La vivienda de interés social como derecho humano

La dignidad en la vivienda de interés social es un tema apasionante en el que tenemos la obligación de poner atención, su solución está en manos principalmente de los arquitectos, aprendimos a diseñar espacios dignos en nuestros proyectos, tenemos conciencia de los problemas en el diseño y contamos con las herramientas para lograrlo; de los desarrolladores de éste tipo de vivienda, de los cuales hemos observado a través del tiempo han hecho diferentes esfuerzos por conseguirles un grado de dignidad a estas viviendas que son las que dominan en cantidad por las condiciones económicas.

El sueño de todos es vivir en una casa confortable, bonita, cómoda, hay quienes sueñan con una enorme casa con grandes habitaciones, también hay a quienes no les importa el tamaño de su vivienda y aspiran a que ésta les brinde un espacio digno a sus familias, hoy existen muchas personas que optan por buscar un espacio amigable con el ambiente, que su casa sea sustentable y que con esto puedan contribuir a tener un planeta que perdure para nosotros y las siguientes generaciones, ésta conciencia ha ido creciendo cada día mas y mas, dándonos esperanza que las condiciones puedan ser mejores en las próximas décadas.

Las autoridades tanto municipales, estatales y federales, encargadas de reglamentar el correcto proceder en éstos casos juegan un papel muy importante, hoy desgraciadamente ante la corrupción imperante y la poca atención que se le ha dado a este tema, observamos que no se ha logrado avanzar como quisiéramos; existe un gran número de ideas relacionadas con esto, se habla de la redensificación y la verticalidad para que los gobiernos puedan ofrecer mejores condiciones de vida a los habitantes, logrando por medio de la contención de las ciudades y su expansión controlada, mejorar y hacer más eficientes la prestación de los servicios que se otorgan, esto sin duda es bueno, el problema es como no perdernos en continuar con la construcción de viviendas en bloque sin dignidad y poder obtener resultados que favorezcan en un mejor diseño tanto espacial como estético, que permita mejores condiciones de vida para sus habitantes.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos menciona, en el párrafo séptimo, artículo 4, que “Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo’, asignando con ello a la vivienda la calidad de derecho humano.

En cumplimiento de este derecho, tanto el gobierno como la Iniciativa privada, al ser uno de los instrumentos que el Estado utiliza para alcanzarlo, ofrecen un amplio panorama habitacional para responder a la accesibilidad económica de los ciudadanos.

El mercado ofrece un sinfín de modelos de casas habitación, así como diversos modos de acceder a alguno de ellos por medio de créditos hipotecarios, pero para los sectores populares y de bajos ingresos económicos, el mercado se reduce a muy pocas opciones, dentro de las cuales se ubica la auto construcción, los asentamientos irregulares, los cuales no aseguran y de hecho, ponen en riesgo cualquier patrimonio, y las viviendas de interés social en los denominados “desarrollos urbanos”.

Es necesario conocer lo que establece La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y preguntarnos si realmente se está logrando lo que menciona, en nuestro país tenemos en lo local ( municipal ) en lo estatal y lo federal, diferentes reglamentos y leyes que norman las condiciones mínimas que deben cumplir las viviendas, desprendidas éstas de los tratados de higiene y vivienda adecuada de la OMS y de los tratados de Ginebra, de los cuales México forma parte, mencionado que una vivienda digna debe contar con un baño como mínimo, una cocina, una sala-comedor y dos recamaras, así como espacios auxiliares, zonas de circulación, trabajo e higiene; una vivienda debe proteger contra enfermedades transmisibles, estar correctamente impermeabilizada, sus espacios deben de estar diseñados de tal manera que con ellos se reduzca al mínimo el estrés psicológico y social, seguridad en la tenencia de la tierra, así como la disponibilidad de servicios mínimos para poder generar el óptimo ambiente  y con esto se logre mejorar el entorno que las rodea.

El lote de terreno tipo que se venía manejado mas frecuentemente a lo largo de los años es el de 6 x 15, el cual cuenta con 90 metros cuadrados, situación que últimamente ha cambiado, encontrando hoy ejemplos de 5 metros de frente con un lote de 75 metros cuadrados, incluso diversos proyectos en las ciudades mas pobladas que llegan a tener hasta 3 y 3.5 metros de frente.

Las personas que adquieren la vivienda de interés social, son por lo general trabajadores que cuentan con seguro social, perciben bajos ingresos y es la única posibilidad que tienen para adquirir una vivienda, créditos que pagan hasta por 30 años en donde este pago mensual durante este largo periodo de tiempo, se convierte en una carga muy pesada para ellos, por esa y otras razones es indignante pensar que ese fruto de tanto esfuerzo y que pagaran durante gran parte de su vida, convirtiéndose en su principal patrimonio, no les ofrezca dignidad en el espacio que habitaran.

Hoy observamos muchos desarrolladores sin escrúpulos, que construyen sin la mínima conciencia por diseñar mejores viviendas y a los cuales sólo les importa la parte económica.

El crédito mas utilizado es el que otorga el Infonavit, al cual tienen acceso los trabajadores afiliados al seguro social, hasta hace algunos años solo otorgaba créditos en VSM (veces salario mínimo) el cual a lo largo de los años iba incrementando la deuda total, a partir del año 2012 se abrió la opción de créditos en pesos, pudiendo obtenerlo con una tasa definida desde el inicio sin que aumentara con esto la deuda año con año.

Un objetivo por parte de los desarrolladores urbanos es optimizar el territorio, con esto explotar la densidad máxima, construyendo el mayor número de casas en la menor superficie posible, en la búsqueda para lograrlo interfieren en leyes y reglamentos que les permitan tener la densificación mas alta, así como lotes con menos metros cuadrados y frentes ridículos que no dan menor oportunidad de ofrecer un diseño espacialmente adecuado,  ni las condiciones mínimas de dignidad en una vivienda; otro punto muy importante que hoy buscan los desarrolladores es el impulso a la verticalidad, situación que se promueve en todos los tipos de vivienda, no sólo en la vivienda popular o económica, solo que este tipo de vivienda no tiene oportunidad de contar con elevadores debido al alto costo de los aparatos y su mantenimiento que es muy elevado, por lo cual el elevador se convierte en una útil herramienta para la vivienda que tiene un mayor costo y donde sus propietarios tienen un nivel económico mayor.

Muchos desarrolladores inmobiliarios suelen descartar este papel social que tiene la arquitectura en las ciudades. Prefieren cerrar los ojos a lo que sucede antes y después de sus edificios. Para ellos, la visión de comunidad es imposible de crear y se deja prácticamente a la suerte.

Después de haber vivido muchos de estos procesos desde planeación hasta terminación de los edificios, puedo dejar claro que lo más gratificante no es ver los resultados comerciales acelerados. El verdadero éxito del desarrollo inmobiliario es ver una comunidad que forma amistades, colaboración y apoyo.

Las casas de interés social normalmente se construyen en serie, teniendo los mismos modelos y que apenas cambian algunos aspectos en la fachada o en la superficie; la distribución es muy simple y no por ello funcional; la ubicación de puertas y ventanas no contempla generalmente una correcta ventilación cruzada y su orientación no considera las características óptimas del asoleamiento, no contando con una iluminación natural suficiente y éstas casas se entregan con lo mínimo indispensable, los vicios ocultos son muy comunes, ya que en su construcción en masa trabajan gran cantidad de empleados de la construcción y la supervisión que se tiene en éstos casos es la menor.

La vivienda más que las oficinas, los talleres, las fábricas y otros espacios comerciales o de servicio, constituye la mayor parte de lo construido en las ciudades. Sean unifamiliares, en departamentos, proyectadas por arquitectos o construidas por sus habitantes, es lo que garantiza la otra cara del derecho a la ciudad: el derecho a una vivienda digna, que el Estado debiera ser capaz de garantizar. La realidad es otra.

La mayoría de los habitantes de la ciudad viven donde pueden, no donde quieren o necesitan. En las condiciones económicas actuales, el libre mercado no puede garantizar que la desigualdad de ingresos no se traduzca en marginación espacial o geográfica.

El Estado debe imaginar otras maneras de intervenir, que en el fondo, se han probado en otros lugares o en otras épocas. Vivienda en renta con costos subsidiados, sea construida con inversión pública o mediante inversiones público-privadas e incentivos fiscales, o cooperativas de producción de vivienda y planeación de nuevos modelos de propiedad y ocupación.

También mecanismos regulatorios de renta temporal, tipo Airbnb, que en ciertas zonas de la ciudad ejercen mayor presión sobre el precio de las rentas. Mezcla de usos y mezcla de personas con distintos ingresos. Y favorecer el desarrollo simultáneo de vivienda junto a espacios de trabajo de distintos tipos, además de la dotación de servicios y espacio público suficiente.

La dignidad en la vivienda de interés social es un tema que nos permite observar diversas aristas y perspectivas, tan amplias que podríamos trabajar durante años en la búsqueda de la mejor solución, hoy en día tenemos infinidad de ejemplos que han intentado dar condiciones aceptables y dignas a este tipo de vivienda, a lo cual el resultado siempre es el mismo.

Se interponen los intereses económicos tanto de las personas que adquirirán estas viviendas que cuentan con recursos muy limitados y de los desarrolladores que muy poco les interesa ofrecer espacios de calidad y bien diseñados a los usuarios, de lo cual me surge una pregunta, ¿qué estamos haciendo los arquitectos al respecto? ya que hoy veo que la mayoría de los desarrolladores son ingenieros, licenciados, administradores o cuentan con carreras que poco tienen que ver con el diseño de espacios, dándonos un  pobre resultado que observamos en el diseño de la vivienda de interés social, desde los grandes fraccionamientos hasta la construcción individual, en el cual hemos dejado este tema tan trascendental a un lado, enfocándonos en el diseño de otro tipo de construcciones.

Tenemos un gran reto y la oportunidad de poner atención en este tipo de vivienda que pide a gritos ayuda para resolver el diseño de sus espacios y devolver la dignidad a la calidad de esta vivienda y a la gente que la habita.

Millones de personas alrededor del mundo viven y habitan estas casas y es urgente que pensemos y analicemos, cuantas veces sea necesario para dar solución, existen muchas alternativas, tenemos la capacidad de lograrlo, independientemente de la situación económica y sus limitantes, existen un sin fin de posibilidades para repensar lo que hoy podemos hacer y de que manera.

Es indispensable conocer el papel de los gobiernos y las políticas publicas que deben impulsar, para desarrollar un modelo acertado de construcción de vivienda económica y popular.

No podemos permitir que se construyan edificios de mas de 4 niveles sin elevador, resulta inhumano para las familias que habitan estos desarrollos vivir en condiciones que no son las óptimas, el vivir en un cuarto piso ya resulta una carga muy pesada, no solo por el acceso diario, debemos de ponernos en los zapatos de estas personas, cuando suben con lo que consumirán durante la semana, el agua en garrafón, su edad, la exposición a un problema temporal o permanente para subir escaleras, el accesar muebles y bajarlos que resulta una acción difícil y compleja debido a las escaleras que cuentan con las medidas mínimas.

Los arquitectos y diseñadores urbanos y del paisaje, debemos retomar el compromiso de diseñar  viviendas de interés social, así como encargarnos de su construcción y de igual forma involucrarnos con los gobiernos en turno para generar las mejores condiciones y lograr que las viviendas de interés social, cumplan con la calidad de derecho humano.

Hasta la próxima

ALFONSO DÍAZ DE LEÓN / Factum / San Luis Potosí, S.L.P. / Octubre 25 de 2019.

Fuentes:

La dignidad en la vivienda de interés social. Arq. Alfonso Díaz de León Guillén. Revista ciencia líquida, edición XV. (54,58). Posgrados – Universidad Autónoma de Durango.

Casa de interés social en México: ¡8 cosas que debes saber en cuanto antes!, Joelia Dávila, 28 de julio del 2017, Homify Online GmbH & Co, KG

El futuro es un lugar muy solitario written by Grupo 4S, published on mayo 1 2018, grupo4s.com

Apuntes para un decálogo urbano: 10 puntos a considerar para el presente de la ciudad de México, Alejandro Hernández Gálvez, agosto 1 del 2018, estepais.com

Alex Leandro Pérez-Pérez * arq_perez@hotmail.com Universidad de La Salle, Bogotá (Colombia)

El diseño de la vivienda de interés social. La satisfacción de las necesidades y expectativas del usuario Revista de Arquitectura, vol. 18, núm. 1, 2016 Universidad Católica de Colombia

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