Se nos acabó la muestra gratis

Tal como cuando contratamos un servicio de entretenimiento digital, un nuevo plan de telefonía o simplemente la membresía a algún club social; la muestra gratis de las elecciones terminó y el pueblo mexicano tomó la decisión de suscribirse como socio a un plazo de seis años a la membresía que ofreció López Obrador y probar de una buena vez aquella izquierda de Pinochet, de Perón, hasta de Chávez; misma izquierda a la que muchos temen y que pocos aman.

La bandera de algunos seguidores fieles de Andrés Manuel estaba la repartición igual del capital, es decir había quienes se jactaban y quienes aún sostienen que una vez tomada la silla presidencial los corporativos, consejos empresariales, organizaciones de la sociedad civil, entre otros, pasarían de las manos de sus socios, fundadores y accionistas hacia los más desfavorecidos económicamente. Esto debido a que México era comparado con Venezuela si Morena llegaba a dirigir el País y realmente es lo que en el año 1997 Hugo Chávez (1954-2013) por decisión unánime sin consulta al Parlamento Venezolano realizó; Chávez eliminó los Consejos Administrativos de las televisoras más importantes en Venezuela, enjuició a sus directores, gerentes y socios y dio el mando de dichas empresas a la clase trabajadora.

Este tipo de cosas YA ocurren en México, si, ya han sido muchas las corporaciones que pasan de ser de un solo empresario a ser propiedad de sus trabajadores, tal es el caso de Industrias Pascual S.C.L, la productora de los deliciosos jugos Boing sufrió en el año 1983 una crisis tal que se declaró ante la cámara de comercio a nivel nacional en bancarrota, los activos de la empresas se pusieron en venta para poder liquidar según la Ley a sus empleados y estos con una inteligente estrategia aceptaron que los liquidaran con los activos que aún quedaban de la empresa. Es por esto que desde entonces Pascual pasó a ser propiedad de la Sociedad Cooperativa de sus trabajadores; así es, en 1983 en medio de una época populista del PRI en México, se llevó a cabo dicha operación muy propia del socialismo utópico del que Marx (1818-1883) tanto hablaba.

Es bastante complicado que el corto periodo de seis años, el candidato pródigo logre hacer que México sea un país de porvenir para nosotros, la clase trabajadora; ciertamente puede existir un mesías en la silla presidencial más sin embargo aún sus hermanos de partido pueden hacerle imposible el trabajo. México no es un pastel que se puede partir en muchos trozos y repartir uno a cada persona que tenga hambre porque si nos terminamos el país a mordidas o pedazos, no quedará país por gobernar; entonces sin país para gobernar el presidente prometerá reconstruir lo que el mismo destrozó y hasta donde dice la historia de todos aquellos mandatarios fieles a la izquierda, acomodará las leyes a su favor para darse más tiempo y poder “reconstruir al país”

Desde acá le deseamos el mejor de los augurios  este lastimado México y sabemos que no nos queda más que observar, ser pacientes y apoyar; más nunca dejar de participar, solo así se mueve al país.

Sígueme en mi Twitter

@ulibarri_javier.

Hasta la próxima.

FRANCISCO ULIBARRI / En Curva / San Luis Potosí, S.L.P. / Julio 13 de 2018.

Be the first to comment

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.