Mujeres de lucha y espinas, floreciendo y emprendiendo juntas.
Marzo está por terminar, y aunque es considerado el mes de mayor empoderamiento de la mujer, hoy quiero recapitular, como es que ese empoderamiento tiene años de lucha, esfuerzo y trabajo de cientos de mujeres de nos rodean.
Mes de la mujer
Asistí a diversas conferencias durante el mes, en un inició lo hice por querer conocer personalidades que en algún momento había visto en la tele, conocer un poco de su trayectoria, solo conocía sus vidas profesionales y lo que en los medios se cuenta de ellas.
Rosario Marín, la primera tesorera mexicana en Estados Unidos, sin duda, una mujer de la que sabía poco, pero que al conocerla impactó de gran manera en mi vida, narró en su conferencia como el ex -presidente de Estados Unidos George W. Bush felicitó a su padre por todos los esfuerzos que había hecho por impulsar a su hija logrando llegar hasta la Casa Blanca.
Denise Dresser, una mujer que alza la voz y que dijo en su charla; “de aquí voy a ver a mis alumnas en la marcha”, me hizo entender sobre el camino del emprendimiento y empoderamiento juvenil, no importa en que posición estés, siempre impulsa a las nuevas generaciones.
Tuve la oportunidad de conocer historias de otras mujeres potosinas, mujeres que tal vez solo conocía por nombre, pero jamás había conocido su historia. En estas platicas conocí a Evelin Ríos, una chica de complexión delgada y pequeña, por mucho tendrá 26 años, con voz suave y con discapacidad visual. Llegó y al apenas abrir la boca cautivó con su gran inteligencia, narró una historia de las abejas que llevaré siempre como enseñanza de vida:
“Las abejas no nacieron para volar, su cuerpo es grande y sus alas tan pequeñas, pero nadie les dijo que no podían hacerlo, así que aletean tan fuerte que hoy vuelan, y poco saben que ellas no nacieron para volar”.
Lo fui entendiendo todo, o más bien, fui entendiendo tanto. Comencé a ver a mi alrededor, tantas mujeres que existen en mi día a día, empezando por mi hermosa, única y parlanchina sobrina Vale, 3 años de edad. Constantemente le platico de mi trabajo, la invito a ser parte de mis días, los fines de semana suelo planear que nuevo lugar mostrarle y muchas podrán identificar el amor tan grande que existe por tus sobrinos.
Hace pocos días me dijo; – ¿Tía, de donde sacas tu dinero? – le respondí “del cajero”, se me quedó viendo y me responde – ¿pero de dónde lo sacas?, ¿quién lo pone ahí?.
Honestamente me sorprendió la mirada de curiosidad que tenía, no le había resuelto nada, solo pude responderle después, “de mi trabajo mi amor, mi dinero sale de mi trabajo”.
Ella se quedó callada un segundo y me respondió, ¿cuándo venderemos las gelatinas? yo quiero tener dinero.
“Me di cuenta cómo nosotras mismas somos nuestra propia fuente de inspiración, de fortaleza, de aspiración y empoderamiento, somos el resultado de las mujeres de quienes nos rodeamos”.
Mi primera marcha
Como muchas lectoras tal vez, este año fue el primer año que decidí unirme a la marcha del 8 de marzo. Un evento lleno de pasión, llanto y una constante de libertad de expresión. Llamarte feminista aún puede ser mal visto, sin embargo, hoy yo lo digo abiertamente, si lo soy, y aún me falta mucho por aprender, pero mi lucha empezó hace muchos años.
Un día llegué a clases, la marcha y el horario se empalmaban con mis materias. Hice un comentario respecto al siguiente miércoles, y mis alumnas respondieron “vamos a ir a marchar, ¿tú vas a ir?”.
La institución educativa en México está pasando por una transformación muy grande, los modelos académicos, las materias, incluso las mismas carreras están cambiando, ¿por qué los maestros no lo hemos de hacer?, los alumnos no quieren maestros perfectos, quieren y necesitan profesionistas empáticos, seres humanos que les motiven desde los hechos, no solo desde leer un libro.
La marcha la viví junto a grandes amigas, para todas era nuestra primera vez, no entendíamos mucho de lo que pasaría, pero estábamos ahí, juntas, uniendo nuestras voces con las otras 10 mil potosinas que marcharon.
Nos dieron algunas pancartas para portar, venía el nombre de una chica, no sabíamos quién era, al preguntar nos dijeron -“sufrió feminicidio, era estudiante”-, ¡YO TENGO ESTUDIANTES!, ¡Yo iba con mis amigas!, ¡Mi sobrina en algún momento crecerá!.
“No quiero que nadie porte mi nombre o el de las personas que amo en una marcha, y marche y grité, porque hace algunos años le arrebataron la vida a mi papá, no quiero que me la arrebaten a mí”.
Dentro de las pláticas a las que asistí, Mónica Cabrero, Presidenta del Consejo Coordinador de mujeres dijo una frase que me quedo marcada: “Cuando nos ven juntas, nos ven poderosas, hagámonos grandes nosotras”.
Caminemos en TRIBU apoyándonos, siendo sororas y empáticas con nosotras mismas.
Eventos que nos hacen re-descubrirnos
Amo los eventos, el chisme, tomar, trabajar y hacer relaciones públicas. Los eventos para mí son una parte fundamental para brindar y conocer esa dualidad profesional y personal que todos tenemos, antes no estaba tan bien visto, ¿lo recuerdas?
Pareciera que portar un uniforme o un título universitario era sinónimo de que fueras amargado, teníamos que jugar a “ser profesionales”, muchas veces olvidando quieres somos realmente. Ojo, trabajo en posicionamiento de marca personal y entiendo de imagen pública, pero no podemos mentirnos a nosotros mismos siendo profesionalmente alguien que no somos realmente.
Fui al Victoria Fest 2023 en CDMX, cientos de mujeres de diversas ciudades, vestimentas increíblemente cómodas, únicas y peculiares. Muchas se acercaban y saludaban, preguntaban de dónde veníamos, que hacíamos, hicimos intercambio de tarjetas, números y cosas que amamos.
Mis ojos de análisis observaban la dinámica de todas esas mujeres y hombres que nos dimos cita en ese evento, todos queríamos aprender, emprender, disfrutar, ser nosotros mismos y conectar.
La vestimenta sin duda era una manera de expresión general, sabías quién era con solo una sonrisa.
“Primero eres la persona, después tu profesión”
Regresé a San Luis y tenía otro evento en colaboración, estaba un poco nerviosa, estos eventos eran compartidos con alumnas, el estrés, la incertidumbre, los retrasos, son cosas que siempre permean en los trabajos y más si trabajas en eventos.
Resalto la historia de una de ellas, América, años anteriores la tuve como estudiante, tímida, nerviosa y muchas veces insegura, en el evento, seguía siendo tímida, seguía estando nerviosa y estoy segura que muchas veces estuvo insegura, pero lo intentó y lo logró, se llevó la estrella durante el evento.
Al terminar estos eventos, se sentía tan feliz con ella misma, y yo me sentía más feliz por ella.
¿Qué tiene que ver esto con el emprendimiento y los negocios?
Es muy sencillo, somos parte todos los días de la motivación, inspiración y lucha de los y las emprendedoras. Emprendemos desde la curiosidad cuando tenemos 3 años, desde el temor de saber que hacer después de la universidad a los 20, desde la dualidad que tenemos que aceptar al crecer y entender que somos seres humanos y también profesionistas y no nos debemos corromper a nosotros mismos… y después, sin darte cuenta, puedes ser el modelo de inspiración para las personas que te rodean.
Emprender no es sencillo, pero cuando estas junto a las personas correctas, en los lugares indicados, todo se torna con más amor, más empatía y más compromiso.
Debemos cuidarnos, alentarnos y seguir luchando por ese sueño que tenemos, hacernos conscientes de lo que nos decimos internamente, re-educarnos y ser activistas activas de una sociedad igualitaria, donde emprender y ser empresaria no sea pisar a alguien más, si no caminar para juntas hombro con hombro poder avanzar.
JESS ACOSTA / #ALaMexicana / Ciudad Valles, SLP / Marzo 29 de 2023.