El castillo surrealista de Edward James fue escenario de un rave de gama internacional, en emergencia sanitaria por el coronavirus.
La familia Torres Landa fue la encargada de llevar a la Huasteca Sur al artista Monolink, conocido en los ámbitos de la música electrónica como un contador de experiencias, a través de sonidos e imágenes.
El concierto electrónico atrajo a personas de muchos lugares de la República mexicana y de ámbitos como la farándula, el streaming y las noticias nacionales, con un costo mínimo de tres mil 800 pesos por persona.
La fiesta fue un éxito, de acuerdo con algunas de las personas que estuvieron relacionadas con el evento de manera indirecta, por tratarse de un evento privado y hubo derrama económica, porque se contrató a decenas de xilitlenses para ofrecer servicios dentro de la velada.
