La migración tiene criterios estéticos

Pareciera que ya nos es normal escuchar y ver noticias diariamente relacionados con temas de migración, especialmente siendo un país en donde apenas el gobierno interceptó a 77 mil 626 migrantes de enero a marzo de 2022, un aumento interanual de 89.3% frente al mismo trimestre del año pasado, cosa con la que hemos logrado convivir ya casi de manera natural a través de los últimos años, siendo totalmente inútiles cualquier tipo de “esfuerzos” (si es que realmente se está haciendo), por erradicar o mejorar la situación migratoria.

¿Por qué nos causa tanta indignación ver imágenes de refugiados del otro lado del mundo, caminando cientos de kilómetros para huir de escenarios de guerra, crisis política, alimentaria y mil factores más, pero ya nos parece tan normal presenciar que las carreteras al norte de nuestro país están repletas de migrantes centroamericanos, quienes llevan meses caminando a través del continente, huyendo de situaciones igualmente desastrosas? Y ni siquiera vemos a los medios de comunicación mostrando imágenes de esos hechos, en donde parecieran peregrinos de esos que vemos año con año yendo a cumplir mandas religiosas, pero no, lejos están de eso, por el contrario, son personas suplicando por una oportunidad.

Es más, por el contrario, durante el trayecto de los migrantes por el país hay gran percepción de inseguridad respecto a ellos, muchos de los cuales buscan trabajo en cuanto a su paso para poder sobrevivir, el cuál desde luego es casi imposible que consigan, o lo hacen bajo condiciones muy precarias, además de sufrir de una gran discriminación por parte de la sociedad a su paso

En contraste, tenemos otro “mercado” de migrantes que pareciera que no incomoda, ni molesta a nadie en el país, y éste se encuentra principalmente en el sur del país en las playas, y me refiero a todo ese sector de migrantes argentinos, brasileños, chilenos, que físicamente lucen rasgos que evidentemente no han incomodado a los habitantes del país, los cuales desde luego no son culpables de las mentalidades racistas de los habitantes, pero a diferencia de los migrantes centro americanos, son totalmente bienvenidos porque sí, tenemos que decirlo como es, son utilizados como imagen en las tiendas de los centros comerciales, bares y restaurantes de la zona turística de estos sitios para atraer más clientes (y lo logran) y en ningún momento hemos escuchado de redadas migratorias y todo ese viacrucis para transitar y encontrar empleo por el que tienen que pasar las personas que no cumplen con ciertos criterios estéticos. Y

Hemos escuchado más de una vez la frase “migrar es un derecho humano”. Y bueno… Ninguna persona debería tener que pasar por procesos en donde tenga que suplicar (sin éxito) que se le respeten los derechos humanos.

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FERNANDA ALVAREZ / Voces / San Luis Potosí, S.L.P. / Junio 20 de 2022.