En México, el 30 de Abril se celebra con gran emoción “El Día del Niño”. Todos se encargan de demostrar la importancia que se le tiene a cada uno de ellos, se festeja su entusiasmo, imaginación, creatividad y su inocencia, pero dejamos de lado la reflexión y la lucha por ellos.
Dando un giro a esta celebración, reflexionemos qué significa la niñez y hasta qué punto tendríamos que festejarlo.
En este día, los gobiernos felicitan y externan su compromiso con las y los niños de México. Siempre se difunden sus derechos y se realizan acciones para velar por el bienestar de todos ellos, lamentablemente, las brechas en las que viven, muestran que el compromiso que se tiene no ha generado grandes cambios.
En el 2018, la UNICEF se encargó de exponer un informe sobre la situación en la que se encuentran las niñas y niños en México. El trabajo se enfoca en visibilizar las problemáticas que viven a fin de fomentar programas y políticas públicas que beneficien a la infancia en el país, pero el 30 de abril, nadie habla de ello…
Hoy, podemos darnos cuenta que detrás de esta celebración encontramos un camino en donde, todos tendríamos que ser la voz de las niñas y niños y generar una lucha para concretar su pleno desarrollo en su infancia.
Mediante los derechos de los niños, los gobiernos tienen el deber de brindar salud, educación, servicios, calidad de vida y protección a los infantes, pero el pasar de los años se ha encargado de mostrar la deficiencia para que se lleve a cabo el cumplimiento de todos estos derechos.
Tan solo en el año 2018, la UNICEF destacó que la pobreza afecta a más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes, estrato al que pertenece el 91 por ciento de los infantes indígenas.
En el tema de salud, se mostró que 1 de cada 3 niñas y niños de 6 a 11 años presentan sobrepeso y obesidad; asimismo, que 1 de cada 10 niños menores de 5 años presentan desnutrición crónica. Hablando de educación, de cada 10 adolescentes de entre 15 y 17 años, 3 se encuentran sin la oportunidad de acceder a la escuela para seguir con su preparación educativa.
A pesar de que todos estos temas deberían generar gran preocupación, se deben resaltar las cifras de violencia que viven las y los niños, pues 6 de cada 10 infantes de entre 1 a 14 años han sido víctimas de métodos de disciplina violenta, lo cual puede provocar incluso que pierdan la vida.
Datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México mencionan que tan solo el año pasado, fueron asesinados mil 472 menores de edad (636 considerados como homicidios dolosos, 836 homicidios culposos más 59 casos de feminicidio).
No celebremos solo lo positivo de “El Día del Niño”, reflexionemos y generemos una lucha por todos los infantes que tienen que recorrer un largo camino para cambiar a México. Visibilicemos diariamente las brechas de desigualdad y el incumplimiento hacia sus derechos hasta conseguir que cada uno goce plenamente de ellos. Se debe exigir por su bienestar, seguridad, educación y desarrollo y, asimismo, también se deberá reflexionar la forma de educar a las y los niños.
Cambiemos el contexto de violencia y mostremos uno de libertad, empezando en sus decisiones y para esto, comencemos también a alejarlos de los constructos sociales que han provocado lo que llamamos género, estereotipos y pensamientos machistas y divisorios que, de no ser fomentados, no dañarían la infancia de las y los niños.
Twitter: @Yulicg19
YULISSA CEDILLO GUADARRAMA / La Nacional / Toluca, Edo Mex. / Mayo 1 de 2020.
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