Salarios de miseria = País en la miseria / PEDRO OLVERA

Desgracia, problema o pena que sufre una persona (o grupo) en su vida. Mezquindad.      The FreeDictionary

Retruécano / San Luis Potosí, S.L.P.

El anuncio de que los bajos salarios disminuirán el consumo en el país, hecho por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado en su análisis económico ejecutivo  de esta semana, no es muy común porque este tipo de aseveraciones han venido correspondiendo casi indefectiblemente a la oposición o específicamente grupos vinculados con la izquierda.

Pedro Olvera-retruecano-2-Lo usual es incluso que sean organismos vinculados con el empresariado quienes propugnen por salarios más bajos, menos impuestos y estímulos para la inversión que no para el trabajador, basados siempre en estimular la competitividad y el crecimiento económico y sobre todo en una apreciación de que el capital merece premio y no castigo pues es el generador de riqueza, olvidando claro está, que la riqueza no puede ser generada más que por una aceptable armonía y coordinación entre capital y trabajo. No hay de otra y esto no lo inventaron ni Marx ni Engels ni nadie, es un fenómeno natural y tan antiguo como la misma humanidad. Claro que en contraste, Forbes maneja que subir salarios elevaría costos y se reflejaría en la necesidad de subir precios con lo cual bajaría el consumo, el mercado y la competitividad… “sacrificando injustamente a quien genera riqueza”.

Recientemente un posicionamiento del PRD que luego se apropió mediáticamente el Jefe de Gobierno capitalino, abonó para el incremento salarial, argumentando justamente lo contrario: que mientras menor sea el salario, menos se consume y que los principales consumidores (que además son la gran mayoría) vienen siendo los pequeños asalariados. Usted puede escoger la “lógica” que más le convenza considerando lo que señala el mencionado CEESP refiriéndose a que “los empleos que se han generado se concentran en los niveles salariales más bajos, agudizando la precariedad del mercado laboral y poniendo en riesgo la permanencia de la dinámica que muestra el consumo”; así mismo estimando algunos datos actuales que dio a conocer el INEGI referidos al primer trimestre del 2016, tales como que 1 millón 237 mil 127 personas perciben HASTA un salario mínimo (o menos), y Un millón 222mil 635 lograron contratarse HASTA con dos salarios mínimos; solamente 308 mil 189 personas consiguieron remuneraciones de entre dos y hasta tres salarios mínimos. Esto no significa que se trate de nuevos empleos sino que (dijo el CEESP) “buena parte” de los trabajadores que se registran estaban ocupados y simplemente se incluyeron en los registros. También se nos advierte que hay seis millones 176 mil 206 personas desocupadas o sub ocupadas, una cifra “elevada” dice la oficialidad, ante los requerimientos de empleo…muy elevada se dice con un poco de sentido común. Sin embargo (cita textual El Universal) “el bajo crecimiento de la economía ha agudizado la imposibilidad de conseguir un empleo, formal o no”. También se mencionan 6 millones 36mil 176 de personas que desistieron de la búsqueda de un empleo. Si se suman los desocupados, sub ocupados y el número de personas que no encuentran trabajo, la brecha laboral es de 12 millones 185mil 704 de mexicanos en el primer trimestre de 2016.

Pero cómo es que los salarios pueden estar tan bajos ya que según la OCDE  y el propio FORBES, pasando por el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México es el último lugar en salarios de todos los países que integran la OCDE  aun por debajo de Chile y otro países latinoamericanos; Australia en su peor salario tiene casi diez veces mas que nuestro queridísimo pero miserable y precario México. Hay quienes dicen en un afán criticón y pendenciero que el hecho de que estén llegando más inversiones y armadoras al país, es en razón de que precisamente no deben pagar mucho por mano de obra y eso les reditúa mayores ganancias. Pues bien, ¿qué me diría usted si supiéramos que las ofertas originales de salarios de muchos inversionistas extranjeros son superiores de las que “aceptan” nuestras centrales obreras y sus inefables sindicatos?, seguramente pensará que es ilógico. Pues asómbrese pero hay líderes obreros que confiesan como exigen los representantes obreros a los directivos de factorías extranjeras que disminuyan sus ofertas salariales para que no se les alboroten otros obreros. El colmo no? Y desde luego eso no exime de responsabilidad a los líderes empresariales que se dejan querer en una complicidad convenenciera que casi siempre paga por fuera jugosas compensaciones al charrismo. En San Luis el asunto es tan patético que armadoras de otras partes del país empiezan a piratearse la mano de obra de las locales pagándoles hasta el doble de lo que ganan aquí. El problema es que todo es clandestino, que nada se sabe, que no hay transparencia, y por lo tanto es oscuro, corrupto, indebido, antiético, irresponsable e inequitativo. Esto es inconveniente para una sana economía, contrario incluso a las leyes de mercado que son las que rigen al capitalismo, desleal hasta con su propia doctrina; sucio e inaceptable en todos los sentidos. Y como afecta a la economía general y al bienestar familiar y social, hay un interés público que cuidar, entonces ¿porqué no pueden ser objeto de regulación en la Ley de transparencia los particulares cuando su actuar afecte la economía y a la sociedad? Es una preguntilla para nuestros diputados a menos de que la transparencia y la corrupción solo tengan que ver con el gobierno.