La lucha de Birdy

Bajo del coche apresuradamente, son más de las 2:00 pm y un sol ardiente quema la piel, avanzo unos pasos y súbitamente veo que algo pequeño se mueve, con las prisas y entre bolsas del mandado no alcanzo a distinguir ese pequeño objeto, bajo la mirada y una extraña sensación me impide dé el siguiente paso, me inclino y veo que esos leves movimientos vienen de un pequeño ser vivo, un pájaro recién nacido ha caído de su nido.

Doy un paso atrás, levanto la cabeza y busco en lo alto de mi casa una señal del nido, no veo nada, doy más pasos atrás, alrededor busco a sus padres por si andan volando cerca en acción de rescate de su hijo caído…no tengo éxito, una chica buena lo toma con cuidado y lo coloca en el camellón de enfrente bajo un árbol en espera de que sus padres lo encuentren.

Pasan los minutos, pasa media hora y al punto de cumplir la hora de espera, las nubes se tornan de gris anunciando la lluvia, unos gatos del vecindario comienzan a merodear la zona, han detectado a su posible víctima y acechan en silencio cada vez más cerca.

Nos acercamos de nuevo y vemos como un ser tan chiquitito carente de plumas, con ojos aún sin abrir por su nacer temprano pretende levantarse, sus alas son apenas unos muñoncitos que cual pala de remos lo ayudan a moverse, puede sentir el peligro aún cuando no pueda ver a sus enemigos.

Con torpes y variados intentos levanta su cabecita, el sonido del pío brilla por su ausencia, es tan vulnerable ahí solo fuera de su nido. Con los gatos rondando y sin tener vestigios de alguno de sus padres les digo a mis hijos que lo metamos a casa, van por una cajita de cartón toman unas cuantas ramitas y hojas y le crean un nido temporal. Colocan 2 cuerdas sosteniendo la caja a manera de columpio, lo suben a la azotea en espera de que ahí en lo alto se les facilite encontrarlo a sus padres, el tiempo sigue avanzando y la lluvia comienza a caer, apresuradamente mis hijos van por él, ya que la lluvia y el viento frío puede acelerar su muerte.

Es colocado sobre una mesa fuera del alcance de Candy la perrita chihuahua que rápidamente detecta al intruso, su olfato canino no puede ser engañado, se acerca con cautela y olfatea al recién llegado, no puede alcanzarlo, pero sabe que ahí está y se mantiene alerta.

Comienza la búsqueda por internet de como cuidar a un pájaro que ha caído de su nido, consejos van, recetas vienen y al no tener ninguna pluma en su cuerpecito ya que su piel es delgada y transparente damos pasos a ciegas no sabemos su estado físico, qué debe comer, cuánto, ni cuál es su especie.

Le mando un SOS a una amiga veterinaria que radica en otra ciudad y me responde muy amablemente, ella además de ser profesional ama a sus pacientes.

Le mando una foto, le mando un vídeo y al verlo me dice:

-Está muy chiquitito, será difícil que sobreviva, pero se puede lograr, me indica qué darle de comer y cómo; por la hora ya no puedo comprarle lo que necesita y le licúo un poco de avena con agua para formar una especie de papilla, mi hija menor es muy empática con los animales y da gustosa el primer intento con agua, pero no quiere abrir su pico, después de varias veces logra tomar unas gotitas pero rápidamente se queda dormido, tan solo es un bebé.

Más tarde preocupada por todas las horas que lleva sin comer con guantes quirúrgicos lo tomo en mi mano izquierda y con la derecha una jeringa vuelve a ser introducida en su piquito, no quiere abrirlo, varios intentos y por fin lo abre, entran 2 gotitas de agua y en breve una mínima cantidad de su papilla, la deglución se le complica y se suma también mi torpeza.

Es increíble que como madre haya atendido varios hijos y no pueda alimentar a ese polluelo. Después de varios minutos termina agotado y se queda dormido, con servilletas de papel queda cobijado.

Pasadas unas horas intento de nuevo alimentarlo, el chiquitín desplumado no coopera y se vuelve una lucha, al fin logro darle otras gotitas de comida sin que se vea lleno su buchecito se vuelve más complicado y por temor a lastimarlo o asfixiarlo con la jeringa lo dejo descansar, volvió a quedarse dormido.

A la mañana siguiente me despierto y recuerdo al minúsculo huésped, bajo las escaleras deseando haya pasado bien la noche, destapo su cajita y veo al pajarito pico abajo, su piel tiene un tono azulado, está frío y rígido y al tratar de moverlo no responde. Con profunda tristeza me doy cuenta que ha muerto durante la madrugada y ya no hay nada que hacer.

Siento mucha pena sobrevivió a una caída de más de 5 metros y aún sin alas, con ojos cerrados y ninguna pluma que sirviera de palanca intentó salvar su vida, probablemente se lastimó con esa dura caída pero quiso vivir y esa miniatura nos dio una lección de lucha, de esperanza y aunque su estadía en este mundo fue tan fugaz lo recordaré como una gran enseñanza:

No importa el tamaño, la edad o la especie, cada ser vivo en este planeta debe tratar de sobrevivir contra todo pronóstico, contra cualquier enemigo, sea animal, sea humano o sea tal vez la misma naturaleza, o nosotros mismos, el mensaje es: ¡¡¡Nunca te rindas!!!

Pequeño Birdy descansa en paz.

 

@omm_ruth

RUTH CONTRERAS /Tras el teclado / San Luis Potosí, S.L.P. / Junio 03 de 2020.