¿Les ha pasado en algún momento el querer desconectarse, sumirse y dejar de girar en el ritmo al que el mundo sigue girando? Seguramente la respuesta es sí. En menor o mayor grado, y aún más después de todo el estrés que nosotros mismos hemos creado colectivamente en nuestro mundo, no es raro sentirnos sobre pasados en algunas ocasiones, y si, en el mejor de los casos hemos logrado diagnosticar estas sensaciones, pero, en el peor de ellos, lo disfrazamos o buscamos algún otro tipo de explicación para adormecer los síntomas y seguir girando al ritmo del mundo en el cuál, si te duermes, no te espera.
Y si, es prácticamente imposible para todos nosotros el decidir alejarnos del mundo para cuidar de nuestra salud mental, emocional, espiritual, que en realidad debería ser lo principal de no ser porque si no trabajamos YA NO SERVIMOS. Si, tal cual, así de feo como suena, estamos en un sistema en el cual si dejamos de producir riqueza, dejamos de servir, lo cual nos convierte en esclavos, lejos de la libertad que creemos que logramos comprar con lo que generamos mediante nuestros imparables trabajos, cada día perdemos más la libertad. La libertad de decir que no
Todos nos creemos libres, como dice el filósofo Sartre, “Podemos comprarnos la ropa que queremos porque somos libres, dirían algunos. Podemos salir de fiesta el fin de semana porque tenemos la libertad de hacerlo. Si quiero comprarme algo lo puedo hacer, si quiero viajar a algún lugar, puedo ir. Asociamos libertad al consumo, a lo que si podemos, al dinero.”, cuando en realidad la libertad es la capacidad de decir que no. Pregúntate, ¿Qué tan grande es tu capacidad de negación? ¿Cuántas cosas haces porque no te queda otra más que decir que si?
Si puedes elegir negarte a hacer o convivir con algo con lo que no te sientes cómodo, eres libre, tú tienes la decisión final sobre que harás, pero al también es importante que aprendamos a darle la importancia necesaria y que realmente tiene al tomarnos un respiro en nuestra vida, el ser capaces de volver a nuestro punto de origen y replantear el camino que queremos llevar y ver que tanta libertad y vida nos está costando el que ya estamos viviendo, porque como nos dice Carl Brand, Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar ahora y crear un nuevo final
Detrás de cada transformación o cambio que realizamos, hay un sueño pendiente por cumplirse.
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FERNANDA ALVAREZ / Voces / San Luis Potosí, S.L.P. / Marzo 1 de 2023.