Cuando la Intolerancia Persigue a la Democracia

Por Mónica Alfaro

Es asombroso ver la rapidez con la algunos seguidores de la izquierda mexicana tachan de fascista, antidemocrático o cavernícola a todo aquel que se atreva a publicar algo que vaya en contra de su manera de pensar; la facilidad con la que insultan no solo al escritor, si no a su familia completa por el simple hecho de no comulgar con las ideas, doctrinas y/o costumbres de esa “izquierda” (si, con comillas) incapaz de comprender el amplio concepto de democracia. Y si como dicen, esa “izquierda” ya es mayoría, fue ella la primera en reclamar el derecho de las minorías a existir y a expresarse. Parecería que el periodismo y la escritura editorial fuera una guerra fratricida entre los adeptos a diferentes partidos políticos y en la que si uno gana, el otro tiene que morir.

La izquierda mexicana es indispensable, su existencia  garantiza la representatividad de una buena parte de la población en todo proceso democrático. El PRD, al igual que muchos otros partidos, ha sangrado para poder organizarse y encontrar un camino propio, que lo señale como diferente y representativo; pero en ese exitoso andar que lo ha convertido en un partido fuerte, ha cometido grandes errores, los que le han sido señalados oportunamente por la prensa. Pero no ha sido más que eso y no una declaratoria de guerra: un trabajo intelectual de libertad y de aceptación.

Esta lucha democrática que se ha ganado por medio de la permanencia, la unión y la tolerancia, se enriquece cuando las demostraciones de desacuerdo se realizan en el mismo tono, con base en argumentación crítica, fomentándose la discusión y el debate profundo. Pero la red está llena a rabiar de personajes anónimos que se lanzan con furia y abuso, como si en ello les llevara la vida, haciendo gala de su intolerancia y poco valor. Probablemente estos personajes ni siquiera sean parte de un partido político, ni estén siendo pagados para denostar, sino entes seguidores voluntarios e ignorados, cuyo analfabetismo político y necesidad de atención es notoria, al igual que sus complejos de clase.

Lo que por muchas décadas hemos buscado, por fin en México lo tenemos: un periodo electoral en el que la mayoría de los ciudadanos están involucrándose activamente y en el que cada persona puede llevar abiertamente su carga ideológica y su manera particular de decidir sobre política. Por su parte los medios de comunicación serios y comprometidos, procuran incluir en sus filas a representantes de todas las ideas políticas y tendencias que coexisten en nuestro país, permitiendo y garantizando su libre expresión. La finalidad de esto no es otra más que la de auxiliar a que esas decisiones se tomen con base en la mejor información, en la comparación de opiniones e ideas, rebasando las anquilosadas y tradicionales formas de hacer política.

Lo sentimos por aquellos que creen que el pensar diferente es pecado y que el ataque desde el anonimato los hace más fuertes pues no pueden pretender establecer sus reglas o limitar la libertad de expresión de todos los demás.

1 Comment

  1. Me gusto mucho tu articulo, me gusta ver que somos muuuuuchos lo que pensamos igual acerca de la izquierda política, ellos son muy radicales y no quieren ver mas allá de su tan cerrada ideología, por esta razón, dudo que ganen la presidencia.

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