GABRIEL GAYOSSO BERMAN / La Cicuta / San Luis Potosí, S.L.P.
Decía mi señor padre: “El hombre lucha en la vida por tres cosas: amor, dinero y poder. Y existen tres cosas que no podrá ocultar eternamente: el dinero, el amor y lo tarugo”.
Los mexicanos somos afectos a los dichos populares, como un reflejo de una cultura sabía que emana del pueblo, su historia, su experiencia, sus fracasos y sus logros, de sus victorias y sus derrotas, trasmitidas por generaciones a través de la palabra y sus metáforas e ironías.
Cuando suceden desgracias, nos entristecemos pero nos mofamos de la muerte o del infortunio, siempre ha sido así con los mexicanos.
Pero parece que las cosas cambian, que la apreciación social y popular ha tomado otra perspectiva y un sesgo que va desde la mofa y burla, y ahora ya llega a la indignación, al coraje y la movilización.
Las burlas en redes sociales y en los medios impresos independientes sobre la vida del Presidente de la Republica, ha pasado a segundo plano; ahora se hace patente la indignación y el coraje, la impotencia y la rabia, el denuesto y la diatriba, la ofensa y la majadería en contra del otrora poderoso titular del poder ejecutivo, de sus funcionarios y desgraciadamente, por su calidad de mujer, en contra de la primera dama.
Pero esto no es de gratis. No, no es así, Podriamos decir que esta ganado a pulso; que bien merecido se lo tienen por su forma de actuar y su decir. Por hacer creer que los ciudadanos somos unos infantes (con perdón de los niños) mentales. Unos ilusos y crédulos. Como dicen por mi pueblo, por querernos enjuagar el dedo en la boca.
Que la esposa del Presidente Peña Nieto, la segunda, pues era viudo, con su trabajo de actriz en la televisora que lo impulso y lo ha magnificado, haya ganado cantidades estratosféricas de dinero que un mediano plazo. Un patrimonio que un empresario, con licenciatura termina, no logra ver en muchos años, arriesgando su capital o patrimonio familiar, exprimiéndose el cerebro para encontrar soluciones matemáticas, proyectos, malabares financieros y capoteando con una burocracia corrupta, impune y hambrienta de dinero. Esa historia de telenovela no se lo cree ni el más soñador.
Que haya que tenido que asumir, la Señora Angélica Rivera Hurtado de Peña, antes de Castro, el papel de defensora de su marido, de su familia (dijo ella) de la dignidad y honorabilidad de su labor como actriz y que con el sudor de su frente, su profesionalismo y su entrega, haya ganado cientos de millones de pesos, y con ello la posibilidad de adquirir una modesta vivienda de 7 millones de dólares, bueno, 87 millones de pesos, es muy, pero muy increíble.
El pueblo mexicano ha reconocido el talento de grandes actores, actrices, cantantes, comediantes y personajes dedicados al mundo de la farándula y el espectáculo. Y la Señora Rivera de Peña no es una de ellos.
Quien no recuerda a la Señora Sara García, al inolvidable Mario Moreno (a) “Cantinflas”, a los hermanos Pardave, o al inolvidable y siempre bien recordado ídolo de México, Pedro Infante, Antonio Badú, a la actriz Salma Hayek, Thalía, Juan Gabriel, Angélica María, Jacqueline Andere, Antonio Aguilar, el señor telenovelas Don Enrique Alonso, y así muchos y muchos más.
Los actores Rogelio Guerra (QEPD) y Verónica Castro que protagonizaron la novela que se ha traducido en mas idiomas y se ha visto por mas habitantes del planeta, “Los ricos también lloran”; nadie, ninguno, nunca ha logrado obtener una residencia del valor como la adquirió de la Señora primera dama de nuestro sufrido país.
¿Que fue por su trabajo en la televisora que siempre ha sido una vocera del sistema gubernamental y simpatizante del ahora partido político en el poder? Pues entonces como es que el recientemente fallecido Roberto Gómez Bolaños (a) Chespirito, quien ha marcado toda una época con sus personajes del Chavo del 8, el Chapulín Colorado, el Dr. Chapatín, y otros, o el casi eterno Xavier López “Chabelo”, que lleva generaciones en su programa televisivo para agrado de los niños y de los papas de los niños ¿no han podido tener una mansión de tal magnitud propia de un Jaque o Sultán Árabe?
En la política mexicana, la primer dama siempre ocupo un lugar poco protagónico, pues se elige a su esposo, se vota por un individuo para Presidente de la Republica, Gobernador o Presidente Municipal en su caso, no por su esposa, ni por sus hijos o por sus cuñados o hermanos.
Martha María Sahagún Jiménez, vocera de la administración de Vicente Fox Quesada y posterior, esposa del Presidente de la Republica, fue criticada por su protagonismo y sus declaraciones sobre la vida política del país. Por los negocios de sus hijos, los Godoy y Bribiesca, por su preferencia por toallas caras y por su activismo político dentro de su partido, Acción Nacional.
La señora Carmen Romano Nolk, quien fuera esposa del Presidente José López Portillo, se hizo famosa como primera dama, por su predilección a los médiums y adivinadores, como parte de su supuesta afición a la cultura, pero no intervenía en las decisiones de su marido y las determinaciones del ejecutivo.
En el caso de la Señora Rivera Hurtado de Peña, hasta el momento se ha mantenido al margen, al menos públicamente, de las decisiones de gobierno, pero, su protagonismo ha empezado a generar fuertes críticas.
Primero, llevando consigo a su maquillista personal en el viaje de realizado a China, a la XXII Reunión de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y realizar una visita de Estado, a fin de fortalecer la presencia de México en la región Asia-Pacífico, con cargo al erario y en el avión presidencial.
Posteriormente, el episodio de la llamada “Casa Blanca”, ubicada en la Calle Sierra Gorda No. 150 en la colonia Lomas de Chapultepec de la capital de la Republica.
Todo ello en el marco de las movilizaciones, marchas, plantones, toma y daños de edificios públicos por la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” ubicada en la comunidad de Ayotzinapa, en el municipio de Tixtla de Guerrero, en el ahora convulsivo estado de Guerrero.
La cuestión es que la presidenta de un organismo que tiene como principal objetivo el salvaguardar los derechos de la familia, de los menores, de la mujeres violentadas, golpeadas, explotadas, de las madres trabajadoras, de los más marginados, de los adultos mayores, de los desprotegidos, que pomposamente se llama Sistema para el Desarrollo sea la propietaria de una mansión que ofende a todas las mujeres mexicanas, a todas las madres de familia, solteras o casadas, que se han convertido en la cabeza del núcleo familiar y a los olvidados que no tienen ni un pan que llevarse a la boca o un techo donde dormir.
La frivolidad y el protagonismo mostrado por nuestra primera dama en su aparición pública para explicar cómo, cuándo y donde adquirió esa residencia fue evidente y más que ganarse la confianza del pueblo mexicano, despertó el sentimiento de rechazo, de enojo, de desprecio y de repudio.
Mala, muy mala estrategia para desvirtuar la creciente ola de protestas y manifestaciones, el vituperio gubernamental nunca ha sido una buena solución a los conflictos, y menos viniendo de quien debe representar la parte bonita, bondadosa y filantrópica del gobierno federal.
En nuestra entidad, es de sobra conocido el protagonismo, pero sin belleza, de la primera dama del Estado, la doctora Ramos Segura dispone y ordena dentro de toda la administración torancista, y fuera de ella también. Sino lo cree, amable lector, pregúntele al propio hermano del gobernador, al hermano incómodo, al doctor Martin Toranzo Fernández.
Ahora que se postularan los candidatos a Gobernador del Estado, a Diputados locales y federales y los 58 presidentes municipales, creo que el Instituto Nacional Electoral, también deberá de pedir las actas de matrimonio, los generales de las esposas o cónyuges, las declaraciones patrimoniales, y sobre todo, la fuente de ingresos de las señoras, pues tal vez nos llevemos la sorpresa, que alguna de ellas se compre un palacio municipal o uno de gobierno, o tal vez, un recinto legislativo.
Comentario: Las 10 propuestas presentadas por el Presidente Peña Nieto, suenan más a una buena vacilada o una carta a tiempo para Santa Clos, pero no acciones gubernamentales que fortalezcan el estado de Derecho.- Visos de un gobierno totalitario, controlador, intolerante y sobre todo, antipático con la población. ¿Este es el nuevo PRI?
Comentario 2: Faltan muy pocos días para que empiece el “chapulinismo político”. Funcionarios y servidores públicos se retiraran de sus cargos para buscar la posibilidad de asumir otros. Como si hubiese desempeñado bien el actual para hacerse merecedores del futuro. Ojala y la ciudadanía recuerde quienes son los actuales y hagan oídos sordos a promesas imposibles.
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