En materia electoral, pichicaterías y doble rasero

juan jose rodriguez 2Por Juan José Rodríguez / Las Nueve Esquinas / San Luis Potosí, S.L.P.
Los diputados tienen una inmejorable oportunidad de deshacer entuertos, pero ya sabe usted cómo son.
Para efectos de coherencia y congruencia, nuestro comentario de hoy requiere que comencemos por dejar en claro dos cuestiones: la primera, que su servidor sigue estando convencido de que las candidaturas independientes están sobrevaloradas, como lo demuestran todas las experiencias históricas nacionales e internacionales a la luz de sus resultados bastante magros y, la segunda, que no obstante, es útil, conveniente y sano para nuestro sistema electoral la existencia de esa opción de participación política al margen de los partidos. Constituye, creo, eso que los mercadólogos denominan “una ventana de oportunidad”.
Dicho lo anterior, queremos ocuparnos nuevamente hoy del tema de las también llamadas candidaturas ciudadanas, para hacer una crítica y una propuesta. La crítica tiene dos vertientes:
UNA, que a la hora de introducirlas en nuestra legislación electoral –con las reformas promulgadas en agosto pasado para aplicarse en las elecciones del año próximo- los señores diputados locales se mostraron excesivamente cautos, muy partidistas, pichicatos hasta la miseria o cortos de miras –que para el caso es lo mismo- al dejar establecido en la ley que solamente podrá registrarse un candidato independiente por cada cargo en disputa. Es decir, solamente obtendrá derecho a participar en las elecciones un candidato independiente a gobernador en todo el Estado; un candidato independiente a diputado local en cada uno de los 15 distritos electorales; una lista independiente de candidatos a diputados de representación proporcional y una planilla para el ayuntamiento en cada uno de los 58 municipios del Estado. Es demasiado restrictivo.
Ciertamente, el otro extremo es igualmente indeseable: sin acotamiento de ningún tipo, podrían acudir a registrarse docenas de ciudadanos, sin duda algunos serios pero sin duda también muchos aventureros, atraídos estos últimos por la posibilidad de salir en los medios, de obtener algo de financiamiento y de vivir sus 15 minutos de fama. Podría darse el caso, nos decía un alto funcionario electoral, de que las boletas de votación en lugar de ser tamaño carta parecieran sección completa de periódico para poder contener los nombres y fotografías de independientes en exceso.
De acuerdo: nada de cancha abierta para cualquier ocurrente capaz de reunir unos requisitos no demasiado exigentes, pero tampoco un solo casillero para los ciudadanos serios, genuina y honestamente interesados en abollarles el monopolio de los cargos de elección popular a los partidos políticos.
DOS, que al dejar establecidas en la ley el uso de dos varas de medir distintas para hechos similares, los legisladores potosinos o fueron descuidados o son verdaderamente gandallas, si no es que hasta canallas.
Me explico: como está actualmente nuestra legislación, cualquier aspirante a candidato independiente, debe acreditar que cuenta con el respaldo de un mínimo de ciudadanos equivalente al 2 por ciento de la lista nominal de electores, según el cargo al que aspire. Es decir, quien quiera contender para gobernador al margen de los partidos políticos deberá presentar –con cifras del año pasado- 34 mil 618 firmas, dado que la lista nominal estatal es de 1 millón 730 mil 927 inscritos. En el caso de un distrito local, pongamos por ejemplo el más poblado que es el VI con cabecera en la capital y que cuenta con un listado nominal de 166 mil 187, el aspirante ciudadano deberá presentar 3 mil 323 firmas, y en el caso del Ayuntamiento capitalino, cuya LN es de 540 mil 239 registros, su respaldo mínimo tendría que ser de 10 mil 804 firmas.
En ninguno de los casos parece ser una exigencia desmesurada, pero la percepción es diferente cuando se compara con el requisito establecido para que los partidos políticos conserven su registro estatal, que es el que les da derecho a participar en los comicios locales y a recibir prerrogativas, o sea dinero, del Ceepac. Como está actualmente la ley y a reserva de que se modifique en este rubro, los partidos conservan su registro estatal con sólo alcanzar el 2 por ciento de la votación emitida en toda la entidad en la elección previa de diputados locales. Con las mismas cifras actualizadas al 2012, mientras que un ciudadanos que aspire a la candidatura independiente a gobernador debe presentar 34 mil 618 firmas, a un partido le bastan 22 mil 190 votos para mantener su registro local, habida cuenta de que la votación para legisladores anterior fue de un millón 109 mil 512 sufragios. Las mismas diferencias notables se presentan en los otros casos citados como ejemplos.
Así, nuestra ley electoral mantiene hasta este momento dos criterios y en consecuencia dos exigencias diferentes para lo que en el fondo son fenómenos semejantes, ya que ambos son formas de participación político-electoral.
En lo que hace a la propuesta anunciada al principio de este texto, también se desdobla en dos. La primera, que ante la proximidad del plazo en que deberán reformar sustancialmente la legislación electoral para acompasarla a la reforma federal –mayo y junio próximos- los diputados de casa revaloren con buenos análisis y buen juicio cual es el mínimo razonable de candidaturas independientes a permitir. No sé que podrían aportar los estudios serios del tema, pero creo que pueden ser dos o tres o cuatro. Si se hace la modificación pertinente, se paso se desactivarán las críticas que no sin razón han comenzado a lanzar las agrupaciones cívicas involucradas en el tema.
Y la segunda: que se eliminen los dobles raseros y las dobles varas de medir. Es decir, que tanto para poder participar como candidatos independientes como para que los partidos no pierdan su registro estatal, se utilice un mismo referente en ambos casos, sea el de la votación anterior correspondiente o el de la lista nominal. No debería de haber mayor complicación, salvo claro que los diputados quieran seguirse ganando el aprecio popular atosigando a los ciudadanos y siendo muy indulgentes con sus partidos.
Numeralia
Tanto por lo de los eventuales exámenes de control de confianza como por lo que tiene que ver con candidaturas independientes, resulta pertinente revisar algunas cifras relativas a las elecciones del año próximo.
El primer domingo de junio (recuérdese que la reforma federal adelantó en un mes la fecha de los comicios) los potosinos iremos a las urnas para elegir 544 cargos en total. A saber: un gobernador, 15 diputados de mayoría relativa y 12 de representación proporcional; 58 presidentes municipales, 64 síndicos, 387 regidores, y 7 diputados federales.
Esto quiere decir que, dependiendo de cuántos partidos vayan solos y cuantos en alianzas o coaliciones, y cuántos de ellos cubran todas las candidaturas, el total de postulados difícilmente será menor de 2 mil y fácilmente puede rebasar los 3 mil.
Si parece excesivo, costoso y complicado someterlos a todos por lo menos a análisis psicométricos o psicológicos para ver si no traen problemas serios de personalidad, al antidoping para checar si no padecen adicciones, y al polígrafo para saber si no ocultan secretos que luego puedan afectar su desempeño, se puede hacer un acotamiento.
Por ejemplo, que únicamente sean sujetos de este tipo de pruebas los candidatos a gobernador y a presidentes municipales, que son los que administran la mayor parte de los presupuestos, que cobran o condonan impuestos y tienen mando de fuerza pública. Tampoco estaría de más incluir a los candidatos a diputados locales, que a la hora de gastar y crear impuestos son de lo peor. Y ya ni hablemos de las reculadas. Con esta modalidad, se reduciría drásticamente el número de examinados, analizados y pasados a la báscula.
< COMPRIMIDOS
María Luisa Paulín fue encarcelada por la justicia estatal trece meses (octubre 2011 a noviembre 2012) acusada de los delitos de peculado, ejercicio indebido de la función pública y asociación delictuosa, mismos de los que fue exonerada por la justicia federal. A fines del año pasado agentes policiacos trataron de embargarle su automóvil por el impago de una multa de 30 mil pesos que le impuso la Auditoría Superior del Estado (que un día antes había convenido pagar en mensualidades) y hace unos días la Contraloría General del estado la inhabilitó por 20 años para desempeñar cargos públicos y le aplicó una multa de 142 millones de pesos. Como en la metáfora del pato, si algo camina como persecución, tiene pico de represión, y grazna como venganza, pues es persecución, represión y/o venganza. Por eso hay que insistir en los análisis de personalidad de los candidatos a gobernador. ¿Y Victoria Labastida?
A raíz de que, en octubre pasado, la propia CGE multó con casi 8 mil millones de pesos a Marcelo de los Santos, el extinto contralor Isac Delgado nos comentó que la cifra se obtuvo de multiplicar por dos la cantidad global que el ex gobernador había desviado, mal aplicado o gastado sin la comprobación requerida. Con ese antecedente, hemos de suponer que a María Luisa Paulín le imputan haber desviado, mal aplicado a gastado sin comprobación 71 millones de pesos. Según consta en boletines, declaraciones oficiales y hasta en el primer informe de gobierno de Mario García Valdez, lo desviado, mal aplicado y gastado sin la debida comprobación por Victoria Labastida y su camarilla supera los 800 millones de pesos, y lo que sí se robaron, se metieron en sus bolsillos y se llevaron a sus casas anda por ahí de los 250 millones de pesos. ¿Y entonces? ¿A unos sí y a otros no? Sí, sí, ya se que a Victoria y sus 40 acompañantes la protegen de las alturas para que no la metan a la cárcel, pero ¿la protección divina es también contra una multa y/o inhabilitación? Alguien que me saque de la recondenada duda, porfa.
Por cierto y a propósito de las alcachofas, ayer se cumplieron seis meses exactos de la ultima visita a tierras potosinas del presidente Enrique Peña Nieto. Presente lo tengo yo, como dice la canción, porque ese día cumplía 63 años el gobernador Fernando Toranzo Fernández. El caso es que concluida la breve gira en Ciudad Valles, al mediodía, Peña Nieto le dio un aventón en su avión a FTF a la Ciudad de México, porque al día siguiente temprano había reunión de gobernadores. Según el propio dicho del gobernador a varias personas, en ese viaje él le contó con detalle a EPN el caso de Victoria, sus trapacerías y su protección desde las alturas, ante lo cual el señor Presidente se mostró sorprendido y disgustado. Visto el tiempo transcurrido y la permanencia del mismo estado de cosas, comienzo a sospechar que EPN más que el aventón le dio el avión a FTF. ¿A poco no?
Y ahora, con el permiso de ustedes y de ésta casa editorial, un comercial: a partir del próximo jueves y todos los subsecuentes mientras el cuerpo aguante, estaré platicando con ustedes a las 8 de la mañana en el espacio radiofónico Noticiero de la Mañana que conduce Juan Carlos Ortiz y que se trasmite por las frecuencias 93.1 de FM y 1070 de AM. Lo que ahí se diga será repetido a las 13:15 horas por Daniel Ortiz en su Noticiero de la Tarde, por las mismas frecuencias además de la 91.9 de FM. A Juan Carlos y Daniel, muchas gracias por su invitación. Bajo su propio riesgo y a ver cómo nos va. Espero que bien.
Hasta el próximo jueves.

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