Las imágenes de niños pidiendo monedas en las principales avenidas de la capital potosina cada vez son más frecuentes. La difícil situación económica a causa del Covid-19, sumado a que los menores no han ido a clase durante los últimos cuatro meses, ha provocado que un mayor número de menores salgan a las calles a vender algún producto para ganarse unas monedas.
Ya sea haciendo malabares, tocando algún instrumento musical, limpiando parabrisas o vendiendo chocolates o chicles, muchos niños no mayores incluso a los 10 años, tratan de hacerse de algo de dinero que piden a los automovilistas.
En cruceros de avenidas como Himno Nacional y Mariano Jiménez, en Salvador Nava y Santos Degollado o Himno Nacional y 18 de marzo, es común observar durante todo el día a menores sin sus padres pidiendo dinero, con el riesgo que ello implica de algún atropellamiento.
De forma cíclica, durante los periodos vacacionales incrementa el número de menores pedigüeños, a lo cual ahora habrá que sumarle la difícil situación económica por la que atraviesan miles de familias ante los recortes de salarios y despidos laborales a causa del coronavirus.
De acuerdo a los últimos datos del INEGI, un total de 55,300 personas de 5 a 17 años en San Luis Potosí, trabajaron en un empleo no permitido durante el último año. De la cifra anterior, el 37.5% no recibió un ingreso monetario; de esos 55,300 menores de edad que trabajaron, el 27.1% lo llevó a cabo durante más de 36 horas.