Paltas o Palmeras

PALTAS O PALMERAS
por Silvia Martínez Coronel/ Montevideo
(escritora uruguaya)
Fue una muerte lenta, como previsible.
Aquel cuerpo agusanado no podía estar sin acusarse mucho tiempo (aunque lo intentó), pero hasta el más ingenuo reconoció a los cuerpecillos cuando empezaron a salírsele por todas partes…a veces me da por pensar que fue un suicidio (nunca quiso ir al médico, decía que eran cosas nuestras que todo estaba bien), y no una muerte por enfermedad…lo cierto es que ya no está.

No era que su presencia moviera paredes, tenía esos transcurrires que uno no sabe si la persona está viva o muerta. Pero a veces abría la boca, y ahí sí los gusanos que llevaba dentro, y nosotros ignorábamos, hablaban por ella…y bien que se hacía notar.

Ahora, luego de que los vi, entiendo muchas cosas, eran de esos que tocan y queman, con patas, peludos, brillantes, que se camuflan enroscándose. Suelen vérseles por la primavera donde hay palmeras, o paltas. Ahora, según el médico forense era la primera vez que se hallaban dentro de un cuerpo humano.

Pensar que la creímos inteligente, supongo que por el brillo de los gusanos, sedosa , por la cualidad de ellos de deslizarse, dañina, por el fuego maligno que provoca quemaduras al primer roce, invisible, por su capacidad para camuflarse, y dejar a otros como responsables de sus actos.
Pobre, ahora que lo pienso…todo se debía a los gusanos!…por suerte el mal no era contagioso, pero para evitar el espectáculo, luego de la autopsia, la velaron a cajón cerrado.

No todo el mundo se tragó el cuento de los gusanos, yo sí, porque estuve ahí y lo vi con mis propios ojos!…pero se sabe como es, la gente está lista para creer lo que no pasa, sin embargo es muy difícil que sepa reconocer lo evidente.
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