Carlos Santamaría, el Alumno más Joven de la UNAM

Gracias a la corriente de la batería del auto, Carlos Santamaría se enteró que era un alumno más de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien con 105 aciertos, se convirtió en el universitario más joven en la historia de la institución.

Su capacidad y conocimientos los adquirió vía internet y celebró que sea tan completa y fácil de estudiar “todo lo chequé en internet, hay ejercicios que puedes hacer”.

No darse por vencido y sacar de su vocabulario la frase “no se puede”, fue el estandarte de Carlos para poder perseguir su sueños, dentro de ellos, un hábitat de mitocondrias construido desde cero, experimentar con células para descubrir medicinas son algunos de sus proyectos.

“En lo que pasan las cosas, estudiar por internet. Hay muchas páginas que te dan buena información, ejercicios y todo. Así he aprendido biología y cálculo, la mayoría de lo que sé lo he aprendido por internet. Tampoco hay que renunciar así como así, y tratar de tener todo el apoyo de tu familia”, indicó.

“Ellos son los que han ido a Conapred, han conseguido los exámenes, y yo lo único que he hecho ha sido estudiar y pasarlos. Ellos arman todo y yo sólo pongo la última pizca”.

La mayor dificultad para llegar a las aulas de la Facultad de Ciencias fue para sus papás, quienes tuvieron que convencer “a las personas de que me dejaran hacer los exámenes de secundaria y bachillerato, porque decían que seguramente era puro cuento”.

Reconoció que el examen de admisión a la UNAM fue muy duro: “Ya ves que trae Cálculo, y yo todavía no me metía muy bien a integrales; entonces, de las 15 preguntas que saqué mal seguramente fue una de ahí, pero ahora he estudiado más y ya le entiendo bien”.

Sonriente, Carlos platica que la más nerviosa fue su mamá y que él, ante la imposibilidad de saber si había logrado ingresar a la licenciatura, sólo daba vueltas alrededor de la mesa. La Facultad de Química pedía 103 aciertos y él obtuvo 105. Lo había logrado.

“Estaba difícil porque en los exámenes diagnóstico en uno había sacado menos de 100 y en otro 102, 105 [aciertos], estado: aceptado. Nos reímos y mi mamá hasta gritó. Les empezamos a marcar a todos: a mis abuelos, a mis tíos, hasta a un primo que está en Japón”.

Desde 2016, Carlos Antonio sorprendió al país cuando, en una visita al Palacio Legislativo de San Lázaro, les dijo a los diputados mexicanos que de grande no quería ser como ellos, sino que su sueño es convertirse en científico.

Hoy, a los 12 años, está más cerca de ese objetivo después de que la UNAM lo admitió en la licenciatura en Física Biomédica, una de las carreras más nuevas en la institución.

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