De Líder Sindical ¡Jamás Llegarás a Sirvienta!…

Miércoles 24, octubre 2012.- Sirvienta, criada, chacha, mucama, gata, misifusa, famulla, son una de tantas formas de cómo se le puede llamar a una persona del sexo femenino, que por falta de estudios y preparación, su capacidad se limita en la oferta de su fuerza física y mental, para ser contratada en los trabajos domésticos.

Si de jerarquías laborales se trata, quizá esos puestos son los de menor nivel, pero de una gran importancia para nuestra vida diaria. El oficio de estas personas, nos ha permitido para quienes en algún momento podemos pagarlo,  el tener la tranquilidad ante el estrés que provoca la atención de una casa.

Lo increíble de estas personas “sirvientas”, es que son multifacéticas, se convierten en secretarias, niñeras, enfermeras, cocineras, jardineras, paños de lagrimas, y en su mayoría en educadoras y maestras de nuestros hijos, además de servir, atender y procurar al marido, con excepción en la mayoría de los casos de gozar de los placeres propios del amor.

¿Y, que ganan o reciben a cambio? Pues nada más que un ínfimo pago, un poco de comida, quizá un techo, y el sentimiento de culpabilidad por el abandono a sus familias, sumado que el 80% de ellas sufren de maltrato físico o psicológico de su marido alcohólico.

Ante la traición de su subconsciente y del reflejo de cómo trata a su servidumbre, la educada y bien preparada  líder sindical del Magisterio Elba Esther Gordillo se refirió, en un desgarrador discurso, a su gremio diciendo “Yo no seré la  Sirvienta  de nadie…salvo del SNTE” frase que motivó el aplauso y el grito de apoyo de 3 mil maestros que estaban presentes.

Palabras que considero las dijo refiriéndose en una forma peyorativa a no ser “esclava” de nadie, Y qué contradictoria, pues es ella quien mantiene en una esclavitud, la capacidad de aprendizaje de todo un país.

Alguien que vive esclavizada al botox  y al bisturí, no tiene la capacidad de envejecer con dignidad, está sujeta a vivir por y para su EGO. Si fuera como ella expresa, por y para sus maestros, los 99 mil que reprobaron en civismo, ética, lenguaje, arte e interpretación de textos, cantidad que representa el 34.7% de los maestros a nivel primaria, estarían aprobados.

Pero entrados en el tema de la interpretación de textos, si analizamos que las sirvientas no tuvieron estudios y aún así hacen lo mejor posible su trabajo, mismo que será evaluado por sus patrones, y si no cumplen con los requisitos, pierden el trabajo y hasta el oficio; no son del todo comparables con un maestro, ya que ellos se limitan a “educar” a su modo, a no prepararse, a reprobar exámenes, a continuar con su título y por si fuera poco  a ser serviles con  una mujer que dista mucho de poder llegar a tan honroso oficio , el de sirvienta.

Pésimos resultado, pésima representante sindical, ¿pésima seguirá siendo la educación en México?

Con la esperanza de que los buenos maestros exijan un lugar digno en ese organigrama social, solicitamos un Presidente que recuerde quienes fueron sus maestros y quienes sus nanas, institutrices o sirvientas,  para que se dé cuenta que nadie es esclavo de nadie, y todos somos responsables del otro.

Es lamentable reconocer en manos de quien ha estado la educación y más aún darnos cuenta, que esta mujer dista mucho de llegar a ser una digna y honrada ¡sirvienta!

De líder Sindical ¡jamás llegarás a sirvienta!…