Pura Labia

jaime alvarezPor Jaime Álvarez Monsiváis/ Mitos y Realidades/ San Luis Potosí, S.L.P.
La Cumbre de Líderes de América del Norte celebrada en Toluca cumplió su cometido, el Presidente de los Estados Unidos Barack Obama, y el Primer Ministro de Canadá, Stephen Harper, trajeron a México un enorme cargamento de reconocimientos al trabajo reformador del Presidente de México Enrique Peña Nieto. Así, para que no queden dudas de que las portadas de revistas de prestigio internacional, así como las felicitaciones de otros estadistas por su política audaz; Son reales.
Si la foto del Presidente Peña Nieto con Fidel Castro tomada en su último viaje a Cuba nos salió caro a los mexicanos, según palabras del Presidente del PAN, Gustavo Madero, podemos pensar que éstos racimos de elogios que trajeron Obama y Harper también nos saldrán algo carito, pues ya se ha dicho en medios nacionales todo lo realizado en materia de seguridad y embellecimiento de los lugares donde pasarían estos personajes, si aquí cuando venía el Presidente de México Marcelo de los Santos mandaba quitar hasta los limosneros, imagínense allá, que hasta los topes del centro quitaron para que no reboten los carros oficiales de Canadá y de Estados Unidos.
Si los partidos opositores al PRI querían criticar la Cumbre de Líderes de América del Norte, les va a faltar filo, pues para comenzar ni por error de dedo o lengua mencionaron algo sobre migración, que es sinceramente el tema que miles de mexicanos esperan oír cada vez que hay algún encuentro, de cualquier tipo y en cualquier parte del mundo, entre éstos tres líderes, cuantimás ahora que estuvieron juntos en nuestro país, que es líder de connacionales viviendo legal o ilegalmente en los otros dos países del norte.
Para millones de mexicanos que tienen parientes viviendo, especialmente allá en la Unión Americana, seguramente fue algo decepcionante que en una reunión de este tipo ni siquiera se haya insinuado un párrafo sobre el tema, quizá no logran dilucidar que el petróleo y el comercio son más importantes para un mandatario que la seguridad de sus paisanos que sufren persecuciones y humillaciones en otros países que se dicen amigos, y sobre todo ahora, que sus gobernantes vinieron a nuestra casa.
Pero también podemos decir que la famosa Cumbre no fue mala, que si como anfitrión se echó la casa por la ventana igual se criticaría lo contrario, que cómo se trajeron a pasear a los meros meros de Canadá y Estados Unidos sin siquiera barrer las calles, y cosas por el estilo, lo importante de la reunión entre los tres personajes traspasa la frontera mexicana y fortalece a México ante sus competidores comerciales, que lo tenemos por seguro, es la meta de ésta y cualquier cumbre que se realice aquí y en China.
Lo que asombra realmente es la capacidad que tiene el actual gobierno federal de México para trabajar los tiempos, casualidad o coincidencia, pero el caso es que realizar aquí una Cumbre de Líderes de América del Norte con la asistencia de Barack Obama y el Ministro de Canadá cuando los partidos políticos de izquierda y derecha por primera vez en muchísimos años han dado un voto de confianza al Jefe del Ejecutivo Federal y le aprueban sus reformas, ni la “Señora Presidenta” de Gonzalo Vega lo ha soñado en las miles y miles de representaciones que ya lleva durante varios años.
No es de dudarse que a estas horas Obama y Harper todavía se pregunten a qué vinieron a México, pues no hay firmas de compromisos rimbombantes –que ni falta hacen pues nunca se cumplen-, lo que se rescata pudieran ser las declaraciones del mandatario estadunidense que pide no dejar todo el trabajo a los políticos, dice y dice bien, que la ciudadanía debe participar más en cada acción de su respectivo gobierno, porque en esa medida, sus autoridades sentirán más compromiso para cumplir con su tarea. Además dejó en claro tres puntos que para él son importantes y se refieren al terreno educativo, donde debe haber más interacción entre los tres países. Así como eliminar lo que llamó “fricciones” comerciales, aunque no especificó cuáles fricciones. Y el tercer punto, que supuestamente hay mucha paz en las fronteras de los tres países norteamericanos, lo que calificó de “regalo precioso”. Podrá haber mucha paz en la frontera USA-Canadá, pero en la de USA-México está por verse a qué le llama paz, el Sr. Obama.
Pero bueno, no cabe duda que para el Presidente Enrique Peña Nieto lo que va de su mandato han sido meses de interminable felicidad, ganó unas elecciones muy reñidas, en el IFE no hay duda de su triunfo, en las encuestas sigue siendo aceptado, le aprobaron todas sus reformas, se ha ganado fama mundial de buen estadista, y hasta ha aparecido en portadas de revistas muy importantes, en fin, se ha pasado más de un año de pura parafernalia fina, por lo que según millares de mexicanos ya es hora de trabajar. Ya es hora de aterrizar todos los proyectos y realizar todas las promesas. Porque hasta ahorita va como todos sus antecesores, prometió bajar la luz y la subió, prometió bajar la gasolina y la subió, prometió empleos y éstos van a la baja, en fin, que la madre o padre de familia no alcanzan todavía a distinguir cuando terminó el viejo sexenio y cuando inició el nuevo. Hace poco dijo un analista en la Cd. de México que Peña Nieto ha logrado tener un país a su antojo, un país hecho a su imaginación, con reformas a su entender, con el petróleo a su disposición, y con la chequera abierta, por lo que si fracasa en su tarea de sacar adelante a México, simplemente no tendrá a quién echarle la culpa. Toco madera.
Hasta Pronto.

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