Antonio Tarín, el suplente que durmió en San Lázaro y cambió curul y fuero por un proceso en libertad (Crónica)

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Por más de 24 horas, el diputado suplente del PRI, Antonio Enrique Tarín García, tomó las instalaciones de la Cámara de Diputados como extensión de su casa, con la esperanza frustrada de contar con fuero constitucional hasta agosto de 2018.
El fuero no llegó, pero el hombre que debía sustituir al fallecido diputado Carlos Hermosillo tuvo la paciencia suficiente para lograr una suspensión provisional que impidió su detención a la salida del recinto legislativo.
Político priista, Antonio Tarín García fue director de Adquisiciones durante la gestión del ex gobernador de Chihuahua, César Duarte, y desde ayer enfrenta una orden de aprehensión girada en su contra por el presunto peculado de 300 millones de pesos destinados a empresas fachada.
El martes por la mañana llegó al Palacio de San Lázaro todavía con la idea de rendir protesta como diputado federal.
Frustrados sus planes por un oficio que envió la Fiscalía General de Chihuahua a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Antonio Enrique Tarín se negó a abandonar el recinto legislativo, decidió atrincherarse en las oficinas del occiso y solicitó a su defensa tramitar un juicio de amparo para evitar ser detenido.
Arropado por la fracción parlamentaria del PRI en la Cámara de Diputados, el ex colaborador de César Duarte decidió dormir en esas mismas oficinas, por lo que se encerró desde las siete de la noche del martes y hasta las 9:34 de la mañana del miércoles.
Acuerdo con el PRI: dejar San Lázaro hasta que se impidiera su captura
En su primera entrevista del día, Antonio Enrique Tarín afirmó que durante la noche estuvo pendiente de cómo avanzaba su defensa jurídica, pero también reveló que llegó a un acuerdo con la fracción parlamentaria del PRI para abandonar San Lázaro sin rendir protesta como diputado federal y, por lo tanto, sin contar con fuero constitucional.
antonio-tarin-garcia-A cambio, se le permitió mantenerse al interior de ese recinto legislativo mientras se admitía su amparo y se dictaba la suspensión provisional. Posteriormente, se dirigió a desayunar al restaurante 1857 que se encuentra dentro de San Lázaro, donde fue seguido por los medios de comunicación que estaban pendientes de su situación jurídica.
Durante el desayuno compartió mesa con cinco de sus colaboradores y dos diputadas federales del PRI, Jasmine Bugarin y Brenda Borunda, quienes mostraban tan buen humor como el propio Tarín García.
El diputado suplente reía mientras checaba tres teléfonos celulares, totalmente despreocupado por la presencia del Fiscal General del Estado de Chihuahua, César Augusto Peniche, en el recinto legislativo.
Incluso, el persecutor y el perseguido coincidieron en el edificio conocido como Los Cristales de San Lázaro.
Suspensión de amparo no impedirá proceso, dice fiscal de Chihuahua
El fiscal Peniche estaba programado para participar en la Comisión Especial sobre Agresiones a Periodistas. Al concluir su intervención en esa instancia legislativa, el funcionario chihuahuense rechazó que la presencia de Tarín en San Lázaro fuera una burla para la justicia.
En entrevista, advirtió que la suspensión de amparo dictada a favor del priista no será impedimento para seguir el proceso penal en su contra.
Abajo, en el restaurante, el diputado suplente seguía esperando las notificaciones del amparo que interpuso ante el Poder Judicial de la Federación.
Las horas corrían y seguía sin ser molestado.
Los comensales que lo acompañaban se fueron esfumando uno a uno.
Poco antes de las dos de la tarde, su abogada Mariana Sánchez llegó con la ansiada suspensión de amparo dentro de un sobre oficio color amarillo. Una rápida revisión fue la antesala de su salida.
El escape de Antonio Tarín, entre reporteros y policías ministeriales.
Al salir del comedor, el priista se enfrentó con el único cerco que estuvo pendiente de sus movimientos dentro de San Lázaro, los reporteros, fotógrafos y camarógrafos que siguieron de cerca su situación jurídica.
Entre empujones y manoteos —con apoyo de los servicios de seguridad de la Cámara de Diputados— el suplente llegó hasta una camioneta gris con placas de la Ciudad de México, la cual abordó para salir del recinto legislativo.
Sin embargo, el vehículo tuvo que frenar luego de atravesar la reja del estacionamiento de la Cámara de Diputados: una unidad de la Policía Ministerial de Chihuahua, auxiliada por Policías de Investigación de la Ciudad de México, le cerró el paso.
Un agente ministerial notificó al chofer y a Tarín de la orden de aprehensión dictada en su contra por un Juez del Distrito Judicial de Morelos, Chihuahua, pero el ex colaborador de César Duarte ni se inmutó y tampoco descendió de la camioneta.
Su abogada y uno de sus colaboradores entregaron una copia de la suspensión de amparo a los oficiales de la Policía Ministerial de Chihuahua y de la Procuraduría Capitalina, quienes no se rindieron de inmediato y pidieron tiempo para verificar la legalidad del documento con sus superiores.
Tarín esperó, si acaso, media hora más en medio de cámaras, grabadoras, micrófonos y teléfonos celulares que transmitían en vivo. Al final, el suplente acreditó el beneficio judicial y se retiró a bordo de su camioneta.
Así, sin fuero constitucional y sin ser privado de su libertad por orden de un juez, el priista concluyó con las primeras 24 horas de su frustrada carrera legislativa.
(Información de Carmen Aristegui / Fotos: Juan Omar Fierro / Cuartoscuro)

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