Señores Candidatos y Señora Candidata, No Se Hagan

JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ / Las Nueve Esquinas / San Luis Potosí, S.L.P.

Desde luego que una semana de campaña, de las doce que habrá, es muy poco para formarse juicios definitivos o emitir opiniones inamovibles al respecto. Sin embargo, estos primeros días de actividad proselitista me han dejado una sensación poco grata: pareciera que los señores candidatos y la señora candidata habitan un universo paralelo, cercano pero diferente. Dejan la impresión de que bien a bien no saben de qué se trata el asunto; dan pie a la sospecha de que ven una realidad distinta a la que vemos el resto de los potosinos.

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Los saldos declarativos de esta primera semana de proselitismo electoral prefiguran una realidad estatal donde lo único y verdaderamente urgente es el progreso material, el desarrollo económico; la ejecución de obras físicas, la ampliación de servicios públicos, la generación de más empleos.

Pareciera que los potosinos, a diferencia del resto de los mexicanos, no estamos indignados por la simbiosis autoridades-crimen organizado, para constatar la cual no hay que remitirse a Iguala o Cocula sino a nuestra Huasteca con El Gacela. Queda la impresión de que a los potosinos no nos irritan la corrupción, los abusos y excesos del poder; los conflictos de intereses y tráficos de influencias. Tampoco las desmesuras de la partidocracia o la impunidad garantizada desde las alturas.

No hay que ir muy lejos ni devanarse los sesos para constatar que temas cruciales de nuestra vida pública están ausentes, yo diría que meticulosa y escrupulosamente ausentes, de los discursos, promesas y compromisos de campaña de todos los aspirantes a gobernarnos. Lo cual, hay qué decirlo, resulta tan desalentador como sospechoso.

Asistimos al ocaso de una administración que vino a resultar corrupta, y ningún candidato parece inquietarse por ese hecho. Salvo un par de referencias más bien vagas de Sonia y Calolo, no hay posicionamientos firmes al respecto. Dice Miguel Reyes Razo que quien generaliza, exonera. Tiene razón. Cuando se afirma “todos son corruptos” en la práctica no se inculpa a nadie. Con esa premisa, sin duda es mejor ir a cuestiones más puntuales, más concretas.

Desde hace por lo menos tres años está bastante documentado que la compra de desayunos escolares y la adquisición de estufas ecológicas por parte del DIF son operaciones corruptas, con beneficiarios bien identificados. Más recientemente el tema ha estado presente en la opinión pública porque ante una solicitud ciudadana de información relacionada con los desayunos se respondió con una negativa tajante, sustentada en argumentos legaloides. Es decir, opacidad, ocultamiento. Y ninguno de los aspirantes a gobernarnos ha dicho nada.

Sale a los medios una señora que se identifica, propietaria de una tienda de abarrotes con venta de vinos y licores, a denunciar que personal de la Dirección de Gobernación del Gobierno del Estado, con nombres y apellidos, la extorsiona mensualmente igual que lo hace con otros comerciantes, y señala cifras. Y ninguno dice nada. Ni siquiera para pedir que se investigue con seriedad.

Los constructores denuncian que las licitaciones de obras se hacen amañadas, son motivo de extorsión y fuente de ingresos ilícitos para ciertos funcionarios estatales, y les responden con un desvaído “desterraremos esas prácticas” (¿sin castigar a nadie, sin tratar de recuperar lo que se han robado?), y acto seguido les firman la promesa de regenerar el Río Santiago. Haga usted de cuenta que un ciudadano denuncia a gritos que lo acaban de asaltar dejándolo en paños menores, y el interlocutor le ofrece bachear el frente de su casa.

Existen expedientes debidamente integrados desde hace más de dos años que acreditan con suficiente solvencia jurídica que hay sustento para expedir órdenes de aprehensión contra quienes saquearon con centenares de millones de pesos al Ayuntamiento de la Capital durante la administración labastidista. Por menos que eso y en cuestión de meses las mismas autoridades que han obsequiado absoluta impunidad a Victoria Labastida pudieron investigar, consignar y encarcelar a Ricardo Gallardo Cardona. ¿Dos varas de medir? Ningún aspirante dice nada.

No todos nuestros males como comunidad gobernada se originan en la corrupción y la impunidad que la alienta. Hay excesos y abusos graves que también lastiman a la sociedad y que por lo hasta ahora visto no figuran en la agenda de los candidat@s.

Ya lo sabíamos hace buen rato, pero en días pasados se detalla aquí mismo en Pulso, que nuestros diputados locales reciben 111 mil pesos mensuales por apoyos diversos, a los que hay que sumar otros 60 mil libres de impuestos por concepto de Dieta; 20 mil para su fondo de retiro, gastos médicos menores que fluctúan mucho pero que promedian varios miles más por cabeza; gasolina, automóvil, chofer, asistentes, viáticos, viajes al extranjero que no se justifican, etcétera, etcétera. Tenemos los legisladores más caros del país cuyos excesos son delictivos. Y ninguno de los candidat@s dice nada.

¿QUÉ PECADO COMETIMOS?

En una de las aportaciones más chocantes (y penosas) que el toranzato ha aportado a la historia política nacional, San Luis Potosí ha padecido un gobierno esquizofrénico que oscila de bicéfalo a tricéfalo. Un momento hubo en que gobernaban el doctor, la doctora y Martín. Pronto llegaron los pleitos fratricidas y se quedaron los galenos, pero enseguida se incorporó Cándido. La verdad yo no se qué pecado habremos cometido los potosinos en la otra vida para merecer semejante castigo. Y es hora que ningún prospecto de gobernador dice nada.

Por si no fuera suficiente, hemos sobrellevado a duras penas un gobierno de una mediocridad que, estamos seguros, andando el tiempo se volverá legendaria. Tenemos un secretario de Comunicaciones y Transportes cuyo nombramiento se justificó porque era el abogado, baratón, de una empresa “regularzona” de transportes (su verdadero mérito fue ser cuñado del actual secretario General de Gobierno).

La seguridad pública del estado se depositó en manos de un individuo que en su momento era el prefecto de cadetes de la academia de la policía federal (encargado de funciones tan delicadas como vigilar que los muchachos apagaran la luz a la hora indicada y no dejaran cochinos los baños). Cándido le hizo creer a Toranzo que Melgar era la maravilla enmascarada y el galeno se lo creyó todito.

La Oficialía Mayor de Gobierno está en manos de quien fuera la tesorera de una de las administraciones más corruptas de Soledad de Graciano Sánchez, cuyo mérito sobresaliente es que le pagaba a tiempo sus honorarios a Cándido Ochoa cuando era el defensor del enjuiciado Roberto Cervantes Barajas. No por nada doña Nina juega capiruchos con la susodicha.

Y bueno, apenas si es necesario señalarlo: el padecimiento de un gobierno de tan mala calidad y, en varias de sus áreas, de tan baja estofa, tampoco ha merecido ningún comentario, señalamiento o definición de los candidat@s.

Queda mucha tela de donde cortar, pero no queremos cambiar de tema sin señalar otros motivos de vergüenza pública: tenemos un Supremo Tribunal de Justicia cuyo último relevo de diez magistrados lo empobreció. Como lo único que importaba era que Cándido pudiera meter a cuanto cuate quisiera para asegurarse la prosperidad de su despacho, la lista de los nuevos integrantes no deslumbra. El órgano de control más importante de la estructura de gobierno, la Auditoría Superior del Estado, es una locura. Hay constancias sólidas de atropellos judiciales para despojar notarías o para encarcelar a potenciales competidores electorales. Y bueno, ninguno y ninguna de quienes quieren gobernarnos dice nada.

Antes de que me digan que cuánta impaciencia, permítaseme una justificación: la esperanza de que al final de las campañas, si los candidatos y la candidata siguen volteando para otro lado, por lo menos que no tengan la excusa de que “nadie nos dijo nada”. Tampoco es que yo espere que me hagan caso, pero ganas sí le pongo.

<<COMPRIMIDOS>>.

Entre el 21 y el 27 de este mes transcurre el plazo para que los partidos políticos registren ante el Ceepac sus listas de candidatos a diputados locales plurinominales. Es decir, faltan un máximo de dos semanas para que, en términos políticos, sepamos ya sin duda de qué está hecho Juan Manuel Carreras. Lo digo porque si como ya ocurrió con la federal pluri de Delia Guerrero, los dos o tres primeros lugares de las locales son ocupados por gente que impongan Fernando Toranzo o Cándido Ochoa, y dejen al Güero nomás mirando, este asunto ya se jodió. Como dicen los españoles: da repelús.

En octubre pasado que se relevó a diez magistrados del Supremo Tribunal de Justicia en realidad debieron ser once, pues la magistrada María Guadalupe Orozco Santiago ya había cumplido también el máximo de 15 años de servicio. Por razones que nunca se explicaron permaneció en su cargo. Recién se sabe que su relevo es inminente, para hacerle lugar a la licenciada María del Carmen Galván Rivera, actual secretaria del Segundo Tribunal Colegiado del Poder Judicial Federal, y profesionalmente vinculada desde hace decenios a la magistrada Juana María Meza.

Quienes conocen bien el medio saben dos cosas: que la licenciada Meza es el paño de lágrimas y el Bálsamo de Fierabrás de las autoridades estatales cada que se les atora u ofrece algo en la judicatura federal, y que luego de que su colaboradora de tantos años fuera ignorada en las designaciones de hace cinco meses, hizo saber su gran disgusto a todas las instancias debidas en el gobierno Torancista, al grado de que se negó a tomar sus llamadas. ¿Me explico?

Ayer o antier que vi una fotografía donde aparece don Melquiades Morales plácidamente sentado en un evento priísta, no sé por qué extraña asociación de ideas recordé la frase con que el general Douglas Mcarthur cerró su discurso de despedida del servicio militar en abril de 1951: “Los viejos soldados nunca mueren, sólo se desvanecen en la lejanía”.

El que Eugenio Govea haya decidido practicarse el análisis antidoping es un avance; modesto pero avance al fin. Ojalá sucedan dos cosas más: que los demás candidat@s lo imiten y que él mismo de un paso más. Por ejemplo sometiéndose al examen psicológico o psicométrico. Ya entrados…

Un brevísimo mensaje para mi estimado Adrián Vázquez: Ese no es el camino Adrián. No te subas tan pronto al ladrillito que ni siquiera está cocido. (Para que no haya confusiones, no aludo a ningún asunto personal. Es algo que tiene que ver con colegas).

Hasta el próximo jueves.

 

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