Croacia clasificó a octavos por segunda vez en su historia tras golear a una Argentina que con un desaparecido Leo Messi, pagó su fragilidad defensiva y quedó al borde de la eliminación en una noche negra.
El combinado balcánico esperó a su rival en la primera mitad, sabedor de las urgencias de los de Jorge Sampaoli. Y Argentina quiso, pero no pudo. Tuvo más posesión, pero poca claridad, con el Kun Agüero y Messi inéditos. Al 10 se le notaba visiblemente incómodo. Para colmo de males, Enzo Pérez la mandó fuera a puerta vacía en la más clara que tuvieron.
En la reanudación, el paso adelante de los Vatreni puso de relieve los desajustes defensivos de la zaga argentina, y Ante Rebic, un puñal por la derecha, culminó su actuación marcando tras aprovechar un grave error del arquero Willy Caballero.
Sampaoli movió el banco buscando soluciones, y por momentos la entrada de Gonzalo Higuaín, Paulo Dybala y Cristian Pavón pareció dar chispa al equipo, pero fue un espejismo. Y con la defensa presa de un ataque de nervios, Luka Modric e Ivan Rakitic terminaron de hundir a su rival.
Luka Modric no solo marcó un golazo para poner el 2-0 momentáneo en el marcador. El centrocampista, ubicado en la posición de mediapunta, estuvo en todas las acciones de peligro de Croacia, destilando su clase.
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