Poco hay que no se haya dicho ya respecto de las elecciones del domingo pasado. En razón de ello quisiera aludir a un aspecto del mismo tema, no muy abordado en estos días. Me refiero a la inutilidad del acto de impudicia política protagonizado por Morena y sus aliados el PVEM y el PT en Coahuila, una semana antes de las elecciones. Los datos duros, los hechos demuestran que de nada sirvió que ambos partidos, obscenamente desconocieran a sus candidatos en aquel estado para obligar a la militancia a apoyar al morenista Armando Guadiana.
Los resultados electorales en Coahuila (57% para PAN-PRI-PRD; 21% para Morena; 13% para PT y 6% para PVEM, en cifras redondeadas) son prácticamente idénticos a los que anticipaban las encuestas serias levantadas días antes de las elecciones. Es decir, la coreografiada exhibición de pornografía política que protagonizaron Mario Delgado, Manuel Velasco, Karen Castrejón y Alberto Anaya, sirvió para absolutamente nada.
Actuaciones como esa son de las que mantienen cada vez más alejada de los partidos a la ciudadanía, hombres y mujeres sobre todo jóvenes, que ven con repugnancia el cinismo, la desvergüenza, la falta total de ética y la obscenidad con que se conducen las formaciones políticas.
La práctica política nunca ha sido asunto de santos o de almas puras. Ya lo señaló Max Weber hace más de un siglo: “Quien quiera dedicarse a la política, debe olvidarse de los ángeles y los demonios. Si quiere salvar la ciudad debe renunciar a salvar su alma”. Pero hay ocasiones, como ésta que hoy comentamos, en que se conjugan una desfachatez absoluta con una futilidad monumental.
“Convencidos” por Delgado, Velasco, Castrejón y Anaya, de última hora, quisieron obligar a sus candidatos Lenin Pérez y Mejía Berdeja a declinar sus candidaturas, -¡a cuatro días de concluir las campañas!- a favor de Guadiana. No lo hicieron, pero sin duda que el resultado habría sido el mismo aunque lo hubieran hecho.
El que la política-política sea asunto rudo e impío, no obliga a revolcarse en el lodo, menos en público y con entrada gratis. Más allá de los valores vilipendiados, lo que creo que se debe subrayar es que con esas exhibiciones la praxis política se convierte en atractiva únicamente para cínicos y sinvergüenza. Y si nos atenemos a la implacable realidad coahuilense, también para mensos.
Y peor aún: con todo y su cinismo, mal gusto y pésimo timing, ese asunto parecía encontrar cierta explicación -que no justificación- con el hecho de que un día más tarde Mario Delgado anunciara que El Güero Velasco se convertía en una nueva Corcholata, con derecho a participar en el proceso morenista para designar candidato o candidata a la Presidencia de la República.
Cualesquiera que fueran sus posibilidades reales de conseguir la nominación, la nueva condición le daba al personero del Niño Verde margen para participar en deliberaciones de alto nivel en el seno del lopezobradorismo. Fue tanto su entusiasmo que de inmediato arrancó una costosísima propaganda identificándose como “Corcholata Verde”. Quién sabe hasta donde llegarían sus cálculos o sus ensoñaciones, pero evidentemente Velasco se las tomó en serio.
El único problema es que nadie parece haberle avisado de estos enjuagues al mero jefe y, ¡tómala Güerito!, el lunes no fue invitado a la reunión del Olimpo instalado en el restaurante El Mayor, donde sí estuvieron las corcholatas de a deveras y los gobernadores cuatroteístas. Feo el descolón, pero más que merecido. Ojalá Alberto Anaya no se vaya impune.
YA SE LE HIZO VICIO
El pasado fin de semana, un medio impreso local, serio y de muy larga trayectoria, publicó una amplia entrevista con el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, en el transcurso de la cual dijo, entre otras cosas, lo siguiente:
“Hay una agenda y una estrategia bien definida con la que se va a colocar a San Luis Potosí como la cuarta entidad federativa más importante del país, en inversión extranjera y en recursos económicos del producto interno bruto”. Luego destacó que “Nuestra entidad ha sido pionera, junto con Nuevo León, en atracción de inversiones. En este primer trimestre Nuevo León y San Luis Potosí fueron las dos entidades federativas que alcanzaron 75 por ciento de ingresos de inversión extranjera del país”.
Dijo también que el año pasado “tuvimos inversiones por 700 millones de dólares, sin embargo, este año en el primer trimestre tuvimos tres mil quinientos millones de dólares…”.
Pues con la pena, pero todo lo anterior son mentiras. No sé si deliberadas, producto de la mala información o de información mal entendida y peor procesada. En el mejor de los casos son anhelos de muy improbable cumplimiento, y en el peor son ensoñaciones que una mente desordenada confunde con realizaciones.
En su orden: En el primer trimestre del año, la inversión extranjera directa que entró a nuestro país fue de 18 mil 636 millones de dólares. La Ciudad de México absorbió 7 mil 039 millones, equivalentes al 38% (a partir de aquí, ya no hay manera de que Gallardo pudiera tener algo de razón, pues solo queda el 62 por ciento de la IED trimestral, pero eso no es todo). A Nuevo León llegaron 2 mil 332 millones, iguales al 13%; Jalisco logró el 6% con 1 mil 179 millones; Puebla alcanzó el 5% con 920 millones, y al Estado de México correspondieron 892 millones, casi el 5%.
Para completar el Top Ten, Veracruz recibió 831 millones, equivalentes al 4.5%; Baja California quedó con 785 millones y el 4.2%; Chihuahua se ubica en el octavo sitio con 562 millones de dólares que representan el 3%; Guanajuato alcanzó 492 millones y el 2.6%, y finalmente Sonora con 387 millones, iguales al 2%. Estas diez entidades federativas acumulan en total 15 mil 419 millones de dólares, equivalentes al 82 por ciento del total.
El lugar preciso de San Luis en este listado no aparece todavía en la página oficial de la Secretaría de Economía, o yo no pude encontrar el apartado correspondiente. Visto que el ultimo estado de los primeros diez acumula el 2 por ciento del gran total, aún si el nuestro fuera el número once andaría debajo de ese porcentaje, por lo que en el mejor de los casos sumándole el 13 por ciento de Nuevo León alcanzarían el 14 por ciento y fracción. Lejos, lejísimos de ese descomunal 70 por ciento informado por RGC.
Con estos mismos datos se derrumba también la afirmación gallardiana de que “este año, en el primer trimestre, tuvimos tres mil quinientos millones de dólares (de inversión extranjera directa)”. Absolutamente falso. Esa cifra únicamente la alcanza y supera la Ciudad de México con sus 7 mil millones, y le sigue Nuevo León con 2 mil 332 millones.
En el primer párrafo de sus declaraciones, reproducido al comienzo de esta sección, Gallardo Cardona dijo que “se va a colocar a San Luis Potosí como la cuarta entidad más importante del país, en inversión extranjera y recursos económicos del producto interno bruto”.
En cuanto a inversión extranjera ya vimos que nomás no, pero pudiera haber tenido una confusión con el Producto Interno Bruto. Tampoco. En cuanto a valor del PIB por entidad federativa a diciembre del año pasado, ocupamos el lugar número 16, con 662 mil millones de pesos, equivalentes al 2.33 por ciento del total nacional. Una aceptable posición de media tabla, que ha mejorado ligeramente con los años. Convertirnos en el cuarto lugar nacional por valor del PIB, podría conseguirse, me dicen los expertos consultados, en cosa de medio siglo, siempre y cuando todas las demás entidades federativas dejen de crecer.
Aquí se vuelve obligada, ineludible, la pregunta: ¿Qué le pasa al gobernador? ¿Tiene a cargo de sus tarjetas informativas al peor y más sádico de sus enemigos o enemigas, que disfruta lanzándolo al abismo de los desfiguros? o ¿la información que le pasan es correcta, pero él es incapaz de comprenderla, procesarla y exponerla? Existe también la preocupante posibilidad de que ni le hagan tarjetas, ni busque información por su lado, sino que haya llegado a un nivel tal de ofuscación o extravío mental que lo lleva a pensar que basta con que él diga algo para que se vuelva realidad.
Y ya ni hablar de esa obsesión, de esa enfermiza pulsión por vernos la cara de tontos a sus gobernados, sea de él directa y personalmente o de los cabrones que se divierten a sus costillas lanzándolo a decir mentiras, barbaridades, figuraciones, sueños y quimeras.
(Todas las cifras fueron extraídas de las páginas oficiales de la Secretaría de Economía, en su apartado Registro Nacional de Inversión Extranjera, y del INEGI en el rubro de Producto Interno Bruto por entidad federativa. Actualizadas en el primer caso al primer trimestre de este año y en el segundo a diciembre del 22).
COMPRIMIDOS
Por norma estatutaria, el CEN del PRI debe autorizar la expedición de la convocatoria para elegir nueva dirigencia estatal antes de que termine el mes próximo. Si no lo hace, con alguna de esas chapuzas a las que es tan proclive Alito Moreno, la más perjudicada va a ser Sara Rocha. Sin la renovación de dirigencia en términos de legalidad interna, Sara pasará de ser dirigente provisional a dirigente espuria, con todo lo que eso implica. Ciertamente, es ave de tempestades. Ya una vez gobernó Catorce sin haber ingresado nunca al Palacio Municipal que le bloquearon sus opositores. ¿Querrá repetir la hazaña?
Cuando parecía que las barrabasadas de El Guapo Hechizo, a propósito de la fiesta buchona de la regidora soledense, eran insuperables, llega otro inspirado declarante, el dirigente interino del Verde estatal, Eloy Franklin Sarabia, a decir más barbaridades. Destaca una: que como la fiesta era cosa personal y privada de la regidora y su familia, la autoridad partidista no tenía por qué intervenir. En primer lugar, no era algo personal, había una multitud presente, y de privado no tenía nada, pues todavía no terminaba la pachanga y ya doña Irma Patricia Cuevas la estaba presumiendo en sus redes sociales. Con la lógica de EFS, si un(a) militante verde, en la privacidad, recogimiento e intimidad de su hogar mata a puñaladas a su pareja, es asunto personal y privado. ¿O cómo?
El líder sindical del personal administrativo de la UASLP trae ganas de comer lumbre. Empeñado en mantener apartada de sus funciones a la secretaria de Actas del comité directivo, por sus puras pistolas, está incurriendo en una falta grave: no dar cumplimiento a un mandato judicial para que la reinstale. Por si no fuera suficiente, corre el riesgo, la organización, no él, de que muchos de sus acuerdos y compromisos oficiales sean declarados inválidos si alguien los impugna, por no haber sido firmados por los integrantes correctos de la dirigencia.
Hasta el próximo jueves.