‘El peso’

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– La reunión-comida había fluido con una informada plática sobre los problemas de inseguridad en México y San Luis Potosí, cuando uno de los presentes cambió un poco el tema a algo como “El dólar está demasiado alto”. Y pues eso resulta tan claro que nadie lo discutiría, pero pensé encuadrarlo y mencionar que, lamentablemente, esa desviación aún se podría prolongar y acentuar.
– Sus expresiones corporales me dieron la impresión de que él no veía así las cosas. Aquí, en fin, sólo comento cuál sería la interesante situación actual de la paridad entre nuestra moneda y el dólar americano.
– Bueno, en términos menos complicados, el peso mexicano está muy barato (subvaluado) o, del otro lado, el dólar está muy caro (sobrevalorado: por encima de su valor “real”), todo ello en un esquema básico de cuentas nacionales y balanza de pagos (cuentas corriente y financiera).
– Eso vendría de los saldos netos (déficit o superávit) de nuestras ventas y compras al exterior, así como de los flujos externos de capitales. En principio, la vital divisa extranjera no tendría por qué estar tan arriba.
– El hecho de que el dólar se encuentre a ese nivel (ayer viernes a 20.81 pesos en promedio a la venta) significa que se castigan las importaciones (cuestan más) y se estimulan las exportaciones de ganga… hacia un valor más equilibrado.
– Los mercados son fundamentales, si bien suelen adelantarse a las perspectivas y “descontar” sus efectos, a la vez que en plazos cortos no siempre generan equilibrios “lógicos” desde ángulos económicos.
– A éstos no los suple el gobierno o el Banco de México, ni tampoco algún ente internacional. En realidad actúan aquí los participantes en los mercados… quienes también se ven sujetos a la incertidumbre, las perspectivas y la especulación.
– Igual inciden en la paridad los factores políticos, tal como lo vivimos en la reciente elección presidencial en Estados Unidos, con sus probables efectos adversos sobre nuestra economía.
– Ante mercados que están lejos de ser perfectos, lo que traté de decir en esa reunión es que ese valor excesivo del dólar puede durar un tiempo e incluso ampliarse (así ha pasado estos días con la salida de Carstens del Banxico), antes de retomar valores más razonables. Si se dispara aún más, tendrá que regresar en algún momento.
– El punto es que, aun con sólidos fundamentos en la economía, la actual sobrevaluación se explica por varias razones. Miren, los ataques al peso se precipitan por choques externos y caídas en las exportaciones o los precios del petróleo. Pero, ojo, nuevas vulnerabilidades (colapsos en el comercio exterior de petróleo y gasolina, o en las entradas de divisas al mercado de dinero) hacen más difícil ahora que el peso reaccione ante aumentos en la tasa de interés o recortes del gasto público.
– Se conjunta lo comercial y lo financiero, con un creciente déficit en cuenta corriente. Si la economía crece, este desbalance sólo puede ser detenido por un peso más débil que inhiba importaciones e impulse exportaciones en el sector no petrolero… sin mayores entradas de capital ni posibilidades infinitas de endeudamiento en dólares. El ajuste es obligado y apenas comenzó, pero el crecimiento no debería ser ahogado por alzas en la tasa de interés o recortes a la inversión en lugar del gasto corriente.
– La economía no es lo que debe ser, ni tampoco lo que quisiéremos que fuera, ya que la sicología, la irracionalidad y ciertos factores no-económicos tienden a influir de más. En un ambiente de pesimismo y desconfianza la caída del peso se exagera, además de que al perder México su paradigma económico con el TLC, se explica también un peso más bajo mientras se asumen nuevas pautas que vuelvan a dar certidumbre a los mercados y las decisiones de inversión.
– Algunos de estos últimos puntos vienen de un par de artículos de uno de los mejores economistas de México, Rogelio Ramírez de la O: ‘¿Por qué el peso debe debilitarse más?’ (24/VIII) y ‘Hasta dónde la caída del peso’ (12/IX) en El Universal.
* ESTUVE EN VARIAS CONFERENCIAS de la Cumbre Infonavit 2016. Cansaron un poco dos premios Nobel y no pude ir a una que me interesaba del economista Jeffrey Sachs, pero disfruté en serio al gran arquitecto estadounidense Peter Eisenman o a sus colegas mexicanos Norten y Kalach.
– En el panel principal participaron Sebastián Piñera y David Penchyna. El ex-presidente de Chile fue muy reflexivo y claridoso sobre América Latina, en tanto que el director general del Infonavit enriqueció la charla desde la atalaya de México. D.P. también dijo: “Siempre se puede aprender con humildad, incluso de quienes están al lado”. Escuchar, pues, viene a ser crucial.
* EN EL CONGRESO NACIONAL del Notariado Mexicano capté algunas pinceladas. Al parecer el gobernador Carreras prefiere que ya no lo presenten como “doctor” en ciertos eventos oficiales, y ahora se muestra más seguro o hasta jocoso (¿Al mal tiempo, buena cara?).
– Al inicio el representante de Gobernación habló de “la justicia” en México, aunque resulta una utopía difícil de alcanzar y significa algo distinto para unos y otros. Sin embargo, tal vez deberíamos empezar por algo más sencillo: un piso de decencia, digamos, en los actos de certidumbre a cargo de los fedatarios como parte de la construcción de un auténtico estado de derecho.
– Esto no lo hemos visto entre tal cantidad de empresas fantasma que se han constituido en estados como Veracruz… Por años, oigan, el gobierno federal no actuó allí para detener tantas simulaciones y depredaciones.
* CON LA MUERTE DE Fidel Castro se han desatado reacciones muy contrapuestas, desde el endiosamiento hasta fuertes censuras de Trump y muchos otros. Sus importantes méritos no lo acercan a la santidad, mientras que en las celebraciones por su muerte destacaron los que nunca pudieron vencerlo.
– Se trata de un ícono revolucionario, un personaje histórico que ha dejado honda huella, con facetas admirables (más al principio) y, según las circunstancias, ángulos quizá explicables pero bastante cuestionables. En la misma persona, encontramos grandeza y miserias; dignidad e ignominia. De todo… para bien y para mal, pues.
– A su vez, entre reconocidos cantantes, Silvio Rodríguez le deseó “Gloria eterna” y María Conchita Alonso “El infierno; que nunca descanse en paz”.
CARLOS JAVIER PÉREZ GARCÍA / Opinión / Ciudad de México.

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