
Posibles actos de corrupción en la construcción del Campus Pedregal de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, detectó la nueva administración, tras las quejas y los sismos que ocurrieron en días pasados.
Alejandro Zermeño Guerra, rector de la máxima casa de estudios reconoció que la construcción del inmueble presentó una serie de anomalías que podrían traducirse en corrupción y que desde hace días, la contraloría interna investiga para fincar responsabilidades penales o administrativas.
El rector Zermeño Guerra ordenó la clausura del edificio tres del Campus Pedregal para evitar poner en riesgo al alumnado de la facultad de ciencias, en tanto evalúan el riesgo del inmueble.

Alejandro Zermeño agregó que los alumnos que tomaban clases en el edificio serán reubicados a la Zona Universitaria y a otros campus cercanos para que continúen con sus clases.
Zermeño Guerra comentó que podrían destinar entre 18 y 20 millones de pesos para la posible reconstrucción total del edificio y remarcó que aunque Protección Civil Municipal senaló que mientras no exsta actividad sísmica, se puede usar, tomaron la decisión de cerrarlo en tanto se decide qué harán con el inmueble.
El próximo fin de semana, el consejo universitario tratará el tema y evaluarán las posibles sanciones para los involucrados en la construcción del Campus Pedregal, además del plazo en el que realizarán la restauración o reconstrucción de la sede.
Anel Puente Loredo, titular de la contraloría interna, dio a conocer que existen irregularidades en su construcción, sin embargo, por el debido proceso, necesitan evaluar posibles sanciones para los responsables de la obra.
José Salomé Murginuia, director de la facultad de ciencias platicó que ante la clausura del campus pedregal, que concentra tres edificios, el edificio uno clases en su totalidad, en el edificio dos llevan clases mixtas, en el campus son mil 300 y por lo regular son mil 100

El doctor Zermeño Guerra explicó que al inicio de su gestión al frente de la UASLP, se tenía conocimiento de los problemas que presentaba el edificio de la Facultad de Ciencia, por lo que una de las primeras acciones que se realizaron fue el solicitar un dictamen de la situación real del edificio, por lo que se buscó a un perito estructural debidamente certificado.
“Solo había una persona que se desempeñaba como tal, pero a su vez era profesor universitario, lo que generaba conflicto de interés, por lo que una empresa con sede en Morelia quien realizó el análisis requerido, mismo que nos fue entregado en el mes de agosto (antes del sismo del 19 de septiembre) y que arrojó que el grado de riesgo era considerado bajo, por lo que no se esperaba que hubiera un colapso súbito o catastrófico”. Señaló.