Las primaveras y el otoño del PRD

NORBERTO AMAYAPor Norberto Amaya / Voces a Debate / México, D.F. a 5 de Mayo.

“Y de pronto despertamos, observamos nuestro entorno, todo estaba cambiado, corrimos a mirarnos al espejo y entonces.. nos dimos cuenta que ya no éramos los mismos”.

Hoy cumple 25 años de que se fundó el Partido de la Revolución Democrática en México, recuerdo y guardo el llamamiento y la posterior convocatoria, me vienen a la memoria varios nombres, hombres y mujeres, algunos presentes y otros ausentes. Se firmó con esperanza y renovada energía, sin vacilaciones y – otra vez- con varias interrogantes de los nuestros, pero a final de cuentas, ya estábamos en el proceso y participando.

En 1987 éramos muy jóvenes, veníamos de varias experiencias estudiantiles, universitarias sociales y familiares. En varios estados y la capital teníamos espacios de organización y debate político. En años recientes nuestro país había vivido varios momentos. La asunción de Miguel De la Madrid y su ” cambio estructural “, el desastre con el sismo de 1985 y el resurgimiento de la sociedad civil, misma que ocupaba espacios y ganaba batallas a un estado corrupto, inepto y con gobiernos autoritarios. Así se llegó a 1987, peleando contra el presidencialismo autoritario y la imposición del libre mercado y el consecuente desmantelamiento del estado y su escaso compromiso social y participación en la economía.

Nuestra actividad plena en el Frente Democrático Nacional (FDN), fue resultado del empuje de la Corriente Democrática que encabezaban Cárdenas, Ifigenia Martínez y Muñoz Ledo, entre otros, pero también de grandes movilizaciones regionales urbanas y campesinas. Nosotros, desde espacios como el Frente Cívico Popular-Nacional, unimos nuestras fuerzas con ellos, con plena entrega de nuestros recursos humanos, materiales y económicos, en medio del debate nacional, se sumaron el Consejo Estudiantil Universitario (CEU), la Asamblea de Barrios de la Ciudad de México (AB), el Movimiento al Socialismo ( MAS ) y muchas personalidades del ámbito de la ciencia, la cultura, el arte y líderes varios. Así llegamos al fraude que impuso Carlos Salinas y socios en 1988.

En 1989, las movilizaciones eran permanentes, recordemos que Heberto Castillo, candidato del PSUM había declinado en 1988 su candidatura a favor de Cuauhtémoc Cárdenas, se hablaba de la “unidad de las izquierdas “, sobre si se aceptaba o no el registro del partido mencionado, para evitar que nos negaran la participación electoral. En el error cometido, sufrimos hoy las consecuencias. No nos engañaron, nosotros perdimos la cabeza. Que quede claro.

Con peleas y desacuerdos, pros y contras,  se acepto ir a un ” pacto” fundacional.  Así llegaron otras expresiones, entre ellas la que encabezaba René Bejarano, del PRS, quien no estuvo en la elección de 1988, pero si en el reparto de 1989. Al final se impusieron los aparatos y las burocracias, los acuerdos de cúpula sobre el deseo de las bases. Así nacimos.

Hoy, a 25 años de distancia, habrá que hacer una revisión objetiva, cada quien dirá su verdad o contara su historia, algunos -pocos- recordaran a nuestros muertos en el régimen salinista, otros olvidaran ese gobierno depredador y mafioso. Pocos hablaran sobre las “concerta-sesiones ” del PAN y Diego Fernández de Ceballos, pues hoy – en el PRD – son sus mejores alumnos. Nueva Izquierda, Alternativa Democrática Nacional y otros ( Jesús Ortega, Héctor Bautista, Amalia García, etc,) son el ejemplo vivo de la traición a los principios que dieron origen al PRD. ¿Qué van a celebrar?

No nos gana la amargura ni el desánimo, por el contrario, hoy estamos inmersos en otros espacios de organización y seguimos peleando por un cambio verdadero y una patria para todos. Hemos vivido buenos y malos tiempos, fraudes electorales, tanto del PRIAN como los internos llevados a cabo por los chuchos. A muchos compañeros les impusieron y los agraviaron, otros, los más, se fueron, pues sabían  que desde ese espacio político era imposible un México para todos. Se impuso una máxima de las corrientes, ” traiciona, porque otros te vienen traicionando”. ¡Que pena!

A la distancia, puedo afirmar que el PRD es un partido sin futuro, no es ya una alternativa para México, ni siquiera es de izquierda, no tiene identidad, se lo comió el pacto y las ansias brutales de poder y dinero de quienes lo coparon e impusieron decisiones y direcciones. La primavera del PRD termino desde hace mucho, hoy viene su otoño sin remedio alguno. ¡Envejeció pronto, al PRD lo usaron y se lo acabaron!

P.D. No me arrepiento de nada, me duele, sí, que mi Padre haya muerto con la esperanza puesta en ese partido y  que confiara en un cambio que no se ha dado, escribió y vivió luchando por un México mejor. Ni Cárdenas ni otros lo escucharon y entendieron, a pesar de que él les entrego corazón y vida.

 ¡Amor con amor se paga ! Mail. nor.amaya@live.com.mx . Twitter, @AmayaSI .

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