En el último episodio de la novela mexicana

Esto no es una crítica a algún candidato, no pretende meter ideas de miedo a los lectores para votar o no votar por alguno de los candidatos, tampoco es un meme más con bromas, racismo o burla hacia cualquier persona que estuvo en el debate, es mas bien una pequeña revisión de los temas que se tocaron y los que no se debieron de tocar, no perdiendo de vista que es una opinión que trata de ser neutra y que solo es de una persona, la que escribe estos párrafos.

Ya parecía una cosa rara que en domingo por la tarde las plazas y las calles del centro de la Capital potosina se encontraran desiertas, algunos amigos creían que era por que la gente estaba alistándose para ver el segundo debate presidencial, algo que sería muy bueno, sin embargo, la razón era por que estaban televisando la final de fútbol, el mejor alimento para el pueblo. Al llegar la hora del debate algunos familiares se retiraron y no estoy segura de si se fueron con ánimos de ver cómodamente el debate o a ver la serie de Luis Miguel.

En este segundo debate, que si bien pudimos observar mejores preguntas, participación de la gente, discusión y confrontación, nos seguimos encontrando con un teatro, una novela o un programa de mal gusto, como por ejemplo el que conduce la señorita Laura, en donde vemos a un desgraciado, una victima, un mentiroso, un infiel, peleas, dramas, risas sarcásticas, bromas, amenazas y faltas de respeto.

Habrá que rescatar de este episodio los temas de cooperación, sueldos, salario mínimo, drogas y el tratado de libre comercio, ya que son esenciales para el crecimiento económico y social de nuestro País. Se esperaría ver en el siguiente debate a los candidatos enfocados en dar más propuestas concretas, más preguntas con respuestas, menos ataques y menos soberbia, que ya bastante credibilidad e interés por la política se ha perdido por estas actitudes.

Ojalá no se pierda de vista el hecho de que esto es como una relación, es de dos, los ciudadanos también tenemos la responsabilidad de hacer, de mostrar interés, de dar, de proponer resoluciones y de ayudar. No podemos dejar en manos de nuestros representantes toda la chamba, pongamos de nuestra parte.

Be the first to comment

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.