativa y regularización laboral.
Para la CNTE, en cambio, es una amenaza a su control territorial, su base política y su capacidad de movilización.

Esta dualidad genera un ambiente de desconfianza, sospecha y mensajes cruzados, donde los docentes —los verdaderos afectados— quedan atrapados entre la institucionalidad nacional y el fuego político local.

Y mientras tanto… el ISSSTEZAC toca la puerta

En paralelo a la lucha interna del magisterio, otro gigante se mueve: el ISSSTEZAC.

Los datos recientes son contundentes:

  • Hoy existen más de 6,000 pensionados y jubilados activos.
  • La nómina mensual supera los 118 millones de pesos.
  • El número de pensionados creció de 4,551 en 2021 a más de 6,100 en 2025.
  • Algunos meses, las cuotas y aportaciones alcanzan a cubrir la nómina; otros meses no.
  • La presión financiera aumenta con cada nueva jubilación.

Aunque el instituto ha logrado “estabilidad” de corto plazo —gracias a aportaciones constantes y ajustes operativos— la tendencia es clara: el equilibrio es frágil y altamente vulnerable.

La crisis del ISSSTEZAC no es solo económica:
es emocional, institucional y generacional.
Los trabajadores viven con ansiedad, incertidumbre y miedo al futuro.
El patrimonio de su vejez está en disputa, y eso golpea la confianza, la identidad laboral y la cohesión del gremio.

Un ambiente político que se está develando

Cuando ponemos todo el cuadro completo —federalización, lucha SNTE-CNTE, ISSSTEZAC presionado, dirigencias divididas— aparece una radiografía clara del momento político que Zacatecas está viviendo:

  1. Un magisterio dividido, fatigado, que ya no confía en las versiones oficiales.
  2. Un gobierno estatal debilitado, sin un discurso unificador frente a la crisis.
  3. Un SNTE nacional institucional, intentando imponer orden en territorios donde la CNTE ya domina.
  4. Un ISSSTEZAC que es la bomba silenciosa detrás de todo el conflicto.
  5. Un clima emocional colectivo marcado por la frustración, el desgaste y la incertidumbre, que erosiona la confianza en las instituciones.

En conclusión: estabilidad momentánea, pero no garantía de futuro

Hoy, el sistema educativo zacatecano vive una estabilidad aparente: las secciones funcionan, las negociaciones avanzan, las pensiones se pagan y la federalización está en mesa.

Pero es una estabilidad sostenida con alfileres.

A corto plazo, el ISSSTEZAC pagará.
El SNTE y la CNTE seguirán negociando.
El gobierno intentará mantener la operación.

Pero a mediano plazo —si no hay reformas estructurales, claridad sindical y reconstrucción emocional del magisterio— el sistema puede entrar en una fase de quiebre institucional.

Porque cuando un sindicato tiene dos almas, cuando un gobierno tiene dos discursos y cuando un sistema de pensiones tiene dos realidades (equilibrio mensual y déficit estructural), lo que realmente está en disputa no son los números: es el futuro mismo del magisterio zacatecano.

Hoy, más que nunca, el magisterio zacatecano necesita una verdad sin maquillaje: no es posible sostener una educación pública sólida cuando el sindicato está fracturado, cuando el gobierno titubea y cuando el fondo de pensiones vive al día.
La disputa entre SNTE y CNTE no es una anécdota sindical: es el síntoma de un sistema que perdió cohesión y que se mueve entre intereses políticos, presiones regionales y agendas nacionales que no dialogan entre sí.

La federalización, presentada como la gran solución, avanza con un discurso incompleto. La CNTE se opone por razones ideológicas y de control; el SNTE nacional la impulsa como bandera de orden; y el docente de a pie queda en medio, confundido, cansado y sin certezas.

Mientras tanto, el ISSSTEZAC se convierte en el espejo que nadie quiere mirar:
un instituto que paga puntualmente —sí— pero que se sostiene sobre una base cada vez más delgada, con más jubilados que trabajadores nuevos, con aportaciones suficientes solo en meses buenos, y con un futuro que exige decisiones valientes y no discursos de ocasión.

La educación en Zacatecas no se derrumba por falta de docentes ni por falta de vocación; se tambalea porque las estructuras que deberían proteger al maestro están desgastadas, politizadas y atrapadas en su propia inercia.

Y si algo revela este momento crítico es que ya no hay espacio para simulaciones.
El magisterio necesita una dirigencia unificada, un gobierno con un plan claro y un ISSSTEZAC con reglas nuevas y sostenibles.
De lo contrario, no será la CNTE ni el SNTE quienes definan el futuro:
será la realidad demográfica, económica y emocional la que imponga sus condiciones.

El reloj ya corre.
Y esta vez, no alcanza con administrar la crisis: hay que reconstruir la confianza, la claridad y la dignidad de quienes sostienen la educación pública en Zacatecas.

 

Tres para ti Doc.

Facebook: Víctor De LA Brecha

X: @GarciaVicko

VICTOR HUGO GARCÍA / Tercera Fuerza / Zacatecas, Zac. / 11 / diciembre / 2025.

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