Las Águilas del América se convirtieron en el segundo finalista tras derrotar dos goles por cero a los Rayos del Necaxa; en el marcador global quedaron tres anotaciones a una. Los autores de los tantos azulcremas fueron William Da Silva (73’) y Oribe Peralta (83’), ante más de 68 mil aficionados en el Estadio Azteca.
Antes de conseguir el pase a la final, América tuvo que esperar hasta el segundo tiempo para poder batir a Necaxa. En los primeros minutos, entre la velocidad de Darwin Quintero y Renato Ibarra, desgastaba a la zaga hidrocálida, por lo que dejaban algunos espacios que los azulcremas aprovechaban.
El Necaxa batalló para levantar, no encontraba la manera de doblegar a la defensa americanista. La motivación de Rayos llegó hasta que en un cabezazo proveniente de tiro de esquina pegó en el poste de la portería de Moisés Muñoz.
Desde ese momento, las caras de los pupilos de Alfonso Sosa cambiaron radicalmente. Tomaron fuerza al frente y empezaron a generar peligro en el área americanista retando a un estadio pintado de amarillo.
Necaxa remó contra corriente y marea, necesitaba un poco de suerte y puntería para darle a los aficionados de los Rayos una alegría de pasar a una final.
América recurrió a Moisés Muñoz para mantener el arco en ceros. Los hidrocálidos apretaron con mucha sutileza para poder pelearle del tú por tú a las Águilas, pero el gol no llegó y la desesperación recayó en algunos futbolistas de los Rayos.
Con el ingreso de Michael Arroyo, el América tuvo más proyección al frente. El acierto de Ricardo La Volpe no tardó en hacer aparición. William Da Silva, el brasileño que ha tenido una destacada fase final con las Águilas, volvió a marcar. El Estadio Azteca retumbó por el grito de gol que Da Silva le regaló a los asistentes.
Tan sólo unos minutos después, Oribe Peralta metió otro gol que selló el pase a la gran final con una definición perfecta para vencer a Marcelo Barovero; la misión estaba hecha y el objetivo de seguir peleando por el título sigue latente para el club azulcrema.
“Vamos América, esta noche tenemos que ganar”, se escuchaba en el inmueble que verá otra gran final del futbol mexicano.
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