Entre sueños y pesadillas, solo tú eliges

El calendario pierde sus hojas mientras el tiempo de los seres humanos se detiene, las actividades antes cotidianas, muchas de ellas rutinarias, fueron asestadas de un solo golpe y la estructura de países enteros sigue sufriendo fracturas como si la tierra temblara a diario, como si el cambio climático se hubiera agravado y tuviéramos una lluvia de meteoritos.

La pesadilla de la incertidumbre, el no poder tener un interlocutor que dé cifras confiables de este enemigo llamado coronavirus, un guía de gobierno que esté realmente capacitado y aplique medidas eficientes que detengan contagios nos despierta a mitad de la noche o simplemente nos provoca insomnio.

Es justamente de noche cuando los hijos vencidos por el sueño duermen en sus camas ajenos a las preocupaciones que deambulan en las mentes de sus padres y les roban el descanso.

No, no es el horario de verano con sus efectos secundarios, no quieras engañarte…

Es la angustia de levantarte cada mañana sin saber si ese día será el último que labores en tu empresa, el no poder decirle a tu esposa que la despensa está asegurada, la renta pagada, los servicios básicos o el préstamo de tu casa, o de tu auto entre los gastos fijos cubiertos.

¿Salir de vacaciones? Es un privilegio ya muy lejano. Quizá te digan: – Para qué quieres vacaciones si al día de hoy 29 de Abril has rebasado la cuarentena, no te convencen no es lo mismo y más que nunca deseas mínimo caminar por la calle sin miedo y hacer ejercicio en un parque.

Probablemente seas uno más de los nuevos desempleados con un finiquito que se diluye velozmente ante deudas ya contraídas, porque pensabas que tu trabajo era seguro.

Puedes estar en el grupo que sigue trabajando al que consideran carne de cañón y que continuamente si tienes poco tiempo o no cumples las metas de tu empresa te señalan y ponen en la lista negra ocasionando ansiedad e inseguridad y por lógica ya no rindes como antes.

O acaso eres un empresario otrora con un negocio sólido que ves lastimosamente venirse abajo y tienes que hacer uso de una selección muy precisa para conservar a los mejores empleados que  sepan resistir contigo esta tormenta.

Has cerrado la puerta, has apagado la luz de tu local, porque colapsó tu cartera, ves las noticias internacionales y caes en cuenta que no tuviste apoyo de tu gobierno local o federal y has perdido mucho más de lo que ganaste y antes de llegar a lo insalvable dijiste adiós a tu proyecto.

Eres médico, enfermera, rescatista, dentista, psiquiatra o psicólogo y tu vestuario blanco no te ha protegido del virus, de la ignorancia y de las injustas agresiones de un sector involucionado que dice llamarse “gente”.

Estás a punto de graduarte y temes poder hacerlo con calidad ante un recurso virtual emergente.

Tú, adolescente, te has planteado que si sigue agravándose la situación ya no podrás volver a la escuela, tendrás que conseguir un trabajo y ayudar a tus padres.

Hija o hijo tendrás que desprenderte de tus pertenencias que crees indispensables y ves anunciados en Facebook, tu celular, tu Xbox, tus video juegos, tu Tablet, ipad o tu bicicleta o cualquier juguete infantil que resulte útil poner a la venta.

Estos y muchos ejemplos más son tus peores pesadillas no importa la edad o el sexo.

Cuando piensas que estás a punto de romperte, recuerdas que tú, hace mucho tiempo, incluso años, tenías un sueño, un sueño que habías dejado atrás en el baúl de tus recuerdos. Te sorprendes al traerlo de nuevo al presente, poco a poco lo reconstruyes como un rompecabezas en una noche insomne tu almohada, tu fiel compañera, te ha sacudido de repente cual codazo que te da tu mejor amigo, cuando en medio de la clase te quedaste dormido y te salva de ser reprendido por el maestro o la maestra.

Despiertas inquieto, cansado de tanto pensar, con una risa nerviosa le cuentas a tu esposa, tu esposo, tus padres, tus hermanos, tu novia o novio o le llamas a tu mejor amiga o amigo.

Ese nuevo despertar es diferente, desde el mundo de los sueños has recibido una inyección de energía y nace la esperanza.

En tiempos de crisis tenemos que reinventarnos y volver a nuestra esencia, con la mano de la experiencia y los errores cometidos podrás hacer una reconstrucción y un mejor plan de trabajo. Saldrás adelante de ese campo minado, no temas.

Mereces una segunda oportunidad jamás lo olvides sólo rodéate de personas que capten tu idea y ayuden a transmitir y replicar tu mensaje, personas que acepten ser tus compañeros y formar un nuevo y buen equipo de trabajo.

Y si eres tú parte de un equipo de trabajo atrévete a aportar tus ideas; quién puede saber que en un futuro no muy lejano seas el nuevo líder de un proyecto ó ¿porqué no? de una empresa.

Puedes estudiar un idioma, tomar cursos de capacitación, implantar alguna nueva técnica o un nuevo modelo de negocio.

Lo que no debes es quedarte estático, con miedos y vicios del pasado.

Eres cada día la prueba del movimiento de la tierra y tú giras en tu propio eje.

Si tienes la capacidad de enseñar, enseña, si tienes la capacidad de guiar, lidera y si quieres aprender, aprende, si puedes cambiar, cambia, si tienes que perdonar, perdona y si tienes que olvidar, olvida sin guardar rencor. Rompe tus cadenas y avanza con paso firme.

Vives entre sueños y pesadillas es verdad, pero cambia ya el matiz y la polaridad, de esas pesadillas construye nuevos sueños, entonces aterriza y …aprende una nueva palabra: ¡¡¡Materializa!!!

 

Twitter: @omm_ruth

RUTH CONTRERAS / Tras el teclado / San Luis Potosí, S.L.P. / Abril 29 de 2020.

Be the first to comment

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.