De remuneraciones máximas y salarios precarios

En un momento en el que todo mundo habla de la precarización de los salarios, cuando menos hay un gran número de países en los que este tipo de fenómenos se está presentando y además en un momento en el que México nuestro país tiene mucho más problemas de precarización que cualquier otro país de América Latina y no se diga ya del mundo, de los países de la OCDE ocupa el último lugar en salarios, esa es la precarización de salario. El porcentaje de la población ocupada que recibe de 1 hasta 2 salarios mínimos creció en todas las entidades federativas del país. Reciben como máximo una remuneración mensual de 5,301.6 pesos.

Si hay empleo pero no está bien pagado, cada vez está más mal pagado, cada vez es menos el poder adquisitivo y cada vez es menos lo que las políticas salariales de los empresarios mexicanos quieren dar. En el 2013, 18.1 millones de personas laboraban y en 2018, 23.9 millones este aumento refleja la precarización del mercado laboral, si bien se observa un aumento de empleos estos son de menos calidad en materia salarial. Lo que ni si quiera podemos decir que es menos porque no existe, es el apoyo de los sindicatos. Los sindicatos realmente son el charrito que ha terminado por ganar la partida.

En este momento histórico con el arribo de López Obrador a la Presidencia del país su mira primero que nada no es la cuestión de la precarización de los salarios sino bajar las remuneraciones de quienes ganen de más, de los que ganan demasiado. De acuerdo con la Ley aprobada de Remuneraciones que por cierto está siendo impugnada por el 33% de los Senadores y que ha logrado conjuntar a los Senadores PRI, PAN, PRD, Movimiento Ciudadano y algunos pseudo independientes, ese fenómeno ha sido la primera y única Ley y el único motivo que han logrado fundir o concitar a los partidos políticos, en este caso a los Senadores de estas fracciones pero realmente es un acuerdo en el que participaron sin duda alguna los dirigentes de los partidos.

La cuestión no está fácil la Ley de Remuneraciones le pegó a una élite que efectivamente es gente bien pagada, a la mejor con justicia algunos a la mejor con mucha injusticia a muchos otros, pero es gente bien pagada y entonces hay que bajarles dice López Obrador para subirles a los que ganan menos, pero estamos hablando nada más de la burocracia y hay una precarización de salarios en todas partes. Con la disminución de los que ganan más podemos observar que en el 2013 el 20.9% ganaban de 2 a 3 salarios mínimos y en el 2018 el 18.4%; de 3 a 5 salarios mínimos en el 2013 lo ganaban el 16.3% y en el 2018 el 12.7% y más de 5 salarios en el 2013 el 7.5% y en el 2018 el 4.3% según el INEGI. En Tabasco y Campeche los salarios reflejan la crisis energética, en Michoacán e Hidalgo los salarios son bajos debido al perfil agrícola, en Guerrero por la falta de industrias, en Veracruz por el tema de inseguridad y corrupción que prevalece en la zona, en Nayarit y Quintana Roo el turismo presenta una dependencia sustancial.

La política salarial de AMLO no puede enfocarse exclusivamente a esto por qué no pensar en una nueva Ley que evite y que prohíba la precarización de los salarios y establecer a que se le puede llamar precarización que sin duda será a la disminución del poder adquisitivo, pero hay que definirlo muy bien en una Ley para de esa manera poderles exigir a las empresas y los patrones que no permitan que el salario baje más, porque esto está desanimando a la ciudadanía. Hay muchos empleos y hay mucha gente incluso que no acepta los empleos porque están muy mal pagados y hay mucha gente de la que se está abusando. Ahora que la Suprema Corte se metió en el tema de las servidumbre doméstica que trabajan desde hace tantas décadas en los hogares mexicanos hablamos de casi 3 millones, se establece que de esos 3 millones el 98% de ellas no tiene seguro social, el 99% no tiene aguinaldo a lo tiene al capricho del patrón y por supuesto no cuentan con ningún tipo de prestaciones, un gran porcentaje también, trabaja más de 12 horas y o hasta más y si son de quedada como se dice, vaya Usted a saber si no la paran a la media noche para que vaya y cuide a los bebés o alguna otra cosa que se ofrezca que ayude. Entonces esto es un problema muy grave en nuestro país, una violación a un derecho humano que es fundamental y es el derecho al trabajo plasmado en nuestra Constitución y pese a que fue un logro de la Constitución de 1917 plasmado en el artículo 123 constitucional, no se ha podido alcanzar el fin de su origen aun en nuestros días.

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